Nueva vida//Neteyam

Prólogo

Mi vida nunca ha tenido mucho sentido. Surgí de padres millonarios, que justo cuando nací fueron asesinados cruelmente por un sicario disfrazado de doctor que contrató una extraña mafia. Aún con paradero desconocido.  Mi padre se llamaba Richard Bons y mi madre, Lucy, Lucy Henderson. Ellos me pusieron el un común nombre de Ley'ha, por que según me han contado tuvieron un extraño sueño donde una voz les dijo que me llamasen así. ¿Absurdo no?
Lo único que guardo de ellos es un antiguo reloj con brújula de color negro de mi padre, que siempre llevo puesto en la muñeca izquierda. Tal vez nunca me lo haya quitado porque de cierta forma me hace sentir que pertenezco a algo. Me recuerda que en algún momento del tiempo tuve unos padres, que se preocuparon por mí y me querían, y que pude haber tenido una familia feliz.

Como me quedé sin un  padre o madre que pudiese cuidar de mí, mi abuelo se convirtió en mi tutor legal. Se llama Richard, como su hijo, y era y sigue siendo uno de los científicos astro biólogos mejor pagados del planeta. Por ello, se pasó la vida estudiando diferentes planetas y estrellas para poder averiguar alguna forma de vida fuera de la Tierra, ya que nuestro planeta casi estaba muerto. Aquí no llovía, el cielo era gris por tanto humo que desechaban las fábricas y el mar estaba tan contaminado, que todos los habitantes del planeta teníamos sumamente prohibido visitarlo, ya que al respirar las micro partículas que habitaban en esas aguas podríamos sufrir de mutaciones y morir envenenados.
Por eso y mucho más, mi abuelo y sus colegas científicos elaboraron una asociación casi secreta llamada la RDA. En el pasado, estos consiguieron llegar hasta una luna que orbitaba al rededor de un gran planeta llamado Polífemo. Esta luna se llamaba Pandora, y fueron hasta ella para conseguir un metal llamado unobtainium capaz de crear la energía necesaria en la Tierra.

Pero cuando pensaban que lo tenían todo controlado, un grupo de tripulantes de la operación de la RDA se opusieron a continuar con la misión y se aliaron con los humanoides que allí habitaban. Al final, mi abuelo y sus compañeros tuvieron que volver a su planeta natal, al perder una guerra contra estos.
Ahora, quieren volver a dicho planeta pero no para conseguir ese mineral, sino para convertirlo en el nuevo hogar del ser humano.
Y ahí es donde yo entro en acción. Durante toda mi infancia junto a mi abuelo he sido entrenada en artes marciales, medicina, control de armas y científicamente preparada para poder llevar a cabo los ideales de la RDA. Por lo que no he tenido una infancia muy de niña la verdad. Pero aun así no me quejo, ya que siempre he pensado que era un gran honor ir al frente de una de las asociaciones que salvarán al mundo de la destrucción.
Aunque mi abuelo siempre estuviese fuera en el laboratorio, no he estado sola en esto, sino que siempre fui acompañada por mi mejor amigo, Jaeb Mcmillan. Él fue el nieto de uno de los mejores amigos de mi abuelo, y digo fue en pasado porque mataron a él y a su familia, la misma mafia que mató a mis padres. Así que prácticamente nos hemos criado juntos como hermanos.
Es cierto que mi abuelo tenía cierto favoritismo conmigo por ser su nieta de sangre, pero también lo aceptó a él en la familia y fue entrenado junto a mí en todos los ámbitos posibles.

Yo siempre fui sobresaliente en el tema de la medicina y la defensa. Adoraba el tiro con arco y todo lo que estuviese relacionado con una diana y flechas. En cambio, Jaeb odiaba todo lo que a mí se me daba bien y era un genio de las matemáticas y de todo lo relacionado con los idiomas y la física. Justo todo lo que a mí se me daba mal. Éramos polos opuestos, pero aunque pareciera raro, éramos inseparables. Aunque mentiría si dijese que no nos peleábamos por tonterías cada vez que teníamos la oportunidad.

