—El anterior conde Phantomhive, Lord Vincent... tomó por esposa a lady Rachel, al año siguiente, ella quedó embarazada del que sería el heredero de la familia, y entonces llegó ese inolvidable catorce de diciembre, ese día cayó una gran nevada —comenzó—. Los sirvientes estuvieron calentando agua desde el amanecer, y corrían frenéticamente, de arriba a abajo por toda la mansión, todos conteníamos el aliento... esperando que llegara el momento. Y entonces... fuimos capaces de escuchar dos llantos... porque lady Rachel había dado a luz a dos gemelos varones.
En ese caso... debieron ser idénticos desde el comienzo...
—Nadie nunca sería capaz de darse cuenta de que había un cambio... porque ambos eran como imágenes reflejadas en un espejo, como dos gotas de agua.
—¿El joven amo... tiene un gemelo? —preguntó Meyrin.
Aunque el señor Tanaka nos hubiera explicado el nacimiento de ambos hermanos, ninguno era capaz de asimilarlo todavía, no había nada que me hubiera podido preparar para poder afrontar esta noticia, en el momento en el que vi esa fotografía, y ahora, cuando pude ver con mis propios ojos a los gemelos, todo se vino abajo.
Cada segundo era peor que el anterior, no podía quitarles los ojos de encima a aquellos dos jóvenes idénticos, cuando investigué al conde nunca hubo registros de algún hermano, todo lo que sabía era que sus padres habían muerto en un incendio en esta, la mansión principal. A pesar de no encontrar por ahora algún indicio de lo que sucedía, me obligué a mantener mi mente despejada para poder comprender todo lo demás que el señor Tanaka o el joven de la escalera tuvieron que decir.
—¿Lo ves? —le preguntó su hermano—. Observa la confusión de todos los sirvientes, es lo que has provocado por haberte hecho pasar por mí.
¿Por qué? ¿Por qué lo hizo...?
—Lo escuché del abuelo, ¿decidiste esconder el hecho de que somos gemelos solo porque se quemó todo? —inquirió—. Y has continuado engañando a todos, eres un chico muy malo, ¿por qué urdiste semejante mentira? Vamos, dime, no me enfadaré contigo.
El conde se envolvió con sus brazos y su temblor corporal se hizo más evidente.
—Y... yo... yo... yo...
Su hermano se comenzó a reír de repente.
¿Qué... le sucede a este joven... por qué... se está riendo...?
—Por favor, no tienes por qué poner esa cara, parece que vas a llorar... ¿o sí? —le dijo—. Ya te lo dije... no tengo planeado enfadarme contigo por haber dicho esas mentiras.
—¿Eh? —dijo el hermano menor.
—Y además, si alguien llegara a llamarte mentiroso... yo no lo perdonaría.
Esta aura... y la manera en cómo habla... hay algo diferente...
—En vez de eso, tengo que felicitarte, te has empeñado mucho estos siete años —le dijo—. Pero ya no es necesario que sigas mintiendo, porque... ya estoy de vuelta.
—¡E-eso es imposible...! ¡Porque yo...! Yo...
—Lord Ciel Phantomhive —intervino el mayordomo—. Estoy perfectamente seguro de que usted perdió la vida aquella noche, de otro modo yo no estaría aquí.
El demonio tiene razón... si dice que murió aquella noche... aguarda un momento... Undertaker. ¿Dónde está?
La mente me daba vueltas, analizaba cada béquelo detalle que había vivido en los últimos meses, cada detalle que se me pudo haber escapado de las manos, todos los pensamientos que tenía llegaron a mi mente como una enorme ola de información que avanzaba con hundirme si no me controlaba.
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Amarte en la oscuridad | Ciel Phantomhive
FanfictionCada heredero de la familia Hastings ha arrastrado el hecho de morir al cumplir los 35 años, por el simple hecho de tener humanidad y reusarse a ser algo que no representa su ducado, pero ese hecho se desvanece cuando Lizzie hace reír a Alexandra en...