Capítulo 8: Asistente personal.

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Nada se sentía mejor que una dulce venganza servida en plato frío. Ver a Neteyam ahí abajo con los ojos bien abiertos, me servía como regalo de navidad, de cumpleaños, y de fin de año. Por el simple hecho de que había conseguido callarle la boca, y demostrarle que no era el único capaz de defenderse.
Hasta hace unos minutos, él iba con aires de sobrado y ahora, parecía estar sorprendido y a la vez frustrado por encontrarse en la situación en la que estaba.

Neteyam: - Apártate de encima. - ordenó.

Sonreí con aire victorioso, y chasqueé la lengua con desaprobación.

Ley'ha: - ¿Y se supone que tú eres guerrero? - pregunté retóricamente. - No eres capaz ni de defenderte de forma decente. - resalté.

Este sonrió molesto, y miró hacia un lado para evitar mirarme a los ojos.

Neteyam: - ¿Y se supone que tú te pareces a nosotros con esos ojos ? - preguntó igual de retórico.

-¿A que viene eso ahora, si llevo las gafas puestas? - pensé confundida.
Busqué mis gafas de sol sobre mi cara, pero no había rastro de ellas. Seguramente, se harían caído en el lago y ahora estarían en lo mas profundo de este. Con tanto ajetreo, no me había dado cuenta de que no las llevaba.

Me aparté rápidamente de él, y logré levantarme para mirar hacia otro lado. No quería que se fijase en mi ojos, ya que eran motivo suficiente de burla para este.
Neteyam también se incorporó de un salto, y quedó justo en frente de mí. Poco a poco, el sol comenzó a salir de nuevo, ya que el eclipse había finalizado.

Neteyam: - De nada sirve que ocultes tus ojos. Tarde o temprano todos en clan se darán cuenta de ello. - explicó serio.

Ley'ha: - Pues igual podría decirte yo a ti, que de nada sirve que seas tan seco con los demás. - expliqué sin mirarle. - Te hace ver arrogante, frío y borde. - indiqué.

Neteyam: - Lo sé, pero eso es lo que busco. - dijo, y comenzó a andar hacia delante.

Como no tenía a dónde ir, decidí seguirle. Cualquier cosa era mejor que quedarme sola en ese bosque del infierno. Podría ser precioso, pero también estaba lleno de bestias endemoniadas deseosas por comerme. Y eso no era muy agradable que digamos.

Ley'ha: - Nadie quiere que lo vean así. - dije. - De hecho, la gente intenta evitar que los vean así. - añadí.

Neteyam: - ¿Por qué me sigues? - preguntó mirando al frente.
Había evitado ese tema, osea que le molestaba. Me alegraba saber de algo nuevo que le molestaba, así cuando se burlase de mí podría sacar dicho tema.

Ley'ha: - Porque no tengo a donde ir. - respondí sin más.

Este rió con mi respuesta, y luego calló. Este chico si que estaba mal de la cabeza, me recordaba a un famoso villano de los cómics de DC. Para ser exacta, era igual de loco que el Joker.

Neteyam: - ¿Y qué te hace pensar que no te estoy llevando directa a una guarida de viperlobos? - preguntó.

Le miré con asco, y enderecé mi espalda sin miedo.

Ley'ha: - Pues....., porque a pesar de que eres el demonio en persona, creo que tienes claro de lo que soy capaz. - expliqué. - Y no creo que quieras acabar sin dientes. - añadí.

Este me miró fijamente, y sonrió con ironía.

Neteyam: - No puedes decir que yo soy seco, cuando tú eres una agresiva. - indicó.

Ley'ha: - Seré agresiva, pero por lo menos le caigo bien a los demás. - dije, en cierta parte molesta por su comentario.

Neteyam: - Mira, no quiero discutir más contigo. - indicó. - Llevo un día de mierda, por culpa de que me obligaron a venir a este "paseito" de avatares. - confesó. - Así que si quieres hablar sola, hazlo. Por que yo no pienso hablar más co- no le dejé continuar la frase, ya que le interrumpí.

Nueva vida//NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora