Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Finalmente, consiguieron empeñar los pendientes de Brooke y consiguieron una habitación para dos en un pequeño motel.
— ¿Qué estás haciendo? — pregunta Rafe viendo la intención de Brooke de quitarse la ropa.
— No voy a dormir con la ropa mojada, Rafe. — responde ella. — No mires.
Enseguida, el rubio eleva las cejas divertido mientras se cruza de brazos. — No sería la primera vez que te veo sin ropa.
— Si no me haces caso también será la última. — dice Brooke, cruzándose igual de brazos notando como la sonrisa del rubio se ampliaba.
— ¿Acaso pensabas que habría más veces? — pregunta Rafe.
— ¿Lo pensabas tú? — contraataca Brooke.
— Todo el tiempo.
Brooke rueda los ojos sin poder contener la sonrisa que sale de sus labios. Finalmente, se adentra al baño para poder quitarse la ropa tranquila.
Minutos después, sale del baño enrollada en una toalla debajo de la cual sólo llevaba la parte de abajo de su ropa interior.
Rafe ya se encontraba dentro de su cama mirando hacia el techo. La chica deja su ropa húmeda junto a la del chico, cerca de la ventana para que a la mañana siguiente estuviese seca.
— Buenas noches. — dice Brooke acostándose aguantando las ganas de meterse en la misma cama que el chico.
— Buenas noches, Brooklyn.
[...]
— Vamos, Brooke. — la voz de Rafe la despierta sintiendo como le lanzaba el pijama de satén que Singh le dió.
— Mmm. — la chica se frota los ojos, suspirando. — ¿Qué hora es?
— Las ocho.
— ¿Las ocho? — repite Brooke, abriendo los ojos enfadada. — ¿Por qué tan temprano?
— Vamos a salir de aquí. — responde Rafe cerrando los botenes de su camisa. — Voy a entregar las llaves de la habitación, no tardes.
Cuando el rubio sale de la habitación, Brooke suspira pasando las manos por su rostro antes de levantarse para vestirse.
Unos minutos después, Brooke baja las escaleras del motel encontrando a Rafe apoyado en una pared de la recepción.
— Vale, vámonos. — dice llegando al lado del rubio.
Rafe asiente antes de salir apresurados a la calle. En pocos minutos, ambos se encontraban en una de las calles en las que había mercado.
