AGUST
Me encontraba en la oficina de una de las sucursales de la organización. Aquí se llevaban todo tipo de negocios, desde la droga, trata de personas y venta de órganos. A mi lado tenía un vaso de wisky a medio tomar. Una de mis manos la tenía en la cien. Estaba a punto de reventarme. De fondo sonaba la canción Baby i love you de Calvin Rusell. Hace una maldita semana que no veo a mi estrella y esto me tiene ansioso, cada vez que la pienso mi polla se levanta, haciendo que me duelan las dos cabezas. Mi cuerpo la reclama, he pasado noches dándome auto placer. Aunque la mandé a vigilar, estoy al tanto de todo lo que hace, tengo a uno de mis hombres cuidándola. Hoy supe cuál es el bastardo que el viejo Li escogió como futuro esposo de ella y la sangre está que me hierve.
Pedí que me dieran toda la información posible de él. Antes de que ese imbécil se case con ella yo lo mato y se lo doy a comer a mis bebes.
-Jefe – La silueta de un hombre alto, se hizo visible atreves de la puerta.
-¿Qué? – No tenía genio para nada, queria arrasar con el mundo entero y llevarme a mi estrella lejos de toda esta mierda.
-Llegó el lote que estábamos esperando – Me dijo. Le hice señas para que se retirara.
Mi escritorio estaba lleno de papales, había estado toda la semana intentado rastrear eso malditos videos, pero aun no conseguía nada. Estaba reuniendo todas las pruebas posibles para hundir al viejo Li, estaba esperando información del imbécil que cree que puede ser el dueño de mi estrella. El estrés me estaba matando y el dolor de cabeza taladraba en lo más profundo de ella.
Tomé aire y salí de la vieja oficina. Tenía que ir a ver la mercancía antes que el viejo Li venga, le gusta probarla él, antes de mandarla al mercado.
-¿Cuántas llegaron? – Pregunté al llegar a la bodega donde tenían niñas entre los 8 y los 16 años.
Las de 8 a los 13 las probaba el viejo Li y las de 14 a los 16 mi padre, era asqueroso ver cómo se las llevaban a la cama apunta de mentiras. Ellas sabían para que estaban aquí, pero ese par de vejetes con tal de que las niñas le dieran lo que estaban buscando, le llenaban la cabeza de mentiras.
-Llegaron 15 en total.
Me respondió mi mano derecha. Comencé a contarlas, Solo habían 14.
-Solo hay 14 ¿Dónde está la que falta? – Pregunté ya con la cabeza a punto de explotar.
-La que falta. Debe estar con Joseph.
Tomé aire, rodeé los ojos y comencé a caminar hacia las habitaciones que teníamos allí, tenía que organizar todo para la llegada de mi padre y el viejo Li. Aunque habían dejado de ser socios, en este negocio pude mantenerlos a los dos unidos sin que ellos se enteraran, me había costado mucho, pero lo había logrado.
Comencé a caminar por los largos pasillos, que se veían como si fuera una casa del terror, las paredes manchadas de sangra y ya casi a punto de caer.
-¡Quédate quieta zorra! – Un grito seguido de un golpe se escuchó en una de las habitaciones – Te voy a enseñar cómo es que se doma a una potranca como tú.
Me detuve en seco ¿Qué mierda era eso? estaba a unos pasos de mí, así que caminé hacia él.
-¿Qué diablos pasa? – Pregunté, no estaba de humor para sorpresas.
-Señor es Joseph, tiene allí a la niña que falta, dijo que la iba a domar, ya que cuando intentamos sentarlas en la bodega le dio un mordisco.
Me respondió uno de los hombres que me acompañaba. ¿Qué se creía esta mocosa? ¿Perro o un cocodrilo?
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DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)
RomanceEvangelina, es una mujer marcada por una sed insaciable, se adentra en un juego peligroso de encuentros y desencuentros. Cuando cree haber encontrado a su alma gemela en un hombre tan oscuro y apasionado como ella, se sumerge en una relación intensa...