Amarte en la oscuridad | Ciel Phantomhive

Capítulo 45

Cuando recobré la consciencia me levanté lentamente para no levantar sospechas.

Ese aroma... debió hacer algo a mi cuerpo, me quedé dormida en un lugar desconocido...

Examiné rápidamente mi cuerpo y no veía rastros de alguna lesión, tampoco tenía dolor físico. Miré al conde que se había despertado abruptamente, me miró preocupado y asentí para indicarle que todo estaba bien, al menos por ahora.

Analicé la sala y comprendí que al parecer ninguno de los presentes, incluyéndonos, estaba en peligro, pero eso no decía nada sobre lo que sucedió cuando caímos dormidos. Cuando me levanté una mujer me dio comida como souvenir, vi que al conde le estaban dando muchos más que al resto.

Está muy delgado...

Meneé la cabeza para despejar mi mente de la preocupación del conde y me aproximé a él.

—¿Nos vamos?

(...)

—Bienvenidos —dijo Sebastian—. Parece que tare consigo mucho equipaje, joven amo.

—Violet insistió en dármelos —respondió.

El conde me ayudó a subir a su carruaje y Sebastian dio la señal al cochero para partir.

—¿Y bien? —preguntó—. Parece que se tomaron un buen descanso.

—Cuando comenzó el evento especial, las cuatro estrellas aparecieron y comenzaron a cantar —respondí—. Después de eso no tengo más recuerdos.

—Sospecho que emplearon un agente somnífero en el aire —continuó el conde—. Pero... aparentemente, ninguno de los asistentes recibió algún daño durante el evento, incluso nosotros, ¿encontraste algo por tu lado?

—Por coincidencia, me encontré con el inspector Abberline y me encargó que le diera un mensaje, joven amo —respondió—. Scotland Yard se encuentra confundido por cadáveres inusuales que han aparecido recientemente, no exhiben señales de lividez post mortem o heridas, de hecho, se les describe como extremadamente bellos.

—¿Cadáveres extremadamente bellos?

—Todos ellos proceden de diferentes estratos sociales y ocupaciones, y no tienen nada en común, eso ha complicado la obtención de datos durante la investigación —continuó—. Por lo tanto, Scotland Yard desea que le reportemos cualquier información de utilidad que hayamos obtenido.

—¿Scotland Yard se ha tragado su orgullo y ha buscado la ayuda de los aristócratas del mal, es decir, los Phantomhive? —preguntó divertido.

—En su opinión, aunque nuestros métodos sean diferentes, nosotros también tenemos como objetivo el proteger a los ciudadanos.

—Claro, entonces él es el tipo de hombre que no hallará éxito en su carrera —musitó—. Sin embargo, aún es muy pronto para juzgar si se trata de suicidios o asesinatos, me gustaría tener más información al respecto.

—Pensé que diría eso, así que hice algunas rondas por Londres para recabar información al respecto, mientras ustedes disfrutaban de su descanso, descubrí dieciocho diferentes cadáveres recientes —dijo el mayordomo—. No frui capaz de dilucidar si ya había comenzado algún proceso de descomposición, pero, entre ellos, localicé cinco que concordaban con la descripción de cadáveres extremadamente bellos. Todos fueron enterrados en el bosque Epping, en la zona oeste de área circundante de Londres.

—¿Cinco cadáveres en el mismo sitio? —preguntó el conde alarmado.

—Así es, de acuerdo con la información que recabé en la columna de personas desaparecidas del diario, y relacionándola con mis investigaciones en los bares y pubs... los cuerpos pertenecen a un vendedor callejero, un pintor, el dueño de una sastrería, una doncella y el tercer hijo de un comerciante.