Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
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— ¡Buenos días! — Brooke entra a la casa con algunas bolsas en sus manos.
Esa mañana, John B fue a pescar con Ward por lo que los Pogues no tenían nada que hacer y Brooke aprovechó para ir a visitar a Rafe.
— ¿Brooke? — Rafe sale de la terraza sin camiseta y con una cerveza en su mano. — ¿Qué haces aquí?
— He venido a desayunar contigo. — contesta ella, quitándole la cerveza de la mano. — Deja eso y ayúdame.
Brooke se dirige a la cocina y deja las bolsas sobre la encimera para después sacar una sartén.
— Me he dejado mi teléfono en el coche. — comenta Brooke. — Ahora vengo.
La chica Smith va hacia su auto para tomar su teléfono, al regresar a la cocina se encuentra con la imagen de Rafe friendo unos trozos de bacon en la sartén.
Brooke se acerca al rubio para su espalda con ambos brazos, dejando un pequeño beso en su piel desnuda.
— No los quemes. — murmura ella.
— Muy graciosa. — se burla Rafe para después dejar un beso en la cabeza de la chica.
Mientras Rafe acababa de hacer el bacon, Brooke prepara unos zumos de naranja. Cuando lo preparan todo, llevan la comida a la mesa de la terraza y se sientan.
— ¿Y bien? — pregunta Brooke. — ¿Cómo has conseguido que los Glisten te dejaran quedarte aquí?
— Están de vacaciones. — comenta Rafe mordiendo una tostada. — No saben que estoy aquí.
Brooke rueda los ojos negando. — Podrías haber venido a mi casa.
— No quería causarte problemas con tu madre.
— A mi madre le importo una mierda. — murmura la chica dando un trago a su zumo.
La pareja pasa toda la mañana y toda la tarde hablando de todo y poniéndose al día ya que llevaban unos días en los que no podían pasar mucho tiempo juntos.
En toda la tarde, Brooke no recibió ningún mensaje de los chicos ni de Sarah, ya que se suponía que esa noche sacarían el resto del oro del pozo.
Había pasado el día haciéndole fotos a Rafe para molestarlo por lo que la poca batería que quedaba en su teléfono, se gastó.
