Capítulo 53

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—De acuerdo, Snake, tú y tus amigos sacarán al... joven Phantomhive y a Sebastian del carruaje de Scotland Yard —decreté—. El resto deberá seguir el camino del pueblo, cuando salgan encontrarán a un hombre de gabardina azul que les entregará una carreta, díganle que son amigos míos.

—El joven amo...

—No es momento de estar desconcertados —interrumpí—. Rescataremos al con...

Me mordí un poco la lengua.

—Los vamos a rescatar —declaré—. Cuando los hayan encontrado, un hombre en las afueras de Londres, cerca del muelle les dará instrucciones para moverse sin ser vistos, seguirán un camino que los guiará a los inicios de las tierras de Helston.

Los sirvientes seguían un poco consternados por la actual situación.

—Les pido su apoyo para esta encomienda —susurré—. Sé que no soy su amo... y no estoy en posición de imponerles estas órdenes, jamás me atrevería a ir en contra de las órdenes de su amo...

—Señorita Alexandra... no... usted es la esposa del joven amo —dijo Finny—. Es una Phantomhive para nosotros, sus sirvientes, usted es nuestra ama también, seguiremos sus órdenes fielmente.

—Y más aún porque está empeñada en salvar al joven amo —secundó el chef—. Cualquiera que vea por el bienestar del joven amo, me agrada.

—Sin usted, el joven amo no tendría un lugar en donde refugiarse —terció Meyrin—. Estamos muy agradecidos por que usted siga viendo por el joven amo.

—Smile está en peligro —intervino Snake—. Y estamos felices de seguir tus órdenes, Happy, dice Emily.

Sonreí conmocionada y asentí.

—Gracias por confiar en mí —les dije—. Cuando lleguen a los inicios de mis tierras, toquen la puerta de cualquier casa, y digan... protección por devoción, les darán acceso a un túnel que conecta directamente con mi hogar, yo los estaré esperando.

—¡Sí señorita!

Los sirvientes de bajaron del carruaje y los vi alejarse con un paso decidido.

—Regresemos a la mansión George —le dije.

—Como ordene excelencia.

(...)

Al llegar a mi mansión Harriet como siempre me recibió, no pudo ocultar su emoción al verme con vida y en una sola pieza.

La miré con tristeza y me dejé caer al suelo, sabía que no llegaría a tocarlo, los reflejos de Harriet habían mejorado mucho desde las lecciones de Sebastian, así que antes de poder llegar al suelo ella me acogió en sus brazos y me eché a llorar todo lo que había reprimido hasta ahora.

Era un llanto incontrolable, todo mi cuerpo temblaba y todo lo vivido pasaba a toda velocidad por mi mente, no podía escapar de ese sentimiento de mentiras e incertidumbre.

—E-era... ver... dad... Harriet... él... me engañó...

Ni siquiera era capaz de hablar con propiedad, no había palabras para poder decirle todo lo que sentía en este momento, la última vez que yo había llorado fue cuando mis amados padres fueron asesinados. Habían pasado ya siete años desde ese acontecimiento.

Harriet no dijo nada, se limitó a quedarse en el suelo, arrullándome con sus brazos y acariciando suavemente mi cabeza.

La cabeza me daba vueltas y comenzaba a punzarme de tanto llorar, había mojado con mis lágrimas el uniforme de Harriet y todavía más con lo mojado de mi ropa por la inmensa lluvia.

Amarte en la oscuridad | Ciel PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora