Capítulo 43: Tienes una semana.

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NETEYAM

Cogí aire malhumorado, y traté de no propiciarle una paliza. No hacía ni una hora desde que habíamos llegado, y ya estaba ese pez inútil metiéndose con nosotros.
Esta vez, me molestó mucho más que cuando solía insultarme a mí. Puede que fuese porque estaba metiéndose con la chica que salvó a mi hermana, o porque Eywa estaba interviniendo en mí. Todavía recuerdo, el día en el que por mi culpa, cayó en coma durante unos días y al despertar, algo la poseyó y me dijo que la protegiese, o mejor dicho, que protegiese a "Ha'ley."
¿Pero quién era Ha'ley y por qué me resultaba tan familiar dicho nombre? Todavía no tenía ni idea, pero de algo estaba seguro y era de que fue Eywa la que habló a través de ella.
Tenía el presentimiento de que aquí, encontraríamos las respuestas a todo lo relacionado con ella, y con lo que mi abuela me contó hace tiempo sobre mí. Sin embargo, este canalla de Ao'nung no podía estarse callado e ignorarnos para evitar la pelea.

Me percaté de que Ley'ha, escondió rigurosamente su colgante bajo su ropa y trató de sonreír fingiendo no estar molesta por sus palabras, algo que me extrañó bastante viniendo de alguien como ella.

Ley'ha: - Oye, ya que estamos hablando del físico...,- le llamó con esa sonrisa. - ¿Por casualidad no tendrás complejo de esponja, no?- preguntó haciéndose la curiosa.

No pude evitar reírme con la comparación, sin entender muy bien a lo que se refería. Este, rió irónicamente viéndola como tonto, y cruzó sus brazos desafiante.

Ao'nung: - No.., ¿acaso estás tan ciega como para no ver la diferencia? - preguntó.

Esta rió y apartó la mano de delante de mí.

Ley'ha: - Bueno, si quieres, cuando suelte mis cosas, te doy una cosita llamada espejo. La coges y miras tu reflejo. - indicó.- Porque siéndote sincera.., no te vendría nada mal peinarte un poco. - sugirió y comenzó a caminar, dejándole atrás.

Todos nos quedamos en shock por unos segundos, hasta que Jaeb saltó a carcajadas y Kiri y yo nos unimos. Ambos, le dedicaron una mirada de lástima, antes de seguir avanzando y justo cuando yo iba a seguirles, una palabra que Ley'ha me enseñó, me vino a la mente.
Sonreí maliciosamente y lo miré divertido.

Neteyam: - Toma zasca....- reconocí, y lo dejé ahí solo, asimilando lo que acababa de pasar.

Ley'ha, que muy pacientemente había estado esperándome, se acercó a mi lado y guiñó un ojo.

Ley'ha: - Buen juego de palabras. - indicó. - Me enorgulleces....- reconoció con una risilla, que para mí, fue bastante adorable.

Sonreí orgullosamente y me incliné un poco para poder susurrarle.

Neteyam: - Bueno..- susurré. - Lo aprendí de la mejor. - dije, esperando su respuesta.

Esta alzó las cejas, sorprendida por mi alago y sonrió ilusionada.

Ley'ha: - Neteyam Sully, ¿Alagándome? - preguntó sorprendida. - Eso es algo que nunca imaginé. - indicó, contemplándome con esos enormes ojos azulados, que tanto me llamaban la atención.

Sonreí inconscientemente y relamí mi labio con recelo.

Neteyam: - ¿Y se puede saber por qué no? - pregunté con curiosidad.

Ella tomó aire, mientras pensaba en lo que iba a decir a continuación, y finalmente, lo soltó.

Ley'ha: - Bueno.., que el Graaan y poderoso guerrero Omaticaya decida alagar a una, de los cientos de chicas que merodean a su alrededor, es de una probabilidad bastante baja.- reconoció, haciendo un pequeño alargamiento en lo de "Gran".

Nueva vida//NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora