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CHAT ENTRE
JENO Y JAEMIN.

Jeno guapo 💕
Disculpa, estaba ocupado.

Jae bonito.
¿Después de 5 días?
¿Qué diablos te sucede?

Jeno guapo 💕
¿5 días de qué?

Jae bonito.
5 días llevas sin contestar mis mensajes, solo sé que sigues vivo porque hablas en el grupo como si pasara nada.
Así, ¿qué te sucede exactamente conmigo?

Jeno guapo 💕
Nada, ya te dije que estaba cansado.

Jae bonito.
Claro, como sea.
¿Cómo está Felix?

Jeno guapo 💕
¿Realmente te importa?

Jae bonito.
No preguntaría si no fuese por eso, escuché lo de ese tipo, así que medio me imagino cómo debe estar en este momento.

Jeno guapo 💕
Supongo que todavía está procesando eso, tampoco ha querido decirme mucho.

Jae bonito.
¿Por qué no? ¿Tan grave fue?

Jeno guapo 💕
Más que la gravedad, a Felix le afecta más lo que el resto piense de él.
La humillación pública deja una marca más profunda que lo que le dijo.

Jae bonito.
Me imagino, debe ser impactante...
Pero bueno, me avisas si necesitas cualquier cosa, tú o él.

Jeno guapo 💕
Lo haré.

Jae bonito.
Ahora me tengo que ir a estudiar.

Jeno guapo 💕
Sí, yo también, tengo muchos trabajos pendientes.

Jae bonito.
¿Aún me amas?

Jeno guapo 💕
Como el primer día.

Jae bonito.
Bien, eso quería leer.
Nos vemos luego.

─¿En serio no te hizo nada?

Jisung inspeccionó el rostro de Chenle, mirando desde cerca y buscando alguna señal de que algo estaba fallando, pero exceptuando los nudillos un poco enrojecidos, no había nada físico.

─Ya es la quinta vez que te lo digo ─Chenle toma las manos que se encontraban en su rostro y las baja lentamente─. Estoy bien, no pasó nada.

─¿Por qué debería creerte?

Solo está jugando, pero Chenle se hace la misma pregunta a sí mismo.

¿Por qué Jisung debería creerle?

No le está mintiendo, pero tampoco le está contando toda la verdad. Así que, ¿es válido seguir confiando en él?

─No lo sé... ¿Tal vez porque soy tu novio?

Ha pasado un largo y doloroso tiempo desde que Chenle fue un adolescente equivocado que tomaba las decisiones incorrectas.

Era un torbellino, no existía un ancla y quería conocer más de lo que ya había visto a su corta edad. Los dieciséis fueron como un sube y baja de emociones, una montaña rusa que parecía no querer detenerse, porque la palanca se había roto. No se consideraba una persona infeliz, pero tampoco una que estuviese en la plenitud y la tranquilidad que debería.

Dream BabiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora