Amarte en la oscuridad | Ciel Phantomhive

Capítulo 52

—Tú...

—Lo escuché todo de parte del pequeño Will, pero... ahora compruebo que es un antiguo shinigami el que está reviviendo a los muertos —dijo el shinigami—. A decir verdad, despierta mi interés, debe haber algo roto dentro de tu cabeza, le echaré un vistazo después de que te atrapemos.

Undertaker se rio con malicia.

—¿Algo roto dentro de la cabeza de tu servidor? —preguntó—. ¡Tú menos que nadie puede decirme algo como eso! ¡Othelo!

Bueno... puede que eso sea verdad...

—Quien pensaría que uno de los reclusos de la sección científica vendría en persona a este lugar —continuó—. ¿A qué debemos semejante honor?

—Has ido demasiado lejos con tus acciones, y no puedo dedicarme a mis investigaciones en paz y tranquilidad debido a tu escándalo —respondió—. Por eso vine personalmente a reprender a un niño tan travieso como tú.

Desenfundó una pequeña guadaña de la muerte.

—Eh... pero qué miedo.

—no te veo reflexionando por ello, a los sujetos como tú... ¡no importa cuánto lloren y me rueguen que me detenga! —declaró—. ¡Siempre los atrapo!

La parca arrojó con tan poca fuerza su guadaña que ni siquiera alcanzó al primer descanso de la escalera, donde el muerto viviente y Undertaker se encontraban.

Eso fue... decepcionante.

Undertaker se echó a reír hasta morir.

—¡No has cambiado nada! —chilló—. ¡Es prácticamente un don lo malo que eres para el combate cuerpo a cuerpo!

—Últimamente, había contraído una máquina para ejercitarme sin hacer esfuerzo, pero...

—¡Un momento, Othelo! —dijo Grell—. ¿Acaso no eras uno de esos personajes que aparentan ser muy débiles, pero en realidad son super fuertes?

—Ay, claro que no —le dijo—. Ya te dije que soy pésimo para el combate.

—¡Ah, pensé que iba a morirme de tanta carcajada! Pero... tu servidor aún no está listo para convertirse en tu sujeto de experimentación —intervino Undertaker—. Lo siento, pero desearía que se retiraran de inmediato.

El shinigami mostró su guadaña de la muerte y se puso en posición de combate para atacar a los otros dos shinigami.

Esta no es una batalla que podamos ganar en esta situación, por ahora debo encontrar la forma de sacar de aquí a los sirvientes y ponerlos a salvo, Sebastian se ocupará de ambos seres. Afuera tengo el carruaje...

—¡Si permito que ustedes continúen con sus catos de violencia, la mansión será dañada! —declaró Sebastian—. ¡Así que debo pedirles que se marchen de inmediato!

—Hablas como si fueras parte de esta mansión —dijo el hermano mayor—. Pero esta no es tu casa... ¡tú eres quien debe salir de aquí!

—¡Que nadie se mueva! ¡Somos Scotland Yard!

Oh no...

Con mucha discreción Finny se puso delante de mí para ocultar un poco mi identidad.

—¡Inspector Abberline! ¡Marqués Middleford!

—¡Todos suelten sus armas!

Ahora tengo a Scotland Yard como obstáculo... y aún no sé qué es lo que quieren.

—Recibimos una notificación anónima en la que se denunciaba que Blavat Sky, el autor intelectual de los asesinatos ocurridos en el salón de música Sphere... ¡se oculta aquí, en la mansión Phantomhive, junto con sus cómplices! —declararon—. Conde Phantomhive... por favor, ¿podría usted explicarnos...?