Mientras esperábamos a que Sebastian y mi gente reunieran la información, me encerré un momento en la que solía ser la habitación de mis padres, como siempre estaba limpia y ordenada, y todo estaba en su lugar, tal y como a ellos les gustaba.
Harriet siempre se encargaba de cuidar de esta habitación, y cada año sin falta la visitaba para poder sentirlos conmigo una vez más, hoy era el aniversario de su fallecimiento, y cada mañana miraba el retrato que tenía de ellos. Este día siempre me vestía de negro, mis sirvientes usaban su uniforme de luto y los pobladores de mis tierras guardaban todo este día para rendir homenaje a mis padres, desde la mañana llegaban canastas de comida y flores, dándome sus condolencias y buenos deseos.
Cuando salí de la habitación, me dirigí al salón principal para leer las cartas de mi pueblo. Harriet estaba ahí, lista con el té de la mañana.
—Buenos días, Harriet.
—Buen día, excelencia.
—Todas las flores son hermosas —susurré—. Esta situación me ha hecho pensar muchas cosas... y creo que estoy lista, Harriet.
—Excelencia...
—Tráelo, por favor.
—Como ordene, excelencia.
Desde que perdí a mis padres, me había negado a usar el anillo familiar que pasa de generación en generación, no había sido capaz de usarlo sin poder recordar sus rostros y comenzar a llorar, sabía que no era algo que mis padres quisieran, pero quería que cuando lo usara, yo fuera capaz de verme a mí y no a mis padres.
Quería ser yo la que me reflejara en el brillo de la piedra que tenía el anillo, esta vez me vería a mí en el reflejo, después de siete años finalmente fui capaz de usar el anillo familiar, Harriet jamás me había presionado en usarlo, a pesar de que había aceptado mi ducado de inmediato, administrar mis tierras y estar en constantes mejoras en mi puesto, aun me dolía la pérdida de mis padres.
Sacándome de mis pensamientos, Harriet apareció frente a mí, con la caja de terciopelo negro abierta, revelando un anillo con una piedra del mismo color de la caja, el color negro era el color característico de mi familia, era irónico ya que nuestro lema familiar se basa en la protección y amabilidad con nuestros allegados, y el negro no era un color muy adecuado con esta labor. Pero era un color que siempre nos beneficiaba a la familia Hastings.
Tomé la pieza y con determinación la deslicé por mi dedo, el frío metal me dio escalofríos, y una oleada de emoción y éxtasis me invadió todo el cuerpo, me concentré en el reflejo de la piedra negra y pude verme en ella, sólo era yo, la duquesa de Helston. Sonreí orgullosa y me limpié los ojos para no llorar.
—Es un anillo precioso Harriet —dije en voz baja.
—Lo es, excelencia.
Cuando alcé la mirada encontré a mi ama de llaves haciéndome una reverencia oficial.
—Me siento orgullosa de usted, excelencia.
Le extendí mi mano, por primera vez con el anillo puesto, y la besó.
—Te lo agradezco mucho.
Salimos de la habitación y apareció el conde de pronto.
—Conde, ¿ocurre algo?
—Sus sirvientes están usando un uniforme de luto.
—Que observador —dije risueña.
—¿No me dirá qué ocurre? —preguntó en voz baja.
Sonreí con melancolía.
—Hoy es el aniversario luctuoso de mis padres —respondí.
El conde no pudo ocultar su sorpresa e hizo una reverencia.
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Amarte en la oscuridad | Ciel Phantomhive
FanfictionCada heredero de la familia Hastings ha arrastrado el hecho de morir al cumplir los 35 años, por el simple hecho de tener humanidad y reusarse a ser algo que no representa su ducado, pero ese hecho se desvanece cuando Lizzie hace reír a Alexandra en...