Nueva vida//Neteyam

Capítulo 18: Mi plan era mejor.

Llevaban como más de cinco minutos abrazados, y no es que me molestara, pero si seguían así seguro que el eclipse acababa y no les daba tiempo de huir sin ser vistos. Tampoco quería ser la típica corta rollos que interrumpía en un encuentro así, por lo que no tenía ni idea de que hacer para que se separasen y volvieran a la acción.
Por suerte para mí, mi querido mejor amigo, casi hermano y compañero de aventuras, apareció detrás de nosotros y les interrumpió por mí.

Jaeb: - ¡El diablo, dos na'vis apareándose! - exclamó. - Ah, y tú sigues viva. - menciono tranquilamente, refiriéndose a mí.

Aunque pueda parecer que no se preocupa por mí, sí que lo hace. Cuando está preocupado por algo, siempre disimula y trata de hacerse el fuerte delante de mí.
Por otro lado, su idea para separarlos no fue la mejor, pero lo que cuenta es que funcionó. Ambos se separaron de golpe, y miraron a Jaeb asqueados.

Kiri: - ¡¿Qué?! - preguntó exaltada. - No, no, que asco.... - expresó. - Él es mi hermano, Jaeb. - explicó, aún asqueada.

Jaeb: - ¿Y eso qué? - preguntó, haciéndose el bobo. - Para el amor no hay límites, por eso existen los norteños. - indicó, mientras se colocaba a mi lado.

Neteyam frunció el ceño, y se preparó para discutir. No me apetecía nada escucharle gritar, por lo que le interrumpí antes de que hablara para evitar una futura pelea.

Ley'ha: - Jaeb lo dice de broma. - aclaré, y suspiré desganada. - Tiene un humor.........bastante peculiar. - añadí.

Ambos le observaron confusos, y Neteyam respiró profundamente para calmarse.

Kiri: - Bueno..., cambiando de tema, ¿Cómo es que estás aquí, hermano?y ¿Cómo has llegado tú, Ley'ha? - preguntó.

Él se adelantó para hablar, y me arrebató la oportunidad de explicarlo yo.

Neteyam: - Pues, digamos que la salvé de morir aplastada, como mierda de ikran contra el suelo. A cambio de mi maravillosa obra digna de un guerrero Omaticaya, ella insistió en traerme hasta ti como muestra de gratitud. - explicó, y sonrió con orgullo.

Kiri y Jaeb le miraron conmovidos, y yo en cambio, arrugué mi nariz, fruncí el ceño y apreté los puños con furia. Para empezar, eso no fue exactamente lo que pasó, y además, me acababa de llamar "mierda de ikran".
Anteriormente pensé que no quería ninguna discusión, pero ahora, la deseaba con todo mi ser azul.

Ley'ha: - Primero, yo no soy una "mierda de ikran". Segundo, yo no insistí en traerte con Kiri, sino que fuiste tú el que me obligó a confesar donde estaba ella o si no, me ibas a tirar de tu ikran y dejar que muriera. Tercero, tu obra no fue digna de un guerrero Omaticaya, porque me habías estado espiando como pervertido. Y CUARTO, ¡No se dice mierda, se dice caca, o hez, o desecho orgánico; GROSERO! - exclamé al final.

Ahora, Kiri y Jaeb no miraban a Neteyam con los mismos ojos de antes, ya que habían cambiado sus conmovidas miradas a otras de desprecio y shock por todo lo que había dicho. Por otro lado, él se había quedado observándome con los ojos muy abiertos, y cuando acabé de hablar, se echó a reír como poseso.
Le dediqué una mirada furiosa, ya que prácticamente, con su risa se estaba burlando de mí.

Neteyam: - Te voy a responder a todo lo que has dicho tal y como tu lo has echo. - indicó entre risas. - Primero, es verdad que no eres solo una "mierda de ikran". - dijo con una vocecilla aguda, tratando de imitarme. - También eres una enana agresiva, que se comporta como niña de 10 años. - indicó. - Segundo, te recuerdo que fuiste tú la que se aferró a mí como bebé y me suplicó que la bajara, a cambio de llevarme hasta mi hermana. - recordó. - Tercero, ya te dije antes que yo no te estaba espiando, sino que lo que hacía era tantear el terreno en busca de Kiri. Que yo viera cómo apareciste como loca encima de un ikran blanco dando tumbos por el aire, no es mi problema. - aclaró. - Y CUARTO, si quiero decir "mierda", lo digo. Y que tú te asustes por escuchar esa palabra, solo me demuestra que mi hipótesis de que pareces una niña 10 es cierta. - expresó .