Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
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Hacía un rato que Brooke había llegado a la pista en la que el avión de Ward Cameron esperaba.
JJ aún no había regresado con Kiara y el sol ya había terminado de esconderse, dejando caer la noche sobre Outer Banks.
— Tardan mucho. — resopla Sarah levantándose del suelo.
— No podemos esperar más. — niega Pope, quien estaba sentado en las escaleras del avión junto a Cleo.
— Los esperaremos un poco más. — dice John B.
— ¿Hace cuánto se fue? — pregunta Brooke.
John B la mira, sabiendo que la respuesta no daría muchas esperanzas. — Nueve horas.
Brooke traga en seco sabiendo que eso era demasiado tiempo esperando.
— Podríamos esperar una hora más. — sugiere ella. — Pero solo una.
Antes de que alguien pudiese decir algo más, el ruido de una moto acercándose los interrumpió.
— Esperad. — Sarah mira hacia el vehículo. — Podrían ser ellos
Y efectivamente, la moto frena frente a ellos con dos sujetos sobre ella. Pero no eran JJ y Kiara, y Brooke lo supo en cuanto reconoció al conductor.
— ¿Rafe? — Brooke dió un paso adelante cuando el rubio se quitó él casco.
El segundo sujeto no dejaba de soltar quejidos y Brooke pudo ver una herida sangrante en su pierna.
— Ey. — Rafe bajó de la moto con intención de ayudar a la otra persona. — ¿Estás bien?
Todos los Pogues se encontraban frente a esa escena, mirándolos totalmente confundidos y sin saber que hacer.
La segunda persona cayó al suelo al intentar bajar de la moto y enseguida Rafe se agachó para ayudarlo.
— ¡Ayudadme!
Brooke iba a acercarse para hacer lo que su novio había pedido pero se detuvo en seco cuando él mismo le quitó el casco al sujeto y dejó ver el rostro de Ward Cameron.
Sarah dejó escapar un pequeño jadeo mientras que Brooke y John B se miraron con una mueca que demostraba que Ward no les agradaba.
Finalmente, fue Sarah quien se acercó para ayudar a levantar a su padre.
— ¿Qué ha pasado, Rafe? — pregunta Brooke sin entender nada al igual que el resto de Pogues, quienes parecían estar mudos.
— Subamos al avión. — dice Rafe pasando el brazo de Ward por alrededor de sus hombros para ayudarle a caminar junto a Sarah.
— ¿Qué ha pasado? — vuelve a preguntar esta vez la rubia.
— La policía sabe que está vivo. — responde Rafe agitado. — Tenemos que sacarlo de la isla ahora.
Rafe metió a su padre dentro del avión mientras que Sarah volteó hacia ellos angustiada.
— Mierda. No puede estar pasando — maldice la chica Cameron, llevándose las manos a la cabeza antes de adentrase al avión.
— No, claro que no. — dice Pope algo enfadado mirando a John B. — No podemos subirnos a un avión con ellos. No, imposible.
John B permació en silencio mientras Brooke mordía su labio con nerviosismo.
— ¿Vamos a ir? — pregunta Cleo.
Sarah vuelve a bajar del avión. — Si se queda en la isla, lo arrestarán.
— No Sarah, no lo entiendes. Ellos...— dice John B.
— Es su avión, John B. — interrumpe la rubia. — Aún así, nos llevará al Orinoco. Si no quieres subir, lo entiendo, buscaremos otra manera.
— No hay otra forma. — murmura John B. — Vamos. Voy contigo, tú y yo.
— Vale. — Brooke es la primera en asentir intentando asimilar la situación.
— Subamos al avión. — dice John B mirando a Pope y Cleo. — Chicos, vamos al avión.
— ¿Con ellos? — pregunta Pope incrédulo señalando el avión.
— Sí, no hay otra opción.
— Sigamos el plan, sube. — le dice Cleo, convenciéndolo.
Cuando Pope iba a subir al avión, Rafe bajaba. Ambos se encontraron cara a cara, la expresión de Pope hacia el Kook era de puro odio. Rafe lo ignoró y terminó de bajar las escaleras. Sin embargo, Pope lo detiene con una mano en su hombro.
— Esto no ha terminado. — asegura el chico Heyward.
— Ey, no dejes que el diablo te tiente. — habla Cleo manteniéndolo a raya. — Sube.
Cuando ambos subieron al avión, Sarah también se encontró cara a cara con su hermano.
Mientras esa guerra de miradas sucedía, John B se acercó a Brooke.
— ¿Vendrá? — pregunta John B, señalando a Rafe.
— No lo dudes. — asiente Brooke. — No dejará a Ward herido y con un grupo de personas que lo odian.
Finalmente, Sarah sube al avión y John B va detrás de ella, no sin antes lanzar una mirada de odio a Rafe en el camino.
Rafe y Brooke eran los únicos que quedaban en la pista.
— ¿Ese era el asunto que tenías que arreglar? — pregunta Brooke.
— Cometí un error. — admite el rubio, enfadado consigo mismo. Brooke lo mira interrogante. — Mandé a alguien a matarlo.
Brooke abre los ojos sorprendida. Conocía a Rafe y sabía que era capaz de hacerlo, pero nunca pensó que finalmente lo haría.
— Otra vez me dejé llevar por la ira, mierda. — él sigue hablando, llevándose las manos a la cabeza y haciéndose daño.
— Al menos llegaste a tiempo. — Brooke se acerca a él, agarrando sus manos para alejarlas de su cabeza.
— Lo siento. — murmura Rafe mirándola. — Siento que lo arruiné todo otra vez, desde que llegamos...
— Desde que llegamos, ambos nos hemos mentido. — afirma Brooke. — Pero ahora debemos hacer este viaje, y después estaremos juntos.
Rafe asiente repetidamente, convenciéndose a sí mismo. — Está bien, vamos.
— Y, Rafe. — Brooke lo detiene de nuevo. — Sé que no te agradan mis amigos pero tú a ellos tampoco, así que te pido que no digas ni hagas nada que pueda enfrentarnos a todos. Por favor.
— Bien. — Rafe asiente mirándola para después sonreír un poco y acercar su rostro al de ella, recordando cuando la chica le habia dicho que lo amaba en su casa. — Yo también te amo.
Brooke sonríe hacia el chico antes de agarrar su mano y ambos dirigirse al interior del avión.
