ii. divination

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ii. adivinación

Cuando al día siguiente Margaery y Electra entraron en el Gran Comedor para desayunar, lo primero que vieron fue a Draco Malfoy, que entretenía a un grupo de gente de Slytherin con una historia muy divertida

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Cuando al día siguiente Margaery y Electra entraron en el Gran Comedor para desayunar, lo primero que vieron fue a Draco Malfoy, que entretenía a un grupo de gente de Slytherin con una historia muy divertida. Al pasar por su lado, Malfoy hizo una parodia de desmayo, coreado por una carcajada general.

—Cuando pensé que la humanidad tenía límites para la estupidez, aparece Malfoy —le susurro Electra—. Y pensar que sus padres pensaban comprometerlo con mi hermana...

Electra hizo una mueca de asco, que fue seguida por una risa de Margaery.

—¡Eh, Potter! —gritó Pansy Parkinson. Margaery se giró para verla y descubrió que su hermano y sus amigos iban detrás de ellas—. ¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuuh!

—¡Callate, Parkinson! —gritó Victoria y Margaery pudo ver como las mejillas de la Slytherin se tornaban rojas. No todos los días una era regañada por la futura reina.

Ambas Hufflepuff se sentaron en su correspondiente mesa, cerca de Cedric Diggory y su grupo de amigos. Electra se había servido una abundante copa de jugo de naranja y estaba sirviéndole a Margaery, cuando la ojiverde comenzó a leer su horario.

—Podría ser peor —opinó Electra, comiendo una tostada con manteca y dulce.

—Todo día que contenga a Snape en el es malo —le dijo Margaery, imitando su acción.

El Gran Comedor se vaciaba a medida que la gente se marchaba a la primera clase. Margaery estaba comprobando el horario cuando Cedric Diggory se acercó a ella

—Hola, Potter. Su Alteza Real —saludo, reverenciándose hacia la última.

—Diggory —hablaron ambas a unísono.

—¿Sabes dónde está tu hermana? —pregunto un poco inquieto (y Margaery se atrevía a decir que avergonzado)—. Necesito hablar con ella.

—Ah... —Margaery titubeo un poco—. No la he visto, en realidad. Pero supongo que debe estar en su sala común... o rumbo hacia una de sus clases.

Cedric asintió lenta y casi imperceptiblemente.

—Gracias —volvió a hacer la reverencia y se marchó

—Es lindo... —dijo Electra

—¿Por qué pregunto por Lys? —se superpuso Margaery, mas confundida que otra cosa.

—Si, bueno... Lo mejor será que vayamos ya. El aula de Adivinación está en el último piso de la torre norte. Tardaremos unos diez minutos, como mínimo, en llegar...

Terminaron aprisa el desayuno, y volvieron a atravesar el Gran Comedor. Malfoy seguía haciendo estupideces y Parkinson miraba a Electra con odio, como si su regaño hubiese sido por parte de la Hufflepuff y no de su hermana.

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