AGUST
Logré llegar al lugar donde me dijeron que mi estrella estaba con unos tipos. Me mantuve todo el tiempo informado, cada paso que daba, hacía que lo informaran, estaba con la ira ardiendo en todo mi cuerpo, por mis venas ya no corría sangre si no lava, mis demonios exigían que los alimentara, mis celos me estaban cegando. Me propuse matar todo aquel que se atreviera a mirar, a hablarle, a si quiera tocarle, no me importa si por equivocación simplemente respiró en su dirección, todo morirían en mis manos. Evangelina es mía, y nadie toca lo que es mío y hace tiempo reclamé como mía.
Llegué a un gran salón, las puertas estaban abiertas. Logré ver dos parejas, una era la amiga de Evangelina, pegada a la polla de un tipo –Tuerzo los labios y blanqueo mis ojos - y la otra era mi estrella, con un maldito pegado a su centro como si fuera un manantial de agua en el desierto. Logré ver como ella no podía apartar la mirada de lo que su amiga estaba haciendo, era como si deseara estar haciendo lo mismo. Por más que el asqueroso que tenía sus labios en su centro estuviera pegado a ella. Ella no apartaba la vista de su amiga – una sonrisa se me dibujó en el rostro – No lo estaba disfrutando como le gusta, no sé está revolviendo de placer como suele hacerlo en mis brazos.
Me quedé todo el tiempo ahí, observando la asquerosa escena, haciendo uso de mi autocontrol para no ir y volarle los sesos a ese imbécil. Quizás hoy estoy misericordioso y dejaré que disfrute sus últimos momentos de vida, porque lo último que verá será mi cara, cuando le destroce el cuerpo por atreverse a tocar algo que hace mucho tiene dueño.
Al notar que ya la amiga de mi estrella consiguió lo que tenía y que Evangelina llegó al clímax, pero no al orgasmo que queria. Doy un paso adentro. Le pedí a mis hombres que esperaran afuera, no queria que nadie viera su centro mientras hacia lo que tengo pensado hacer.
-¿Te gustó?
Le escucho decir al imbécil que se corrió sin siquiera darse cuenta que mi estrella no es una mujer de solo un buen sex* oral.
-A ella no le gusta así.
Digo mientras me acerco, todos se giran a verme. Ella quedó impactada por mi presencia en el lugar, seguro que se está preguntando hace cuando tiempo estoy aquí. Caminó hacia ellos sin quitarle la vista de encima, verla hacia hace que se me ponga dura – Maldita hechicera, me tiene jodido – no puedo evitar que se pare cada vez que la veo, cada vez que la siento cerca, cada vez que esos malditos cielos que tiene por ojos me miran siento que serán mi condenan.
-Te voy a enseñar como le gusta.
Le digo al tipo tomándolo de brazo y sentándolo en una silla que está en el lugar, ninguno dice nada, todos observan lo que hago, es como si tuvieran miedo de lo que estoy a punto de hacer. Sé que mi presencia siempre ha causado ese efecto en todo lo que me rodea. A pesar de que no soy un chico con grandes músculos, mi cuerpo es bien formado, soy alto, mi cabello es un tanto largo, suelo utilizarlo algo desordenado, que me da ese aspecto de badboy.
Me acerco a mi estrella, que no ha dejado de mirarme desde que notó mi presencia. Su mirada recorre todo mi cuerpo y eso me enciende más, hace que mi polla se ponga más dura de lo que ya está, y el pantalón me comienza a molestar. Me acerco a ella, la tomo del brazo y la dejó de espaldas a mí.
-No cualquiera puede darle lo que ella está buscando.
Le digo en su oído, pero con el tono perfecto para que todos los que están allí presente pueden escucharme. Ella comienza a moverse, quiere huir de mis manos, pero no se lo permito, la tomó más fuerte, dejándola acorralada con la mesa. Enredo mis dedos en su cabello y tiró hacia atrás.
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DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)
Lãng mạnEvangelina, es una mujer marcada por una sed insaciable, se adentra en un juego peligroso de encuentros y desencuentros. Cuando cree haber encontrado a su alma gemela en un hombre tan oscuro y apasionado como ella, se sumerge en una relación intensa...