Kiara 🐢✨
Ward se lleva el oro a las Bahamas, y Sarah va con él.
Pasamos por tu casa en 5.
Eso fue lo primero que Brooke vió cuando detuvo su auto frente a su casa.
¿De qué se había perdido? ¿Ward tenía el oro? ¿Por qué Sarah iba con él?
Rápidamente, Brooke mete el auto en el garaje de su casa y cuando está a punto de salir para esperar a los Pogues, la voz de su madre la detiene.
— ¿Dónde crees que vas, Brooklyn?
— ¿Ahora si me diriges la palabra, mamá? — pregunta Brooke, apresurada. — Sarah me está esperando, tengo prisa.
Cuando Brooke está por abrir la puerta principal de la casa, la mano de Elisa rodea su muñeca con fuerza impidiendo que salga.
— Deja de mentirme, Brooke. — dice seriamente la mujer. — Sarah está con su padre, se van de viaje.
— ¿Cómo sabes eso? — pregunta confundida la chica tratando de soltarse de su agarre.
— Ve a tu habitación.
— ¿Qué?
Antes de que Elisa pudiera decir algo más, la bocina de la camioneta de John B suena desde el exterior de la casa provocando que madre e hija se miren entre ellas.
— ¿Qué hacen aquí esos Pogues?
Cuando Brooke no contesta, Elisa la obliga a subir las escaleras con fuerza hasta llegar a su habitación.
— No hagas ruido. — Elisa empuja a su hija hacía el interior de la habitación para después cerrar la puerta con llave.
El ruido del timbre suena por toda la casa.
— Oh, hola, Kiara. — sonríe levemente la mujer cuando abre la puerta.
— Hola, señora Smith. ¿Está Brooke? — pregunta la chica de cabello rizado.
— No, lo siento, aún no ha llegado, debe de estar con Rafe. — responde Elisa, fingiendo amabilidad.
Mientras tanto, Brooke en su habitación, intentaba abrir la ventana pero estaba bloqueada.
— Joder. — murmura para después acercarse a la puerta y comenzar a golpearla. — ¡Chicos! ¡Estoy aquí! ¡John B! ¡Kie!
Pero para su mala suerte, Kiara ya había abandonado la casa Smith y una furiosa Elisa subía las escaleras.
Brooke se aparta de la puerta cuando ésta se abre bruscamente.
— Te dije que no hicieras ruido. — dice la mujer entre dientes, cerrando la puerta detrás de ella.
— ¿Ahora secuestras a tu propia hija? — le pregunta incrédula Brooke.
— No te estoy secuestrando, Brooklyn. — contesta la mujer. — Soy tu madre y si te digo que no puedes salir, no vas a salir. Pero tranquila, solo será hasta que Ward nos de la parte que nos corresponde.
— ¿De qué estás hablando? — pregunta Brooke.
— Del oro, hija. — responde Elisa con una sonrisa. — He estado investigando junto a Ward durante mucho tiempo, y por fin lo tenemos, Brooke, el Royal Merchant.
Elisa estaba metida en la búsqueda del Merchant, desde el principio.
Ella sabía lo que pasó con Big John y Ward en aquel barco, y también sabía lo que Ward pretendía hacerle a John B cuando fueron a pescar.
— Vosotros no habéis encontrado nada. — murmura Brooke alejándose de su madre. — John B lo hizo, mis amigos lo hicieron.
— Eso no importa, Brooklyn. — dice Elisa. — Lo que importa es que por fin tenemos el dinero, por fin podremos vivir despreocupadas del dinero que el desgraciado de tu padre se llevó en su momento. Esto es por ti, cariño, para que puedas vivir tranquila, formar una familia.
Elisa Smith siempre había sido una mujer orgullosa y cuando su marido la abandonó a ella y a su hija, tuvo que cargar con sus deudas. Pero con el tiempo, pudo pagarlas y montar su propio negocio, criar a su hija sin que le faltara nada.
— Mamá... — murmura Brooke, a pesar de todo su madre se preocupaba por ella a su manera.
— Lo siento, Brooke. — dice Elisa limpiando una fina lágrima que caía por su mejilla. — Pero si tengo que retenerte aquí, lo haré, en un futuro me lo agradecerás.
Dicho eso, Elisa vuelve a irse cerrando la puerta detrás de ella dejando con la palabra en la boca a su hija.
Pero Brooke no podía quedarse ahí sin saber nada de sus amigos, de Sarah o Rafe.
Con la mirada, buscó su teléfono pero no aparecía por ningún lado. Su madre se lo había llevado y ni siquiera se había dado cuenta.
— Qué cabrona.
[...]
Había llegado la noche y Brooke ya se había rendido, no había forma de abrir la puerta y mucho menos la ventana.
No sabía que estaba pasando fuera, ¿se habría llevado Ward el oro? ¿Estaría Sarah con él?
— Brooke. — la voz de Elisa llega a sus oídos por detrás de la puerta. — Te traigo la cena.
La morena cabellera de Elisa se hace visible cuando la puerta se abre.
— Mamá, tienes que dejarme salir, por favor. — suplica Brooke levantándose de su cama. — Tengo que ver a Rafe o a Sarah...
— Siempre me habéis encantado como pareja. — comenta Elisa dejando la bandeja de comida en el escritorio. — Rafe es buen chico, Brooke.
— ¿A qué viene esto? — pregunta Brooke enfadada.
— Debes estar con él y evitar que haga alguna tontería más. — dice Elisa, esta vez más sería. — Brooke, la sheriff Peterkin ha muerto.
— ¿Qué? — Brooke no entendía nada, ¿que mierda había pasado esa tarde?
— Rafe le ha disparado.
Después de escuchar esa frase, Brooke se deja caer sobre su cama. No podía ser, Rafe no haría algo así, él no era un asesino.
— No... No puede ser, mamá, ¿Rafe? No, él no...
— Brooklyn, escúchame. — Elisa agarra el rostro de su hija entre sus manos. — Debes apoyarlo y sobre todo protegerlo, no puedes decir nada.
— Pero...
— Pero nada, hija. Ward se está encargando de todo, llevaremos el oro a las Bahamas más tarde, ¿vale?
Brooke estaba en shock, no podía responder.
— La policía cree que John B le disparó.
Esa frase hizo que la chica reaccionara.
— ¿Qué?
— Así que a Rafe no le pasará nada...
— ¡Mamá! ¿Qué mierda te pasa? ¡No podéis culpar a John B! ¡Estás loca!
— ¡Cállate, Brooklyn! — grita Elisa haciendo callar a su hija. — ¡Es por nuestro bien! Y no se habla más.
La puerta se cierra bruscamente.
— ¡Mierda! — Brooke se levanta de la cama. — ¡Sácame de aquí, Elisa!
Brooke golpea la puerta fuertemente para después tirar todos los libros y la comida que había en el escritorio al suelo provocando un estruendo.
Nota de la autora. 🪐
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𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳𝘪𝘵𝘦 𝘤𝘳𝘪𝘮𝘦 ━━━ Rafe Cameron
FanfictionBrooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo. Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...