Capítulo 12: Kiri te Suli Kìreysì'ite

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Mis piernas temblaban como locas, y una gota fría de sudor caía por mi frente. Todo esto era causado por la presencia de tal na'vi con un enorme arco y cuchillo que me seguía hasta afuera de la casa.
Por desgracia, no había tenido tiempo de agarrar algún tipo de arma y esconderla bajo mi camiseta. Así que si en algún momento tenía que defenderme y pelear por mi vida, tendría que valerme por mí misma o conseguir robarle una de sus dos armas.

Cuando me aseguré de estar lo suficientemente lejos de los demás y de la casa, paré en seco y me giré hacia él. Ese, me contemplaba atentamente con el semblante serio y sus enormes ojeras que le hacían ver casi muerto.

Aclaré mi garganta, tomé aire y le recé una última vez a cualquier divinidad que existiera en este planeta.
- Por favor, porfa, porfa, que no me mate.......-pensé antes de nada.

Neteyam: - ¿Y bien?, habla. - me ordenó.

Tragué saliva de una forma bastante sospechosa y agarré mis manos nerviosa, para comenzar a jugar con los dedos.

Ley'ha: - Bueno........., hace un día muy bonito como para que alguien muera, ¿no crees?- pregunté, tratando de conseguir que olvidase ese tema.

Él arqueó una deja y avanzó un paso hacia mí. Luego, suspiró y masajeó su frente de forma pesada.

Neteyam: - No sabes nada de mi hermana, ¿no? - adivinó sin siquiera mirarme.

Volví a tragar saliva y el jugueteo con mis dedos se volvió más intenso.

Ley'ha: - ¿De tu hermana? ¿Pero no habías dicho que era una chica sin más? - pregunté.
A veces, si no quieres responder a una pregunta, lo mejor es cambiar de tema con otra. Es un truco que me enseñó mi abuelo, por ejemplo, cuando los niños preguntan como se crean los bebés, es mejor cambiar de tema utilizando sutilmente otra pregunta.

Neteyam: - Qué más da quién sea. Solo dime lo que sepas de su desaparición y ya. - pidió. - Llevo 3 días buscándola, no he dormido ninguna noche y me han perseguido militares de tu planeta 5 veces ya. - indicó. - Por eso, cuando te pido que me digas lo que sepas, no lo hago para poder pasar un rato de charla en el que no dejas de cambiar de tema. ¡Lo pido porque quiero encontrarla y llevarla a casa de una vez por todas! - exclamó frustrado. - Así que, por favor te lo pido por Eywa... ¡di algo de utilidad por primera vez en tu vida!- gritó.

Eso último me había ofendido, pero no iba a ponerme a la defensiva, porque se veía que lo estaba pasando mal. Ahora entendía por qué se había puesto tan agresivo antes, además de porque no había dormido nada en 3 días. Su hermana estaba perdida, y a lo mejor, tal vez lo militares de la RDA la tenían secuestrada. Era comprensible su actitud, ya que yo también me hubiera portado igual o puede que hasta peor, si el que se hubiera perdido fuera Jaeb.

Ley'ha: - Te entiendo, sé que lo estás pasando mal y voy a tratar de ayudarte. - dije completamente improvisando.

- Espera, ¡no, no, no, no! ¡¿Cómo que voy a ayudarlo?! ¡Por qué he tenido que decir eso, si lo odiooooo! - pensé. La verdad, me había salido solo el decir eso. Creo que es porque hubiera sido lo que me hubiera gustado que me dijeran a mí si estuviera en su situación.

Él me miró algo sorprendido y cruzó los brazos.

Neteyam: - No necesito que me ayudes, solo quiero que digas lo que sea que sepas.... - indicó desesperado, tratando de no gritar.

Parecía que aún no se había dado cuenta de que no sabía nada de nada de su hermana, y me estaba comenzado a cansar de ocultarlo.

Ley'ha: - ¡Que no sé nada de tu hermana! ¡NADA! - grité . - ¡Lo que te dije antes de que te lo diría si a cambio tu me ofrecías algo, era solo para jugar contigo! - confesé gritando. - ¡No sabía que estabas tan preocupado por eso y que esas enormes ojeras de muerto viviente que llevas, eran porque habías estado buscándola, si no no te hubiera mentido! - grité. - ¡Lo siento, lo siento, lo siento! ¡No quiero que pierdas el tiempo conmigo, pero he tenido que sacarte de la casa porque pensaba que ibas a matar a alguien cuando te confesara lo que te he dicho! - chillé. - No podía arriesgarme a que los mataras.... - añadí. - Es más, he salido tan rápido, que no me ha dado tiempo a coger nada para poder defenderme yo.... - confesé mirando hacia el suelo.

Nueva vida//NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora