Capítulo 42: La chica de Eywa.

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                                                               LEY'HA

Era incomprensible lo que de pronto había sentido. Todas mis preocupaciones, molestias y cansancio, se fueron nada más poner un pie en la blanca y cálida arena. Fue repentino que un oleaje de sentimientos encontrados y una gran añoranza a este lugar, aparecieran sin explicación.
A pesar de las órdenes de Neteyam, no pude contenerme y como si hubiera estado controlada por alguien, avancé hasta aquella familia de na'vis del agua.
Fue ahí cuando me percaté de que el padre de la familia, era exactamente igual al de mi visón. Esa que tuve hace tiempo cuando me desmayé por un golpe en la cabeza.
Otra cosa que me pareció fascinante, fue la similitud que tenía la madre, con la chica que vi el primer día que llegué a Pandora. Esa extraña chica con apariencias marinas que despareció como por arte de magia tras un rastro de atokirinas o como yo las llamaba antes, medusas voladoras.

En los ojos de la madre, pude ver algo que me dejó perpleja. Vi amor, sorpresa, alegría y tristeza todo al mismo tiempo, que al final, se me acabaron contagiando y sin razón alguna, una lágrima brotó de nuestros ojos al vernos.

No quería parecer loca, pero más que una presentación, esto parecía un reencuentro entre viejos familiares. Al menos, así lo sentía yo.

Una mano, me sorprendió por detrás, apoyándose sobre mi hombro. Al girarme para comprobar quién era, descubrí al mayor de los Sully, contemplándonos confundido.

Neteyam: - ¿Ocurre algo? - preguntó.

Rápidamente, sequé mi mejilla con una mano y negué con la cabeza para evitar preocuparle. Instantáneamente, la mujer hizo lo mismo y volvió a recuperar la compostura.

El padre: - Neteyam te Suli Tseyk'ita, oel nagti kameie. - le saludó, colocando sus dedos en la frente y luego señalándole con ellos. - Ayoe pey for nga. (Os estábamos esperando. ) - dijo en su lengua.

Fue alucinante que a pesar de su diferentísimo acento y que yo no sabía hablar muy bien esta lengua, pudiera entenderle a la perfección.
Era como si estuviera escuchando de algún modo, mi lengua materna.

Neteyam: - Oloeyk'itan Tonowari, oel ngati kameie. - le saludó de la misma forma. - Fyape kem si nga kame teri our pate? ( ¿Cómo supo de nuestra llegada?) - preguntó.

Abrí los ojos como platos, al entender lo que este había dicho.

La madre: - Yo lo preví. - dijo en su idioma, aunque ahora lo entendía tan bien que casi no lo diferenciaba del mío. - Eywa nos avisó de que la traerías. - dijo, y me señaló con la mirada.

Todos en el lugar me contemplaron en silencio, y supuse que había llegado el momento de presentarme. Además de porque era humana, era notorio que resaltaba por mis ojos azules, que no eran comunes en los na'vi del bosque.

Agaché un poco la cabeza e imité el gesto de saludo que todos utilizaban. Abrí la boca sin saber exactamente qué decir, y como un flashback, aparecieron unas palabras reflejadas en mi mente.

Ley'ha: - Oel ngati kameie, Ronal, Tsahik Metkayina. - la saludé, imitando a la perfección su acento. - My tstxo lu Ley'ha, smon nìprrte. ( Mi nombre es Ley'ha, encantada de conoceros. ) - me presenté.

Tanto los Sully como los Metkayina, me miraron sorprendidos por mi lenguaje. Sobre todo Neteyam, que al estar a mi lado, pude notar su exagerada impresión.

Ronal, sonrió levemente y me contempló con orgullo.

Ronal: - Es sorprendente que sepas pronunciar nuestro acento tan bien. Dime niña, ¿donde lo aprendiste?- me preguntó en na'vi.

Nueva vida//NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora