Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
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Cuando llevaron a JJ y Kiara al hospital, las enfermeras les dijeron que ambos debían pasar doce horas en la cámara hiperbárica, así que el resto se fue a casa y Brooke se dirigió a Figure Eight.
— ¿Rafe? — Brooke abre la puerta de su casa.
— Hola. — él sale del interior de la cocina con dos copas de champán en sus manos.
— Vaya. — ella sonríe y toma la copa que él le tiende. — ¿Qué celebramos?
— He visto a Hollis. — suelta Rafe sentándose en el sofá.
Brooke borra su sonrisa. — ¿Qué?
— Tranquila. — Rafe se ríe. — Me ha explicado el proyecto que quiere hacer.
— No me gusta. — Brooke suspira y se sienta junto a él
— Eso es porque estás celosa. — se burla él.
— ¿De la asaltacunas? — ella alza más cejas. — Ni de coña.
— Ya. — tararea Rafe dando un trago a su copa.
— Lo digo enserio, Rafe. — dice Brooke de forma más seria. — No me fío de ella, sólo querrá sacarte dinero.
— Oye, no soy tonto. — dice él. — No me la va a jugar.
— Está bien. — Brooke se levanta del sofá y deja su copa vacía en la mesa para después tenderle ambas manos a su novio. — Vamos a dormir.
Rafe sonríe ladinamente y toma sus manos para levantarse. Ella lleva una mano a la parte posterior de su cuello y lo acerca para darle un beso en los labios.
...
Al día siguiente, Brooke abre los ojos cansada y con su mano, busca su teléfono en el suelo. Cuando por fin lo encuentra, lo enciende y lee el mensaje.
John B El viejo está muerto Te vemos en el hospital
Ella se levanta de golpe sintiendo que todo el sueño se esfumaba de su cuerpo. — No me jodas.
— ¿Qué pasa? — pregunta la adormilada voz de Rafe.
— Luego te cuento, tengo que irme. — responde ella, levantándose y buscando algo de ropa apresurada.
Brooke sale de la casa y sube a su coche para empezar a conducir hacia el hospital de la isla. Veinte minutos después, la chica se detuvo frente a la puerta del hospital, aunque no le dió tiempo a bajarse porque JJ y Kiara corrían en su dirección para subirse al coche.
— ¿Qué hacéis? — pregunta Brooke alarmada.
— ¡Arranca! ¡Venga! — exclama JJ.
Brooke no tarda en hacerle caso a su hermano y empieza a conducir lejos de ahí.
