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Fue inevitable no escuchar el estruendo y lo amargo que de pronto comenzó a sentirse el ambiente.

A pesar de que su fuerte instinto le dice que se detenga y piense bien las cosas, como lo ha hecho gran parte de su vida, Mark no se detiene y corre por los pasillos con la furia acariciando sus venas y convirtiéndolo todo en veneno. Puro y mortal. A su lado, Minho luce cansado, pero está casi igual de molesto que él.

Habían visto a Jeongin caer, así como vieron también a la cobarde correr en la dirección contraria, su labial rojo corrido y los tacones resonando en las baldosas por las que ellos un día también escaparon. La diferencia, evidentemente, es que ellos no tenían las manos manchadas en sangre y jamás pensaron en cobrar venganza por todo lo que les habían hecho.

Por supuesto que son diferentes.

Entran al laboratorio de química sabiendo que ella se encuentra adentro, las luces artificiales molestan en sus ojos y el apestoso olor a químicos los llevan de regreso a la universidad.

─¿Por qué mierda es tan fuerte? ─Mark pregunta en un susurro, reconoce algunas mezclas, pero no es tan profesional en esa área específica como Minho. Lo observa, esperando alguna respuesta a su duda.

─Algo se debió haber derramado -comenta, afina sus sentidos y reconoce aquel olor, pero prefiere no mencionarlo─. Lo mejor es que...

Entonces, cierta mujer hace presencia, apareciendo por la puerta al final del laboratorio, la cual los lleva hacia las escaleras, es la salida de emergencia y la conocen muy bien. Su abuelo se había encargado de crear muchas de ellas luego del incendio, solo para así poder ganarse el permiso para reconstruir la escuela nuevamente.

Minho se pone tenso y Mark deja de mirarlo para hacer contacto visual con quien ha sido la razón de sus desgracias por tantos años. Quién diría que nunca fue mala suerte, no eran decisiones tomadas en momentos inadecuados, nunca fue su inmadurez mental; se trataba de algo muchísimo más grande y peligroso. Una madre que cree haber sido herida.

─Tardaron más de lo que creí que harían ─suspira, sigue su papel de villana y es espeluznante en cierto punto─. Y viniste acompañado.

Ella observa a su hermano menor más de lo que debería, no tiene ni la menor idea de cómo, pero anticipa sus palabras, puede imaginar cual arma usara en su contra.

─¿Qué tal está Han Jisung? ─pregunta con una sonrisa grande, el labial esparcido de manera uniforme en sus belfos delgados y parte de su rostro. Cualquiera creería que es un disfraz para alguna festividad nocturna, pero no, es una persona de verdad.

Persona que conoció la completa locura.

─Mucho mejor ahora que no hay personas que le doblan la edad queriendo arruinarle la vida.

Eugene se ríe de una forma que les pone los pelos de punta, cierra los ojos momentáneamente para darle mayor dramatismo y se toca la zona del estómago. Para ambos es obvio que todo de ella es falso.

─No queríamos arruinarle la vida a él ─dice con suavidad, dejando caer su mirada filosa en Mark Lee─. Había otras prioridades en ese instante. Mi viejo amigo era bastante cruel con su hijastro, debo de admitirlo, pero tras ver en la familia que se metió, cualquier padre se preocuparía por él.

Minho se cruza de brazos y aprieta su propia piel para no saltarle encima a ese engendro.

─Padres ─ríe sin gracia─. ¿De verdad crees que eso es ser un buen padre o una buena madre? Están completamente equivocados, no tienen ni la menor idea de lo que es aceptar que es una vida ajena y cada uno escoge como vivirla.

Dream BabiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora