Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
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El sol se estaba escondiendo y como Sarah había dicho, ella y Topper la recogieron en el auto del chico para después empezar el camino hacia la playa.
Cuando llegaron ya había bastante gente, demasiada para el gusto de Brooke.
Sarah enseguida se había subido a un gran objeto de metal mientras Topper trataba de bajarla como su perrito faldero.
La mirada de Brooke se cruzó con la de cierto Pogue moreno que anteriormente tenía la mirada fija en su mejor amiga.
— Vaya, vaya. — tararea la Kook llegando a su lado. — John B, ¿qué te cuentas?
— Todo como siempre, Brooke. — contesta el moreno entregándole un vaso de cerveza. — Aunque lo extraño es que las princesas de Figure Eight estén aquí.
Lo cierto es que, ella y John B se llevaban extrañamente bien. Se conocieron cuando el chico comenzó a trabajar para los Cameron, Brooke prácticamente vivía en esa casa por lo que era inevitable cruzárselo.
Una vez, el Pogue estaba trasladando un cubo lleno de agua y lo derramó sobre la chica cuando chocaron en el camino.
John B se sorprendió cuando en vez de recibir la ira y amenazas que diría una Kook, ella simplemente le pidió perdón por no haberlo visto y le ofreció ayuda para rellenar el cubo de nuevo.
Desde entonces, ambos se saludaban cuando se cruzaban e incluso entablaban alguna conversación.
— Sí, claro que sí. — dice rápidamente John B para después sonreír burlón. — Pásalo bien, princesa Kook.
— Lo mismo digo. — sonríe Brooke y se aleja con su vaso en la mano.
Enseguida vió como JJ Maybank se acercaba a su amigo con el ceño fruncido, seguramente preguntándole el por qué de su amistad con Brooke Smith.
La chica pronto encontró a su grupo de amigos Kooks. Brooke se sorprendió cuando vió ahí a Rafe, el cual la miraba con el ceño fruncido.
— Al fin te veo. — suspira Sarah mirando a su amiga. — ¿Dónde estabas?
— Consiguiendo un poco de esto. — contesta Brooke elevando su vaso divertida.
Las horas pasaron, Brooke había bebido pero no lo suficiente para ponerse ebria, de hecho, ella jamás se emborrachaba; según su madre, embriagarse era hacer que los demás vieran una faceta bulgar y vergonzosa de ella.
— Hola, Brooke. — la voz de Rafe hace que deje de hablar con una de las chicas.
— Hola. — saluda la morena. — No sabía que te gustaban las fiestas Pogues.
Y lo cierto es que cuando Kelce le ofreció ir, se iba a negar rotundamente; pero cuando supo que la chica Smith iría, no dudó en aceptar.
— ¿Nos vamos? — sugiere Topper viendo a Sarah y Brooke.
— Sí, los pies me están matando. — suspira Sarah levántadose y comenzando a caminar.
— Te puedo llevar yo, si quieres. — le susurra Rafe en el oído a la morena.
Brooke mira al chico a su lado y no tarda en sonreírle para después mirar a su amiga que ya se marchaba.
— ¡Eh! ¡Sarah! — Brooke llama a su amiga. — Rafe me llevará.
— Está bien. — sonríe Sarah. — Envíame un mensaje cuando estés en casa.
La morena le da un pulgar hacia arriba a su amiga comenzando a caminar junto a Rafe a donde sea que estuviera su auto.
— ¿Qué tal tu regreso a los Outer Banks? — pregunta Brooke mirando el perfil del chico.
— Horrible. — suspira Rafe. — Acabamos de llegar y mi padre ya me está encargando mil cosas.
— Nada que el gran Rafe Cameron no pueda solucionar. — comenta Brooke burlona.
Ya lejos de la fiesta, ambos escucharon un alboroto provocado por gente pero decidieron ignorarlo.
A medida que caminaban, sus pasos se hacían más lentos y sus brazos se rozaban provocando que la piel de ambos se erice.
— ¿Qué tal tú?
— Bueno. Mi madre sigue igual de distante que siempre y hace unos días me planteó la idea de que pronto debía encargarme de sus negocios. — explica Brooke con la vista al frente.
Rafe y Brooke siempre habían sido confidentes. Desde que se conocen se lo contaban todo, no había secretos entre ellos y siempre intentaban ayudarse el uno al otro.
Cuando llegan junto al auto, el chico nota como la mirada de Brooke se apaga cuando habla de su madre y no duda en agarrar su mejilla y obligarla a mirarlo.
— Serás la mejor empresaria del mundo. — murmura Rafe mirándola.
Brooke sonríe levemente agradecida de tener a alguien a quien podía contarle sus problemas y saber que siempre la iba a apoyar.
Por otro lado, Rafe no podía dejar de mirar sus ojos verdes, el chico juraría que de cerca era mucho más atractiva.
Cuando Rafe bajó su mirada en los labios de ella, supo que no podría retenerse más y acercó sus labios a los de ella, la había extrañado.
Brooke se sorprendió ante ese acto. Sin embargo, no se apartó, de echo, lo acercó más a ella tratando de sentir el calor de su cuerpo. Rafe respondió a eso agarrando la cintura de Brooke para atraerla más a él y sintiendo como ella aumentaba la velocidad del beso.
El chico caminó hasta la puerta del auto sin separarse de Brooke. Abrió la puerta de copiloto y rápidamente se sentó mientras la chica se sentaba sobre él sintiendo que la ropa sobraba.
[...]
— Gracias por traerme, Rafe. — agradece la chica cuando el auto frena frente a su casa.
— Sabes que no es molestia. — asegura el chico admirándola.
Su pelo estaba algo despeinado y sostenía sus sandalias de tacón entre sus manos pero él pensó que aún así se veía igual de elegante y hermosa que siempre.
Brooke bajó del auto y cuando llegó a la ventana de Rafe, el cual había bajado el cristal, se acerca para darle un beso en la mejilla pero él voltea el rostro haciendo que el beso acabe en sus labios.
— Idiota. — sonríe la chica cuando se aleja de él.
Rafe solo le lanza un beso desde dentro del auto y cuando ella desaparece por la puerta de la casa, se marcha.
Así había sido siempre la relación entre ellos. A ojos de la mayoría eran simples amigos pero otras personas sospechaban que algo más pasaba entre ellos. Y es que cuando estaban a solas, ninguno se esforzaba en evitar acabar en la cama junto al otro.
Nota de la autora 🪐
•¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿La relación #Brafe?
