Daniel Valencia, presidente de ECOMODA

Capítulo 62 - Investigaciones

        Desde que cambió de look, Betty había atraído la curiosidad de los colegas de la oficina, los elogios de los clientes, pero la niña no esperaba esto:-¡Buenas tardes!-¡Buenas tardes! ¿Pero quien eres tú? ¿La conozco? -preguntó una señora perpleja, mirándola de arriba abajo.-¿Quién? ¿YO? Ojojo! Soy yo, doña María Liñarez: Beatriz Pinzón Solano!-¿Beatriz Pinzón?-Sí.-Pero... tú no eras así, tan... linda.-Yo no diría linda, pero arreglada. ¡Ojojo!La señora la miró de arriba abajo, no le habia gustado nada.

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    Mientras en Ecomoda:

-¿Pues no?

-Queremos hablar con Daniel Valencia.

-¿Tienes una cita? -preguntó Wilson.

-No creo que haya necesidad de eso, mi joven, solo dile que es el Inspector Thompson.Wilson transmite el mensaje a Francesca.

-¿Quién, Francesca?-Un inspector de nombre... Thompson.

-¿Qué quiere este idiota?- Dijo que hablara con usted, señor.

-¿Tiene una orden?

-¡Voy a preguntar!Mientras Francesca fue a preguntar, Olarte nerviosamente se rascó la nariz.

-Doctor, ¿no sería mejor ver enseguida lo que quiere?

-No.

-Esto se está poniendo peligroso.

-¿Te vas a enrollar ahora, Mario?

-Daniel, creo...-Disculpe, Daniel. –dijó Francesca

-¡Doctor Valencia, ya le dijé, Francesca!

-Bién, Doctor Valencia, él no tiene orden judicial, pero le gustaría hablar con usted.

-¿Ves?-se rió 

-¡No hay por qué temer, no tiene orden judicial ni nada!

-Será mejor que hables con él para ver qué quiere. –dijó Olarte

-No tengo tiempo para perder el tiempo. ¡Déjame en paz!

-Puede que sospeche de algo. –dijó Mário

-¿De qué?, puedes irte, Francesca. 

¿De qué?, somos gente honesta y decente, por encima de toda sospecha.-Doctor, tal vez don Mario tenga razón. –dijó Olarte

-¿Vas a acobardarte ahora?, en serio. ¿Qué estamos haciendo mal?, ¿alguien sabe?, ¿alguien sabe?, le pido a alguien que demuestre algo.

-Doctor, ¿tiene...-¡Cállate, Olarte! ¡Las paredes tienen oídos!

- Dije que despidieras a las chicas esas del cuartel.

- Bueno, voy a tener una charla seria con ellas. ¡No puedo prescindir de ellos de una vez! El que quiera quedarse aquí tiene que hacer lo que quiero

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-Entonces, ¿podré subir?

-Lo siento, Dr. Thompson, pero don Daniel Valencia no lo dejaba levantar.

- ¿Dijiste que era solo para hablar?

- Le preguntó si tenía una orden de arresto.

-Pues bien. ¡Agradecido!Romualdo coqueteaba con Aura María.

-¡Vamos, Romualdo, hora de trabajar! Buenas tardes señorita.

-¡Adiós! ¡Nos vemos, muñeca! -dijó Romualdo -No vamos a subir, doctor?