vi. a lot of things (again)

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vi. muchas cosas (de nuevo)

—Han tenido suerte de que el terreno estuviera blando

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—Han tenido suerte de que el terreno estuviera blando.

—Creí que se habían matado.

—¡Pero si ni siquiera se ha roto las gafas!

—Quizás sea porque Margaery lo tapó con su cuerpo. Ella recibió la mayoría de los daños.

Margaery oía las voces, pero no encontraba sentido a lo que decían. No tenía ni idea de dónde se hallaba, ni de por qué se encontraba en aquel lugar, ni de qué hacía antes de aquel momento. Lo único que sabía era que le dolía cada centímetro del cuerpo como si un camión de cien kilos le hubiera pasado por encima.

—Es lo más pavoroso que he visto en mi vida.

Horrible... Lo más pavoroso... La snitch... Frío... Miedo...

Margaery abrió los ojos de repente. Estaba en la enfermería. El equipo de quidditch de Hufflepuff, lleno de barro, rodeaba la cama. Electra, Hannah, Susan, Arya y Alyssane estaban allí también.

—¡Margaery! —exclamó Alyssane, que estaba extremadamente pálida—. ¿Cómo te encuentras?

La memoria de Margaery fue recuperando los acontecimientos por orden: el frío..., el relámpago..., la snitch..., y la caída de Harry.

—¿Qué sucedió? —dijo incorporándose en la cama, tan de repente que los demás ahogaron un grito.

—Harry se cayó... Y tu fuiste detrás de él —explicó Electra

—Debieron de ser... ¿cuántos? ¿Veinticinco metros? —le dijo Cedric, quien era quien estaba más cerca de la castaña.

—Creímos que se habían matado —dijo Hannah, temblando.

—¿Y Ha...? —comenzó a preguntar Margaery, pero fue callada por un grito.

—¡Harry! —era la voz de Fred Weasley.

Margaery vió como su hermana la miraba antes de irse a ver a Harry, quién estaba en la camilla de al lado. Margaery pudo escuchar una conversación no muy diferente a la que ella había establecido. Acordándose sobre el partido, Margaery miró a Cedric buscando una respuesta. Diggory le respondió articulando con la boca: "ganamos".

Margaery se levantó de la cama, por más que el rubio castaño trató de hacer que volviera a la cama.

—¡Harry! —exclamó Margaery, yendo a abrazar a su hermano menor.

—Y el partido... —preguntó Harry, entre los brazos de Margaery—, ¿cómo acabó? ¿Se repetirá?

Nadie respondió.

—¿No habremos... perdido?

—Margaery atrapó la snitch antes de cayera en picado para buscarte—respondió Victoria—. Cuando Diggory miró hacia atrás y los vio en el suelo, quiso que se anulara. Quería que se repitiera el partido. Pero ganaron limpiamente. Incluso Wood lo ha admitido.

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