Capítulo 58: Desvelación.

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Aquella noche, soñé como el chico más prohibido del planeta me besaba. Sus labios eran como un elixir de cálidos sentidos envueltos por un vapor de una adición sumamente prohibida. La piel que rozó mi cuerpo tenía el tacto firme de una hombre, uno el cual sabía perfectamente lo que quería y lo que tenía que hacer para lograrlo.
Solo que todo esto no fue un sueño. Fue real y al abrir los ojos, lo encontré dormido junto a unos aparatos médicos y cestas llenas de hierbas que parecían ser de la Tsahik. Lentamente tratando de no hacer ni el más mínimo ruido, me levanté sobre la alfombra de piel en la que residía y contemplé que no estaba en el mauri de los Sully. Este era el de los jefes del clan y por la luz que entraba al interior, podía suponer que ya debía de ser mediodía, la hora en la que estos salían a comprobar el bienestar de su pueblo.
Mi cuerpo, envuelto por algas de un tono grisáceo, se sentía dolorido. Un leve escozor me recorría por lo que en silencio, me deshice de todos esos extravagantes vendajes, y contemplé mis brazos, de un tono rosado. Los examiné con cautela, percibiendo algún tipo de reacción alérgica y no solo en ellos, sino que el resto de mi cuerpo parecía encontrarse en el mismo estado.
No recordaba como había llegado hasta allí, ni nada relacionado con una alergia. Lo último que residía en mi mente de una forma borrosa, fueron los brazos del futuro Oloeyktan Omaticaya, envolviéndome posesivamente, tratando de descubrirlo todo de mí. Y yo todo de él.

Un leve carraspeo inundó mis sentidos, obligándome a dar media vuelta. Con los ojos llenos de bolsas por no dormir y un color morado al rededor, el chico de mis sueños se acercó a mí sorprendido.

Ley'ha: - Buenos días, princesita. - bromeé, al verle soñoliento.

Con una sonrisa algo sarcástica, me envolvió en sus brazos, avisándome de que le era grata mi presencia.

Neteyam: - Solo por hoy, voy a dejar que te burles tanto como quieras de mí.

Ley'ha: - ¿Enserio? Entonces..,no puedo dejar pasar esta oportunidad, gran guerrero. - reí, devolviendo su abrazo.- ¿Qué ha pasado? ¿Porqué estamos aquí?

Neteyam: - ¿No recuerdas nada de lo que paso?- preguntó.

Fingí estar pensando y disimulando lo mejor que pude negué con la cabeza. Sentía que ambos estaríamos de acuerdo con que lo de aquí beso fue un auténtico error, provocado por un pequeño índice de celos juveniles. Algo normal en adolescentes por supuesto.

Ley'ha: - No..,¿debería?

Sentí sus brazos temblar levemente, y como su cuerpo se fue separando vagamente del mío.

Neteyam: - Bueno, solo me gustaría que así fuera. - reconoció, dejándome mareada. - De todas formas, puedo recordártelo yo mismo. - alzó su brazo hacia el mío y acarició levemente mi piel herida. Sus ojos conectaron con los míos y de nuevo, sentí como si su próximo movimiento fuera a ser uno de sus codiciados besos. - Sufriste una reacción alérgica, por mi culpa. ¿Sabías que no puedes entrar en contacto con la pintura roja?

Ley'ha: - Um.., no. Me acabo de enterar ahora. - nunca había sufrido de una alergia así,al menos, no en mi cuerpo humano.

Neteyam: - Si no fuera por Ronal, no estarías aquí. Ella supuso tu condición, ya que era algo que Tonowari también sufre al heredarlo de los antiguos jefes del clan. Si no fuera porque esta lo ha tratado ya anteriormente, no sé cómo habríamos podido ayudarte. - reconoció, con un ápice de dolor en su voz. - Es por ello que hoy mismo vas a conectarte con su árbol espiritual. Debemos saber quién fuiste en tu vida pasada para así poder evitar ponerte más veces en peligro.

Ley'ha: - ¡¿Conectarme?! PPero, pero tú no...Tú no querías...- recordé confundida.

Neteyam masajeó su frente con frustración, a la vez que un nudo se formaba en su garganta.

Nueva vida//NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora