Capítulo 51 -Recuerdos

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-Tus padres estarían orgullosos de ti, Daniel. –dijo Roberto cuando Daniel ha ganado la presidencia, como recuerdaba Daniel.-¡Yo se! Siempre soñaron que yo ganaría la presidencia, pero lamentablemente no pueden estar aquí.-Sí, ¡pero fue la voluntad de Dios!-¿Voluntad de Dios o Armando consentido? Bueno, si no hubiera inventado la pesadilla.------------Mientras Daniel recuerda el pasado, Armando le cuenta a Betty cómo comenzó su enemistad con Daniel Valencia.-¡Mamá papá! ¡No!-¿Qué pasó, Ditito?-¡Fue horrible, Cita! Horrible. ¡Mamá y papá muertos! No pueden viajar, no pueden. Por favor, Cita, ¡no deje! No quiero estar sin ellos.Pronto, Camila sale a su encuentro y también lo abraza.Al ver a Camila abrazándolo, Carmen va tras sus padres.-Señores, por favor. -dijo, tocando la puerta, con miedo, porque a los caballeros no les gusta que los molesten.-¿Qué pasó Carmen?-El niño.-¿Que pasó?-Se despertó gritando, creo que tuvo una pesadilla. –dijo la buena Carmen, la niñera de los niños.-Mi hijo. - dice Margarita poniéndose la bata y yendo tras él. Roberto todavía tarda un poco.-¿Qué pasó, Armandito?-¡Mamá, no me dejes!-¡Tuvo una pesadilla!-El avión explotó y los vi a ustedes dos en medio del humo y escombros. ¡Mamá, no puedes ir!Margarita lo abraza junto con Camila que se une a su hermano, le pide a Carmem que le de valeriana.-Hijo, es muy importante que nos vayamos de viaje.-¡No vayas!-¿Qué sucedió?-Papá.-Tuvo una pesadilla.Armando les cuenta todo a estos padres, Margarita casi se da por vencida porque Armando estaba desesperado, nunca lo había visto así, pero Roberto se mantiene firme. Para él, esta historia de pesadilla fue solo el capricho de un niño mimado.- Roberto, no crees que es mejor...-No tiene sentido. Tenemos que ir en este viaje. Y lo ideal es que fuéramos los cuatro, pero sería peor dejar cinco niños solos en manos de los sirvientes, así que decidimos ir y te cuidarían Carmencita, Jayme y los tíos Júlio y Suzana.-No, papi. No puedes ir. ¡No puedes!Armando se aferró a su madre con tanta vehemencia que Camila empezó a estar segura de que todo lo que decía su hermano pasaría y ella también empezó a llorar.- No podemos ir, Roberto. ¡Mira cómo están los chicos!-Está bien, Margarita, le voy a pedir a Julio que se vaya con Suzana. lo que no podemos es perder este trato!____Dos días despuésLos niños estaban en estado de shock. El jet en el que habían subido los papás de Valencia se había estrellado y explotado en el mar.Daniel estaba mirando la televisión, era el mayor, tenía la madurez para entender exactamente lo que estaba pasando. Rápidamente, abrazó a sus hermanas que lloraban desconsoladas al escuchar los nombres de sus padres, mientras veían un avión en llamas. Al rato llegaron Roberto y Margarita, quienes también los abrazaron. Fue entonces cuando Camila, en su inocencia, comentó: Era verdad, hermanito, el accidente que viste en el sueño. Es como lo describiste, cenizas, explosiones, solo que en lugar de nuestros padres, los tíos de Valencia.-¿Qué? preguntó Daniel.-Es que Ditito soñó con esto.Daniel no podía creerlo. Si ya le había parecido absurdo que Armando se hubiera enfermado la víspera del viaje de sus padres y hubiera ocurrido el accidente, ahora estaba seguro de que él tenía la culpa. Se había enfermado a propósito, inventó que soñaba todo para que sus padres no se fueran y si por casualidad no puso la bomba que provocó es porque no tenía edad, pero fue su culpa. , no fue una fatalidad. La pareja Mendoza y no sus padres deberían haber estado en ese avión.______-Realmente impresionante – dijo Betty – que hayas soñado con algo así.-Créeme, Beatriz. Fue como vi en la televisión, después. Por eso, Daniel me odia, porque sus padres y no los míos se subieron al jet.-Imagina, eras un niño, ¿cómo pudiste hacer algo?-A partir de ahí, Betty, empezó todo. Sí antés él, Caldeirón y yo éramos más que primos, éramos como hermanos, un trío desordenado, después del accidente, Daniel empezó a odiarme, empezó una disputa entre los dos. No solo por la atención de mis padres, que sacaban mejores notas, Daniel empezó a robarme las novias.(Betty no lo podía creer, ¿quién en su sano juicio cambiaría a Armando Mendoza por Daniel Valencia?)- Mis padres se sintieron muy culpables. De cierta forma. Adoptaron los Valencia y al principio tenían todo lo que teníamos y con el tiempo, más de lo que teníamos nosotros. María Beatriz se volvió superficial, dicen que para no ver la realidad, Marcela cambió, se volvió hogareña, ya no quería viajar, salvo con su hermanita y mi mamá a quién ella empezó a ver como una especie de madre suya.-Por eso tiene tantas ganas de acompañarte, de ser una Mendoza.-Sí, ella ve a mi madre como su madre, sería mejor que me vea como su hermano también.-¿Sabes que no es tan fácil verlo como un hermano?-Ay, picarona. ¿Ves cómo puedes entender que me vuelve loco ver a una mujer tan hermosa y sensual ya la vez inteligente? Daniel te quiere y puedo ver el deseo en sus ojos. Daría cualquier cosa por tenerla en su cama. Por eso no quería que te conociera así tan maravillosa.-Pero antes de eso quisiste, trataste de convencerme de que yo era la persona ideal para investigar al Dr. Valencia al fondo.-Pero fue antes, antes de que tuviéramos algo, para lucir así, tan hermosa. No, ahora, eres mía y no soporto que te acerques a él, que te huela, que sueñe contigo, ¡no! - La apretó contra él.- Oh, hombre posesivo. sabes que mis afectos son solo para ti. ¡Sabes que no me acostaría con él!-¡Lo mataría!
-Pero sabes que quizás tengamos que jugar el juego como el Dr. Thompson, necesito ser amable con él, dejar que piense que puedo tener algo que ver con él para que confíe en mí.- No puedo, Betty. no puedo soportarlo Y Daniel es muy inteligente, puede seducirte.- Oh sí, porque soy tan fácil.-No es que sea fácil, pero él es astuto y sabe seducir. Si pasa con las modelos.-¡No me compare con estas, señor Mendoza! ¿Quieres que te enseñe cómo el Doctor Valencia no puede seducirme?-¿Como?-¡Estoy loquita por Armando Mendoza!Ella comienza a besarlo, envuelve sus brazos alrededor de su cuello y lo mordisquea, encendiendo la pasión entre los dos y Armando la toma sin piedad para marcar territorio y mostrarle a quién pertenece, Betty suspira de placer.



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Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora