Capítulo 50

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El desfile había sido un éxito, toda la prensa especializada hablaba de la calidad de los materiales y diseños de Hugo, pero también de la rotación de jóvenes modelos para desfilar por Ecomoda, al mismo tiempo que el uso frecuente de rostros ya consagrados como Adriana Arboleda, Victoría Rondón, entre otros. Unido a las protestas, ya relatadas, que había escuchado frente al lugar del desfile, había sido suficiente para agudizar la desconfianza de Roberto.Nicolás tenía autonomía para adquirir acciones en otras empresas al borde de la quiebra o financiar deudas con los bancos, sin tener que consultarlo con sus jefes, pero ver las acciones de Ecomoda que se ofrecían en el Mercado lo intrigó. En todo el tiempo desde que comenzó a seguir el Mercado, nunca había visto una empresa familiar sólida como Ecomoda ofreciendo sus acciones a inversores fuera del círculo familiar de Mendoza y Valencia, principalmente porque todos sabían que los fundadores querían mantener la cosa entre las familias Pero ahí estaban, por segunda vez ofreciéndose en el Mercado ya buen precio. Pensó que era una artimaña, pero al consultar al Dr. Bezerra del Banco Montreal, le confirmó que era un buen negocio. Sin pensarlo dos veces adquirió unas acciones, luego hablaría con Betty y Armando al respecto. No podía perder la oportunidad. Luego, al llegar a casa y hacer el amor, Beatriz se desmaya. Armando está preocupado y la lleva a la clínica, pero también tiene que compartir con su padre. En la clínica encuentra a Marcela y Patrícia.Para pagar las indemnizaciones, Daniel ha decidido vender parte de lo que corresponde a las acciones ya María Beatriz.Como decíamos, Terramoda estaba en pleno apogeo, Sandra se había adaptado muy bien a sus funciones, incluso teniendo que hacer doble turno, pero le habían ofrecido, además del salario, una pequeña participación en las ganancias, lo que la hizo sentir feliz y feliz. valorado.Ese día, Betty y Armando acababan de cerrar con unos clientes, lo que los puso especialmente felices, cuando llegó Nicolás con una noticia.-Usted sabe que muchas empresas han puesto acciones en el mercado y, comprobando la situación de nuestra empresa y esas, he estado comprando algunas acciones.-Te di carta blanca para eso. Armando dijo.-Quiero decirte algo. ¿Sabes que tu empresa...-¡Mi empresa es esta!-Estoy hablando de Ecomoda.-Yo ya sé bastante, por lo que veo en los periódicos y estoy informado. Por favor, Nicolás, no estropees el día hablando de lo que no se puede cambiar.-Pero Dra. Sólo quería.- Te lo dije: ¡no estropees el día! Armando le gritó.El tema de Ecomoda lo puso nervioso. Todo lo que sabía de Thompson y los periódicos era suficiente. La consideró perdida y contó los días para que su padre se diera cuenta de todo lo que ella había tratado de decirle durante estos meses.Betty le hace una seña a Nicolás para que los deje en paz.-¡No debiste tratarlo así!-Lo siento, Betty, luego hablo con él, pero todos estos escándalos que involucran a Eco, mi madre insistiendo en Marcela. Todo sobre mí. Además, sabes que el agente Thompson me mantiene informado. ¡Y es mucha presión!-¡Lo se cariño!-¿Querido? ¿Me llamaste cariño? ¿Realmente saben?Agarrarlo.-¡Vi como te miraba ese pervertido!-Tu impresión. El trato estaba cerrado y eso es lo que importa.-No voy a perder a mi mujer por culpa de un negocio.-No puedes perderme.-¿Ah, sí? ¡Prueba!Él la presiona contra la mesa y comienza a tocarla por todas partes.-Armando, ay, no creo que sea un... ¡Ay!-¿Qué? No escucho, solo escucho tus suspiros.-Ahí.Se sube a la mesa y comienza a besarla desesperadamente.-No conocía este lado nervioso tuyo.-Solo tú puedes calmarme.Él ya estaba encima de ella besándola. Beatriz tenía las piernas entrelazadas cuando él la penetró y ahogó sus gritos con besos.-¡Ahhh!- ¡Betty!Sandra acababa de llegar después de hacer un trabajo en los bancos, como le había pedido Nicolás.-¿Se fueron todos? Lo dejaré en la oficina de Betty.Al abrir la puerta, Sandra se enfrentó a una escena impresionante: su amiga Betty con las piernas envueltas alrededor de su Armando, conocido por salir solo con modelos.-¡Oh Discúlpeme! -dijo, dejando caer los papeles al suelo, tan sorprendida que se fue dejando la puerta cerrada.-¡Ella nos vio!-¿Quién?- Sandra. Tengo que explicarme a ella.-No puedes, Betty, no puedes dejarme así, pronto vendrá tu padre ¡ah! Sabes que no debes caer así.Él continúa frotándose contra ella, agarrando sus caderas, empujando dentro y fuera de ella vigorosamente mientras la besa. Betty tampoco puede resistirse y se suelta, estallan en un orgasmo cuyos gritos se ahogan en los labios del otro.-Oh, ahora voy a hablar con ella.-¡OK! dijo, enderezándose.Betty se baja de la mesa y se prepara para hablar con Sandra más tarde. La niña está llena de vergüenza."Lo siento, Betty. Juro que no vi nada. No me despida, por favor.-¡De nada!-Me gusta trabajar contigo. Nunca hubiera imaginado que tú y Seu Armando... Ah, pero te juro que no les diré nada a las niñas, ni a tu padre, ni a nadie más.-Gracias, Sandra. De hecho, tengo que estar agradecido de que fuiste tú y no mi padre quien nos vio.-Eso hubiera sido horrible.-¡No puedo ni imaginarme! Mi padre nos iba a matar. No fue tu culpa, fuimos imprudentes.-Así es.-Es que no se que me pasa cuando me toca. -se vuelve rojo-Tampoco es para menos, un bombón como don Armando, ¿quién podría resistirse a hacer el amor?Sandra pronto se dio cuenta de que había dicho demasiado.-Lo siento.-Todo bien. Ojojo! ¡Él es eso y mucho más!- Ay, ni me digas, es mejor que no lo sepa.Apareció don Armando.-¡Hola chicas!- ¿Don Armando?Y también don Hermes que había ido a visitar clientes.-¿Qué pasa aquí?-Eh...-Estábamos hablando de los clientes que tenemos hoy. - dijo Armando-¡Ah sí! – hace un ruido con la boca – Estoy seguro que mi hija, con esa habilidad heredada de los Pinzón, es la que le consiguió estos clientes, doctor. ¿No te dije que estaría orgulloso de haberte hecho presidente?-De eso puede estar seguro, don Hermes. -Betty se pone roja, mientras Armando le sonríe orgulloso a Betty.


Daniel estaba preocupado, ahora, no solo Armando sospechaba, también Marcela y hasta Roberto. Esperaba que el éxito de otro desfile de lanzamiento sirviera para calmar las sospechas de aquellas personas por las que aún albergaba algunos sentimientos. Pagar a los periodistas para que no publiquen y llegar a acuerdos con las madres no fue suficiente, ya que no todas aceptan indemnizaciones simples para retirar los procesos. Muchas, asesoradas por sus abogados, no aceptan conversaciones y acuerdos. Mário y Olarte temieron que pasara algo más y acabaran descubriendo todo.-Dr. Valencia, creo que en este dr. Calderón tiene razón.-Así es, ¡qué!-Debemos tener cuidado, las operaciones están levantando sospechas.-Además de estas señoritas mamás, contamos con el comisario ese experimentado en el tema.Daniel se ríe.-Con estas madres ya estaba resuelto, querían dinero, eso es todo.-¿Y el comisário?-¿Sabes si pagan tan bien en la policía estos días?-¡Por lo que escuché de este delegado, es incorruptible!-Varios lo han intentado corrunperlo.-Tómalo por mí, he convivido con políticos durante años, muchos llegaron con este apodo de ''incorruptible'', ''padre de los pobres'', ''cazador de corruptos'', ''mito'' y ninguno logró resistir. –dijo Daniel-Doctor, está jugando con fuego.-¡Sois un par de cobardes! Por eso soy el jefe aquí y detrás de mí hay mucha gente poderosa. ¿Incorruptible? Veremos cuánto le cuesta a este doctorcito quitarme de encima.Mario y Olarte niegan con la cabeza.- Por estos días entregaremos más mercadería fresca. Pero no para Europa, ya que se dice que está en el punto de mira. Saldrán de Bogotá y se irán de crucero con empresarios por la costa y de Cartagena directo a Ecuador y de Quito a París y otros. No hay riesgos.Mário sale de la oficina del presidente, va a su oficina, donde mira la tarjeta que había dejado el comisario.- ¿Y si te entrego lo que estás haciendo? Pero Mario, ¿qué haría el tigre si supiera que está involucrado? Nunca me lo perdonaría. ¿Sabe realmente el comisario que he estado involucrado en el contrabando de telas? ¿Qué hago? -dijo sosteniendo la tarjeta que el delegado le había dejado a Aura María.En el Salón Presidencial.-¿Puedes dejarme en paz, Olarte?-Claro, doctor.Daniel se recuesta en su silla. No le importa tanto lo que pasaría con la empresa, pero sí las repercusiones que tendrá en su carrera política, ya que pretende postularse para diputado._______En cierto modo, a Daniel no le importaba la empresa, y a pesar de ser parte de su familia, la odiaba, por eso, si no fuera por eso, sus padres seguirían vivos y si no fuera por Armando, Roberto y Margarita serían los que viajarían. Al pensar en Armando, recordó a la mujer que lo acompañaba.-¿Quien es esa mujer? Armando siempre está en buena compañía, pero no creo que sea un modelo. Necesito que caigas en mis brazos, parecía loco de rabia al vernos juntos. ¿Significa algo para él?



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Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora