Capítulo 67 - La boda de Betty y Armando

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      Armando no aguantaba más, con el ritmo trepidante de trabajo de estos días con viajes para montar franquicias, expandir Terramoda, entrevistas, nuevos lanzamientos y preparación para la boda con la estrecha vigilancia de don Hermes. Desde que se comprometieron cuando se fueron. el hospital no había tenido la oportunidad de estar con Betty desde que se reconciliaron, así que no podía aguantar que la fiesta terminara.



- Betty, creo que és suficiente...-Pero Armando, todavía tenemos que servir el champán, tirar el ramo y cortar la torta.-¡No creo que yo pueda aguantarme!-Pero, Armando...-No sabes cómo me quemo por dentro. -dijo con voz ronca, presionándola contra él. -Bailar contigo y abrazarte fue muy cruel.-¡Ojojo!Creo que podemos escabullirnos y nadie se dará cuenta.-¿Crees que nadie se dará cuenta?-En realidad, tal vez nos estén buscando, pero... - La abraza con uno de sus brazos y con la otra mano le toma la cara y comienza a besarla.-Betty. – dijo Hermes, que la buscaba con doña Júlia, ya que las tías Pinzón habían llegado a la fiesta.-Salgamos por atrás antes de que nos encuentren.-¿Y adónde podemos ir?-Por aquí. -la jala hacia un lado -¡No! Por aquí. -Y luego al otro. -Creo que la casa junto a la piscina estaría bien.Beatriz pensó que todo era muy peligroso, había mucha gente en la casa, la fiesta duraría toda la noche y ella tampoco veía la hora de estar en los brazos de Armando. Así que dejó que él la arrastrara a esta locura.Con lo que no contaban es que había un guardia en la casa de la piscina, por lo que se sorprendieron cuando entraron allí besándose.-¿Qué estás haciendo aquí? Oh, son los novios, pero este lugar está cerrado.- Vamos, Armando.- ¿Solo estás tú aquí? -Pero Armando no desistió de la idea, quería quedarse allí junto a su, ahora, esposa.-Sí.-¿Sería un problema si me quedo aquí con mi esposa?Le había dado notas al hombre que rápidamente cerró la casa dejando a la pareja allí.-No nos dirá donde estamos?-Puedes estar seguro de que no dirás nada.Luego la abrazó y sin esperar comenzó a mover sus manos por su espalda hasta llegar al borde de su falda, donde subió rápidamente, llegando a sus medias de 7 octavos y un poco más encontró las bragas de su esposa, las cuales comenzó a Terminado de contornear y acariciar, Betty suspiró y al sentirla mojada, se introdujo con sus largos dedos en las comisuras, Betty se aferró a él, comenzando a gemir.-Quiero decir si nadie la escucha así...-Es que...-Sí, eres muy sensible a mi tacto. ¡Ya se! ¡Vaya! -se lo lleva. –Te lo demostraré, estoy como loco. –Bésala –Necesito sentirla, Betty. No creo que pueda soportar sin tomarte como mía - beso - Quería ser un hombre controlado, pero déjame así y sabes lo compulsivo que soy y te deseo.-Sí, Armando.-Quiero desnudarla y sentir toda su piel,-No sabría vestirme de novia otra vez.Armando ingresó el segundo dedo y la giró boca arriba para lamerle el cuello mientras sus dedos hacían un gran trabajo, los fluidos de Beatriz empapaban la mano de Armando que frotaba la sensualidad en su trasero-¡Ve a ver lo que te hago por no poder quitarme este vestido tuyo como quiero, ve a ver a Beatriz!-AH!!! Ya sabes... ¡AHH!-¡Todos escucharán!-La música está alta.-¡Qué suerte la tuya!-¡¡¡Ay!!!Betty casi había llegado al orgasmo, pero Armando, le quitó los dedos, ante la protesta de su esposa, acostándola con la falda levantada sobre el diván. Aún le temblaban las piernas cuando sintió la lengua hambrienta de su hombre saboreando toda su flor, ese hombre sabía como volver loca a una mujer.-¡Extrañaba tanto tu sabor, mi amor! -dijo mordisqueando su jugosa cientro mojado de deseo.-¡Ay! ¡Armando! ¡Ayaya!-¡Di que eres mía, que me quieres!-¡Te deseo! ¡Vaya! ¡Armando!-¡Ah, deliciosa picarona!Betty llegó al orgasmo y sintió tanto placer que vio luces parpadeantes, Armando estaba loco, sintió el placer de su esposa también en su piel, sintió tanta excitación que explotaría con solo verla correrse en su boca, así como así, cuando ella, todavía, temblaba bajo de él que embestió su enorme y excitada polla dentro de ella de un solo golpe. El contacto íntimo les hizo tener una descarga eléctrica que los alucinó y los llevó a iniciar un baile erótico y alucinatorio donde terminaron en medio de juramentos de amor gritando sus nombres.-¡Oh, te amo, loco!-Me vuelves loco por ser así, tan deliciosa y prieta al fin y al cabo. ¡Mejor que nada casarme contigo! No puedo quedarme sin estar bien juntitos- beso-¡Lo amo!Estaban recuperando el aliento, Beatriz no sabía cómo iba a volver a la fiesta, estaba despeinada y arrugada, las orquídeas que llevaba en el pelo estaban esparcidas por el sofá de la piscina dónde habían hecho el amor aunque aparentemente vestida de novia, pero no importaba, solo quería quedarse en los brazos de ese hombre que sentía solo de ella.-¡Fue una locura! Perdón, Betty.-¿Qué?-¡Usted tiene razón! Podría haber esperado un poco, pero estoy obsesionado. Cuando te vi como una reina, toda imponente, quise tocarte, sentirte y tomarte como mía. Te extrañé tanto, pasamos tanto tiempo sin estar juntos y sabes que soy...-...-¡Sí y ese es el problema!-¿Problema?-¡Sí, sabes que soy compulsivo!-Si y no mide las consecuencias y sobre todo insaciable, cuando empieza no sabe parar! Ojojo!-Sí, pero ahora solo por ti, te juro, Betty, que no siento lo mismo por nadie más.-¿De verdad?-¡Sí, me castró para las demás! -Beso-Así que me toca a mí estar siempre disponible a tus deseos, a tus ganas de hacer el amor como hoy...-Parece inconveniente. ¡Sé que puede ser un problema! – él estaba rojo por primera vez.-¿Como en la mesa de presidencia de Terramoda y la Ecomoda?-Como en los camerinos del desfile. ¡Perdóname! La casa está llena de invitados, deben estar buscándonos. Perdóname, Betty. Te prometo que buscaré ayuda, sé lo tímida que eres... ¿y si nos has escuchado?-¿Vas a buscar tratamiento?-Sí.-¿Por qué?-Porque reconozco que no sé controlarme, que cuando te veo creo que me estás provocando a hacer el amor.-¿Te sientes así solo por mí? -Dijo Betty, colocándose sobre su pecho, besándolo en los labios.-Sí, como te dije, desde que nos quedamos juntos no puedo ni excitarme con otra, aunque me provoquen.-¿Ah, sí? ¿Y te gustaría sentir algo cuando te provocan? - Ella mordisquea la boca de su hombre, antés de besáloél le devuelve el beso.-No, en absoluto. Antes sí, pero no más, solo quiero a ti. Por ti guardo todo mi vigor, pero sé que soy compulsivo y me molesta. Prometo que me haré un tratamiento, me expondré, pero todo para no molestarla.-Si solo sientes este deseo desenfrenado por mí y te sientes castrado por los demás, ¡no quiero que te sometas a ningún tratamiento! ¡Te quiero como eres! – lo besa profundamente en la boca, abriendo sus piernas alrededor de su cuerpo, provocándolo e invitándolo a entrar en ella).- ¿Estás segura, Betty? ¡No sabes lo que estás diciendo!-¡Lo sé, es insaciable!- No la dejaré sola, la querré todo el tiempo, todos los días. Una vez tuve una novia y ella dijo que sou un enfermo. ¡Un animal! – dijo con pesar, no se estaba burlando de ella – ¡No puedo perderte!-¡Sí, es un animal! ¡Ven, mi tigre de Bogotá! -besándoloY él finalmente abrio espacio dentro de ella para recibirlo. Armando entrecierra los ojos por el placer de estar dentro de ella.-¡No me importará lo cansada que estés después de un día de trabajo! - dijo él con una voz ronca y susurrante.-¡Nunca lo estaré! ¡Vaya!-Me voy a excitarme. No me importa si tenemos que estar en un cóctel en veinte minutos y si trabajamos todo el día". -dijo, tirando del cabello de su esposa mientras movía sus sillas sobre ella.-¡Ay!-Y acariciaré tu piel, la mordisquearé (morderé tu boca, tu hombro) lameré (lameré tu cuello).-¡Hazlo, mi amor!Beatriz podía sentirlo crecer dentro de ella y comenzando a poseerla.-Muchas veces seré cariñoso, pero otras veces la poseeré como un salvaje.-¡Como un tigre hambriento devora a su presa! – dijo Betty, sosteniendo las sillas,-Sí, con todo mi vigor.-¡Vaya! Y ahí estaré para que me hagas tuya volviéndome loca.-Me voy a volver loco por ser tan deliciosa, apretada y tenerme como nadie.-¡Solo si es solo mío!-Nunca he estado en otra.-Entonces, nunca, hagas tratamiento.-¡Ay, Betty! ¡¡¡Vaya!!! - dijo antes de empezar a devorarle la bocaBeatriz se movía locamente de deseo encima de él y Armando, al mismo ritmo, sostenía sus sillas y palmeaba sus nalgas.-¡Eres inteligente! ¡Tú sabes lo que quieres!-¡Lo que quiero eres tú, Armando! Si eres adicto al sexo, yo soy adicto a ti, ¡te quiero como éres todito para mí!-¡Soy adicto a hacerle el amor!Ella lo besa, abriendo bien las piernas para sentirlo profundamente dentro.-¡Te amo!-¡Te amo más!Después de que terminaron de hacer el amor, a un gran costo, comenzaron a prepararse para los besos. Betty tiró de su vestido, se recogió el cabello con alfileres, mientras él la besaba en el cuello y la abrazaba.-¡No puedo esperar a que estemos en nuestra casa, amándonos!- Yo tampoco puedo esperar.-¡De ​​tímida a tigreza!-No sé de qué está hablando, señor, soy inocente.-Así es como me gusta. -Beso.


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Daniel Valencia,  presidente de ECOMODADonde viven las historias. Descúbrelo ahora