Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
— ¿No se trata de la cruz? — pregunta Rafe frustrado.
— Pues sí. — Singh sonríe. — Se trata de la cruz, pero también de algo muchísimo más grande. En realidad, hablamos de completar una gran búsqueda.
Mientras Singh hablaba, Brooke no puede evitar mirar de reojo al chico Cameron que movía su pierna con impaciencia, estaba claro que lo habían engañado.
— Miren, la historia se remonta a hace 450 años cuando un soldado español salió de la Cuenca del Orinoco, en Venezuela, con un puñado de cuentas de oro. — comenzó a relatar el hombre. — Y cuando le preguntaron que de donde las había sacado, respondió que se las había dado una tribu indígena que vivía en una ciudad de oro, El Dorado.
Brooke se deja caer en el respaldo del sofá mientras cruza sus piernas, comenzando a aburrirse.
— Y desde ahí, muchos han intentado buscar ese oro, miles de vidas destrozadas por la fiebre del oro. — dice Singh con algo de emoción. — ¿Saben? Me corresponde a mí completar esa tarea. Y ustedes tres formarán parte de ella. ¿Qué me dice, señorita Carrera?
— Soy más de mirar al futuro. — responde Kiara sin mirar al hombre.
— Mira, me da igual lo que hayas dicho. — interrumpe Rafe, tocándose el puente de la nariz. — ¿Hasta cuando seguirás filosofando?
— Eres muy directo, señor Cameron. — responde Singh mirándolo fijamente mientras que Rafe no aparta su mirada tampoco.
— ¿Qué quieres de mí? — Brooke interrumpe esa guerra de miradas, cruzándose de brazos mirando directamente al hombre de barba.
— Es sencillo, señorita Smith. — habla Singh dejando de mirar al chico Cameron. — He sabido que usted, la señorita Carrera y vuestros amigos están en posesión de algo que puede ayudarme a conseguir lo que quiero.
— ¿El qué? — pregunta esta vez Kiara.
— Un antiguo manuscrito, un diario, de hecho. — le responde Carlos. — No estaba seguro de si lo tendría la señorita Smith en Outer Banks o si lo tendríais usted y sus amigos en donde quiera que hayan estado, así que tuve que traerlas a ambas.
Brooke fija su mirada en el suelo sabiendo, perfectamente de que está hablando y cuando Kiara no responde, sabe que ella también lo recuerda.
— No sabemos nada de ningún diario. — Brooke eleva su mirada hasta el hombre sintiendo los ojos de Rafe de nuevo en ella.
— Tu familia, señorita Smith, ha estado involucrada en todo el asunto del Royal Merchant. — afirma Singh. — Estoy seguro de que sabes algo.
— Mi madre se apartó de esa búsqueda hace mucho tiempo. — dice Brooke, incorporándose en el sofá.
— No hablo sólo de su madre.
Brooke frunce su ceño sin entender lo que ese señor acababa de decir, dando una rápida mirada a sus dos acompañantes.
—Oiga, queremos ayudarle pero... — Kiara intenta suavizar la situación.
— Ya le he dicho que no sabemos de qué habla. — interrumpe Brooke, recibiendo la inmediata mirada de reproche de Kiara. Sea como sea, lo importante era salir de ahí enseguida.
— Esperaba que no dijeran eso. — el hombre mira fijamente a Brooke, comenzando a hablar con un tono más enfadado. — Porque por desgracia, no les creo. Ustedes y su amigo no habrían encontrado la cruz sin él.
— No es mi amigo. — responde Kiara mirando a Rafe de reojo.
— Esto es absurdo, ¿vale? Me voy. — Rafe se levanta del sillón en el que estaba sentado y mira a Brooke. — Nos vamos.
Brooke frunce su ceño ante eso. Pero cuando Rafe llega a la puerta, un soldado armado aparece frente a él, deteniéndolo.
— ¿Le parezco imbécil, señor Cameron? — pregunta Singh. — Usted tiene la cruz y ellas y sus amigos la tuvieron en su momento, es decir, uno de vosotros tiene el diario.
Rafe dirige su mirada hacia ambas chicas.
— Y si es verdad que no lo sabe. — sigue hablando Singh con un tono amenazante. — Le sugiero que convezca a sus amigas para que me lo digan. Cuando tenga el diario, serán libres de irse.
Brooke se levanta de su asiento al igual que Kiara cuando Singh dirige a los tres hacia una habitación.
— Disfruten su estancia, aunque les advierto que no soy un hombre de paciencia, tienen un día. — dice el hombre, sonriendo falsamente. — Les haré una demostración por la ventana.
Singh se va y otro hombre cierra la puerta. Rafe de inmediato intenta abrirla.
— Está cerrada. — le dice Kiara, suspirando mientras se dirige a una de las ventanas.
Brooke camina hacia otra ventana siendo seguida por Rafe. Un par de soldados aparecen en el exterior, sujetando a otro hombre de ropas viejas y su pelo recogido en una coleta.
— ¿Quién coño es ese? — murmura Rafe cerca del rostro de Brooke, lo que le provoca un escalofrío.
— Lo conozco. — dice Kiara desde la otra ventana. — Es Jimmy Portis, intentó ayudarme.
Detrás de los soldados aparece Carlos Singh, el cual se voltea hacia la ventana y los mira mientras saca una pistola de su traje.
Singh desaparece de su vista y unos segundos después, el sonido de la pistola retumba por todo el lugar haciendo que Brooke se sobresalte en su sitio y a su lado Rafe cierre los ojos.
Brooke se aparta de la ventana para acercarse a Kiara, la cual respiraba agitadamente.
— Ese diario. — Rafe voltea hacia ambas chicas. — No me jodas, ¿tenéis el diario?
Brooke y Kiara se miran en silencio entre ellas ante la mirada expectante de Rafe.
— No. — responde Brooke mirando seria al chico Cameron.
Nota de la autora. 🪐
•¿Qué opinamoooss? Sinceramente amo la tensión que hay entre Rafe y Brooke, ¿Estallará la tensión?
•Señoras y señores, prepárense para el próximo capítulo porque hay escena #Brafe... 🤭🤭
