CAPITULO 38 RECEPCIÓN

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EVANGELINA

El agua caliente recorre todo mi cuerpo, necesito que mis músculos se relajen. Ha sido una semana mierda, entre las investigaciones que estoy haciendo en las empresas de mi padre, las constantes cenas que Richard por nuestro compromiso, las ignoradas mundiales que me pega Agust cada vez que lo veo, estoy vuelta mierda. Desde ese día que se fue, es como si yo hubiera dejado de existir para él.

Además, que he sentido como si me vigilaran. Me siento observada constantemente y eso me hace sentir incomoda. No he follado desde hace tiempo y este periodo de abstinencia me está matando, he intentado auto complacerme, pero ha sido imposible, mi cuerpo lo reclama a él, cada vez que cierro los ojos me lo imagino a él encima de mí, acariciando cada parte mi cuerpo, pasando sus grandes manos por mis pechos, su tibia boca chupando cada uno de ellos, mi cuerpo vibra al imaginarse sus dedos embistiendo mi coño, su boca comiéndome completa, su gran miembro entrando y saliendo de mí, su cuerpo duro y bien formado acoplándose tan bien a mí. Es un cabrón, pero no puedo mentir, folla de maravilla. Es el único que me ha dado los mejores orgasmos de mi maldita existencia, y el apego sexual que estoy sintiendo está por hacerme perder la cordura.

Llevo mi mano a mis pliegues de mi coño y comienzo abrirlos, necesito descargarme, siento que me voy a volver loca. Acaricio mi clítoris, mientras que con la mano que me queda libre magreo uno de mis senos. Cierro mis ojos, comienzo a tocarme, hago círculos en mi punto G, y voy metiéndome dos dedos, me acaricio y me embisto, los jadeos no demoran en salir de mi boca.

-¿Te gusta mi estrella?

-¿Más duro?

-Trágatela toda.

-Qué coño tan rico, mi estrella...

Su voz se hace presente en mi cabeza – Maldito mocoso – Me tiene jodida.

Para mi mayor desgracia no he podido tener sexo casual, Richard no ha querido tocarme, porque según él no ha tenido tiempo. La última vez que hablamos me dijo que él siempre ha gustado de mí, que no hace este matrimonio por dinero, si no, porque realmente quiere casarse conmigo. Cuando le pregunto qué de donde conoce a mi padre, me evade el tema y eso me frustra.

Comienzo a respirar con dificultad – Quiero que me coma toda, que me bese toda, quiero sentirlo completamente dentro de mí – Necesito sentirlo. Quiero que me folle y voy a hacer que me folle.

Dejo de masturbarme, no puedo llegar al orgasmo, tengo al cabrón metido en la puta cabeza y hasta que no me vuelta a follar no voy a estar tranquila.

Salgo de la ducha y busco lo que tengo que poner, hoy se hará oficial mi compromiso con Richard. Eso realmente me vale mierda, solo hago esto para poder quedarme en la compañía, no quiero seguir viviendo el día a día cuando tengo toda una compañía para mí.

Decido colocarme un vestido azul eléctrico, me queda más arriba de las rodillas, deja esbeltas piernas expuestas, es de tiras y tiene un corte en V, me agrada tener los pechos de un tamaño perfecto, porque puedo ponerme cosas sin necesidad de utilizar sujetador, el vestido es cruzado en el la parte del abdomen y deja una pequeña abertura donde se ve un poco mi piel, me calzo unos tacones que combinen con el atuendo, me maquillo de una manera que mis ojos grises resalten, dejo mi cabellera rubia suelta, tomó mi bolso y me dispongo a salir – Terminemos con esto – Hagamos que el espectáculo comience, porque pienso quitarle la compañía a mi padre, si él piensa que por casarme no voy a poder tomar decisiones, le voy a demostrar que puedo ser mucho mejor que todos los hombres que trabajan para él.

Tomó las llaves de mi nuevo bebé un Bugatti La voiture Noire negro. Lo compré esta semana, es un auto que me encanta. Tomó airé – Vamos Eva, siempre hemos podido y nada nos queda grande – Me digo a mi misma.

DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora