Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
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Al día siguiente, Sarah había avisado a Brooke de que los Pogues se reunirían en el Chateau. Pero si era sincera, no le apetecía nada ir.
No había hablado con JJ desde que se pelearon y tampoco tenía pensado hacerlo, consideraba que quién debía hablarle primero era él.
Pero por mucho que las cosas estén tensas, Brooke no quería abandonarlos. Así que se encontraba frente a la mansión Cameron para intentar averiguar algo sobre la cruz.
Los azules ojos de Rafe se posan en ella desde el balcón de la casa, el chico la mira sonriente mientras sostiene su teléfono cerca de la oreja.
— Espera, papá. — le dice Rafe al teléfono para después mirar a Brooke y lanzarle las llaves de la casa desde arriba.
Brooke atrapa las llaves en sus manos y se acerca a la puerta para abrirla. Enseguida, sube las escaleras y llega al balcón principal de la mansión, donde Rafe ya se encontraba colgando la llamada con su padre.
— Buenos días. — él se acerca, abrazándola por la cintura mientras dejaba un beso en su mejilla.
— ¿Toda esta felicidad es por la cruz? — pregunta Brooke con una leve sonrisa, correspondiendo el abrazo del chico.
— ¿Por qué más sería? — comenta Rafe, pero Brooke ya sabía eso. — En un futuro no muy alejado podremos irnos muy lejos, solos.
— Y, ¿dónde está? — pregunta Brooke.
— ¿Me estás interrogando? — Rafe se aleja de ella frunciendo el ceño mientras se sienta en uno de los sofás.
— No, sólo... — Brooke se mueve por el sitio. — No creo que sea fácil esconder algo tan grande.
— Es curioso que me preguntes por ello, porque... — Rafe finge que piensa algo. — ¿Sabes qué me comunicaron anoche?
Brooke permanece en silencio, notando el tono sarcástico en la voz del rubio.
— Me dijeron que tus amigos los Pogues intentaron robar la cruz. — afirma Rafe mirando hacia la morena. — ¿Será que te han mandado a que consigas información?
— Rafe.
— No, Brooke. — interrumpe el chico Cameron. — Pensé que estabas conmigo.
Ella intenta ocultar la mueca de dolor en su rostro. Toda la situación la sofocaba, se sentía como hace meses cuando buscaban el oro.
— Rafe. — Brooke se agacha frente al chico, sentado en el sofá.
— Y no pienses que no sé que sólo te quedaste conmigo en aquel sitio para que Kiara buscase a tus amigos. — interrumpe él, señalándola.
— ¡Son mis amigos y mi hermano! — exclama Brooke. — ¿Qué querías que hiciera?
— ¡Elegir! — Rafe la mira frunciendo el ceño enfadado. — Elegir, Brooke.
