Brooke había tenido una vida relativamente normal durante toda su vida, a pesar de que no se llevaba especialmente bien con madre. No fue hasta ese verano que toda su vida se empezó a venir abajo.
Lo que empezó como una pequeña aventura con un grup...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de leer la carta de Elisa, Brooke le sugirió a JJ que se mudase con ella. Él no estaba muy seguro de ello, pero Brooke consiguió convencerlo.
Casi siempre dormía en el Chateau para no cruzarse con su padre. Pero ahora tenía a Brooke, y ella no iba a permitir que su hermano menor viviese en esas condiciones.
Así que mientras JJ desempacaba sus pocas pertenencias, Brooke fue a visitar a Sarah.
En la entrada de la casa Cameron, Brooke pudo ver a Sarah llendo en su dirección con su bicicleta y Rafe quedando tras ella.
— Sarah. — Brooke saluda a su amiga cuando llega a ella. — ¿Cómo estás?
— Mejor que ayer, peor que mañana. — murmura la rubia intentando sonreir. — Voy a hablar con John B.
Brooke sabía que significaban esas palabras.
— ¿Y él? — pregunta la chica Smith mirando a Rafe por el encima del hombro de la rubia.
— Se ha disculpado. — dice Sarah sorprendiendo a Brooke. — Por lo de la otra noche.
Brooke asiente levemente. — ¿Y qué piensas?
— No lo sé, Brooke. — suspira la chica Cameron. — No sé si pueda volver a confiar en él alguna vez.
— Lo entiendo.
— Tú deberías hablar con él. — le dice la rubia mirando la mueca de confusión en su amiga. — Brooke, yo sé que él te ama, pero no tiene ni idea de cómo hacerlo.
— Sarah, intentó matarte. — le replica Brooke. — Rafe no está preparado para salir con alguien, y yo no estoy preparada para tener una relación con él.
Sarah aprieta sus labios para darle una leve sonrisa de comprensión antes de irse en su bicicleta.
Brooke mira hacia delante, encontrándose con la mirada de Rafe en ella, él había esperado a que terminase de hablar con Sarah.
Cuando la chica ve como Rafe comienza a caminar hacia ella, deja escapar un suspiro.
— Brooke...
— Hola. — saluda fríamente la morena.
— Hola. — responde el chico con una mueca. — ¿Podemos hablar?
Brooke suelta una risa sin gracia. — ¿Cuántas veces me habrás hecho la misma pregunta en este mes?
— Lo siento mucho. — dice el rubio.
— No es a mí a quien tienes que pedir disculpas. — interrumpe la morena.
— Ya le he pedido disculpas a Sarah. — contesta el rubio. — Pero a ti también, te hice daño... Y de verdad lo siento, Brooke, yo nunca he querido dañarte pero es que cuando me enfado...
