Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
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La tarde había pasado en un silencio sepulcral. Rafe daba vueltas, pensativo, por toda la habitación. Kiara lo odiaba, por lo que se había limitado a sentarse en la cama y no decir nada.
Brooke se había sentado junto a su amiga, preguntándole donde había estado todo este tiempo, pero después se le hizo imposible no perseguir con la mirada al chico Cameron, quien además de no hablar, estaba empezando a ponerla nerviosa con su caminata.
La última vez que lo vió, Ward estaba inconsciente en una de las habitaciones de aquel barco y ella no podía dejar de gritarle, golpearle y maldecirle por haberla separado de sus amigos.
Aunque a pesar de todo, después de insistirle, él dejó que se marchara; dejó que se alejara de él sin ningún impedimento. Algo en la cabeza del chico había cambiado y en vez de retenerla a su lado, que es lo que hubiera hecho normalmente, dejó que se fuera.
En mitad de la noche, Brooke se había despertado a causa de una de las tantas pesadillas que había estado teniendo sobre la noche en la que Axel murió.
Kiara dormía a su lado, en la cama, con el pijama de seda que había encima de una de las sillas y que ella misma llevaba igual pero de color negro. Brooke se incorpora en la cama quedando sentada. Su vista se dirige a Rafe, quién estaba acostado en la alfombra del suelo con un simple cojín bajo su cabeza.
Un suspiro sale de sus labios mientras se levanta de la cama para dirigirse a la ventana. Fuera, seguían los mismos soldados vigilando los alrededores. Un ruido en la habitación la hace voltear sobresaltada para encontrarse con la silueta de Rafe, de pie frente a ella.
— Mierda, Rafe. — jadea ella, llevando la mano a su pecho.
— Lo siento. — murmura él, acercándose a ella. Cuando llega a su lado, la luz de la luna que entra por la ventana ilumina levemente su rostro.
Brooke se cruza de brazos mirando de nuevo por la ventana, sin intención de decir nada.
— ¿De verdad no tenéis el diario? — pregunta Rafe, provocando que Brooke niegue con la cabeza a la vez que una mueca se forma en su rostro.
Unos silenciosos minutos después, Rafe estaba apunto de alejarse para seguir durmiendo, pero Brooke habló.
— ¿Cómo te ha ido?
— Bien. — se limita a responder él, sorprendido por la pregunta. No esperaba que la chica se interesase por él después de todo.
— Lo imaginaba. — Brooke asiente todavía con su vista fija en la luna. — Te llevaste la cruz.
Rafe supo en que dirección iba la conversación cuando notó algo de rencor en esa frase.
— Siento lo que hice. — dice él mirando el perfil de la chica. — Siento todo el daño que te he hecho. Nunca he querido eso, pero ahora veo que, inconscientemente, siempre lo hacía. Eras la persona que más amaba en este mundo y lo último que quería era joderte más de lo que ya estabas.
Nunca había escuchado a Rafe usar el tono tan sincero con el que había hablado; y eso dolía porque se sentía como si finalmente estuvieran pasando página.
Por otro lado, Rafe sentía que por primera vez estaba hablando coherentemente a la mujer que tanto amaba. Por fin había comprendido que, no era que no la amase, sino que no sabía cómo amarla. Y eso es lo que había jodido toda su relación en el pasado.
— Todas esas veces que me decías que cambiarías a mejor, te creía. Te creía, pero después lo arruinabas todo. — dice Brooke en voz baja, alzando por fin su mirada hacia los ojos azules del rubio. — Pero parace que lo estás logrando, aunque tal vez sea tarde.
— ¿Crees que es tarde? — pregunta Rafe sin saber describir los sentimientos que estaba sintiendo en ese momento.
— Ojalá no lo sea.
— Nunca es tarde, Brooke. — Rafe agarra las manos de la morena frente a él, pero ella no lo mira con el mismo entusiasmo.
— Rafe, ¿sabes cuántas veces hemos estado en esta situación? ¿Y cuántas veces ha acabado peor que la anterior? — pregunta ella con una sensación de nostalgia en su cuerpo. — No quiero que vuelva a acabar mal.
Y por primera vez, Rafe no intentó convercerla de que todo saldría bien. Él entendió que tal vez ahora no era el momento.
Ambos debían arreglar sus problemas por separado para poder estar juntos. Brooke ya los había solucionado, pero aún quedaba él.
— Lo arreglaré. — asegura él.
— Y yo te esperaré. — Brooke sonríe al sentir el cálido beso que el rubio deja sobre su cabello antes de que ambos regresaran a dormir con una sensación agridulce en ellos.
Brooke tenía claro que esta sería la oportunidad definitiva para que el chico le demostrase que merecía la pena. Si él la desperdiciaba, la perdería para siempre.
Nota de la autora. 🪐
•VALE. Hoy estaba inspirada y ha salido este capítulo. Espero que les guste de verdad 😊
•Para mi, este cap ha estado bastante intenso y también deja más puertas abiertas a que pueda pasar cualquier cosa entre estos dos. Pero por el momento, #Brafe está en tensión constante 🤭🤭🤭