Acerca del nuevo proyecto de colonización de Pandora, Jaeb y yo éramos la llave para conseguirlo. A continuación haré un resumen del "plan" que teníamos que llavar a cabo.
A la joven edad de 12 años, ambos teníamos que estar preparados en todos esos campos antes mencionados para dormir en una criocápsula durante nada más ni nada menos que 6 años. Por lo que al llegar a nuestro destino, tendríamos 18 años recién cumplidos. Nos pasaríamos toda nuestra adolescencia en una cápsula y al salir de esta, nos veríamos física y mentalmente más mas maduros que cuando entramos. Eso no me preocupaba, pero a Jaeb sí. Decía que por culpa de eso, jamás tendría novia en su adolescencia y que eso le causaría traumas de por vida. Como podréis ver, era un chistosillo.

Continuando con lo que decía, después de salir de las cápsulas tendíamos 6 horas para acostumbrarnos a nuestro nuevo cuerpo y aterrizar en tierra. Según me dijeron, al llegar seguramente un montón de humanoides llamados na'vi, se darán cuenta de nuestra llegada e intentarán matarnos, ya que llevan 3 años en guerra con la RDA.
Os preguntaréis, ¿Cómo es posible que lleven 3 años en guerra si se supone que nosotros acabamos de llegar?
Bueno, pues la explicación es un poco liosa pero trataré de hacerlo lo mejor posible. 
Antes de todo este plan, la RDA se dividió en 2 grupos. Los militares, y los científicos. Los militares junto a algunos científicos (necesarios para poder controlar a esa orza de enclenques cabeza de huevo) , embarcaron al espacio 3 años antes que el otro grupo.
Lo hicieron ya que como son la mano de obra de la asociación, su misión era llegar y construir una nueva base que en un futuro lejano (si las cosas salen bien) se convertirá en una ciudad para humanos. Pero claro, nosotros contábamos con que los na'vi no lo aceptarían y nos declararían la guerra. Así que ellos también se encargarán de mantenerlos a raya e impedir que crucen nuestra barrera, cosa que los hará enfurecer más.
Entonces....,¿De qué nos encargamos mi grupo? Pues nosotros los científicos, excepto Jaeb y yo que somos una extraña mezcla de los grupos, tenemos la misión de engañar a estos alienígenas azules. Bueno, rectifico, tenemos que conseguir engañar a los científicos que se quedaron en dicho planeta para así ganarnos su confianza y después la de los bichos azules.
Por eso hemos llegado 3 años tarde. Por que les haremos creer que venimos a ayudarles a defenderse del primer grupo. Les diremos que nos enteramos de que habían embarcado 3 años antes de saberlo, y como sabíamos que invadir otro planeta era un crimen planetario, pues fuimos tras ellos para solucionarlo y ayudarles a establecer el orden en su planeta. Claro que de convencerlos se encargarían los mayores, yo solo acataría órdenes y ya.

Si todo salía bien, nos ganaríamos la confianza de los na'vi y estos nos contarían todos sus secretos incluyendo sus debilidades. Así que si en algún momento cuando descubrieran nuestro verdadero plan decidían atacar, nosotros les amenazaríamos con destruir todo aquello que más amaban.

Pero había algo que no me agradaba del todo. Nosotros al ser los más jóvenes del lugar, nos habían encomendado la misión de tratar de conquistar o lo que es igual, enamorar a alguno de los bichos para así adelantar la misión y conseguir que el na'vi nos cuente lo que queremos saber. Aunque eso no era decisivo, solo lo tendríamos que hacerlo si las cosas se complicaban.

Se me ha olvidado mencionar que no somos los únicos jóvenes de este grupo. Hay dos chicas y un chico más en la misión que tienen nuestra edad y que también son familia de algunos de los científicos del grupo. De todas formas, no me hablo mucho con ellos, ya que Jaeb y yo fuimos entrenados separados de ellos y solo nos vimos 2 o 3 veces en algunas reuniones.
Siempre he creído que les caemos mal por recibir un trato especial por parte de los comandantes de la misión. Pero la verdad es que me da igual, cuando despierte me convertiré en la comandante de todos ellos y tendrán que respetarme. No por nada soy la que mejor domina el campo de los militares de entre todos ellos.