DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)

CAPITOLO 28 EL JEFE 2

AGUST

Fui a mi oficina, me puse la ropa adecuada para la ocasión, unos guantes de cuero, tomé un trago y me dispuse a divertirme. Al llegar tenían amarrado a Joseph, en la silla donde muchos habían muerto a manos mía. Su cara reflejaba el terror por lo que se le venían encima.

-¡Hola amigo! – Le dije con una gran sonrisa.

-¡Jefe lo siento! ¿Si? No debí hablarle así – Se sentía el desespero de su voz.

Todos sabían mis métodos a la hora de divertirme -Le llamó así- porque de otra forma sonaría demasiado macabro, eran un tanto turbias.

-Pensé que no era nadie aquí. Que solo era un lame botas – Le dije con tranquilidad.

-¡Lo siento! No debí decir eso.

-¿Un trago? ¿Alguna canción en especial que te guste? – Me levanté de la silla.

Él negó con desespero. Yo caminé hacia el mini estero y busqué una canción. I've Got a feelin' de Marcy todd. Me tomé un trago y me dirigí hacia el escritorio. Desplegué todos mis juguetes, iban desde el cuchillo, navaja y daga más chica a la más grande, todas me las había dado o mi padre o el viejo Li, cada vez que le limpiaba alguna de su mierda. Porque desde que tenía uso de razón y desde que había aprendido a torturar y matar, iba por la vida limpiando los desastres que dejaban. Los años los había vuelto senil, porque ellos la cagaban y era yo el que limpiaba. Era como su puta niñera.

-Buena canción ¿No? – Le dije.

Cuando comencé a caminar con un taser. Me decidí por esté, queria jugar un poco.

Al ver que no me contestó de le di una descarga eléctrica. Él tipo gritó a la primera descarga.

-Te hice una pregunta. Es de mala educación no responder ¿No te educaron bien en casa?

-¿Qué me vas hacer? – Me gritó.

Llevé las manos a mis oídos, odiaba que la gente gritara ¿Nadie le enseña a hablar civilizadamente? Es simplemente educación.

-Error – Le di otra descarga, esta vez le puse el taser en el pecho.

-¿Qué le ibas hacer a la chica con esa polla tan pequeña? ¿No te da vergüenza?

Joseph seguía temblando. Por su cara caían las lágrimas – Tan viejo y tan maricon – pensé.

-Responde – Le dije. Tenía poca paciencia así que le di otra descarga.

-Solo queria divertirme un rato.

-Si puedes hablar.

Le dije. Otra y otra descarga en todo su cuerpo, los gritos se mezclaban con la canción que sonaba de fondo. Tenía un mal día y esto lo estaba mejorando. Me iba a tomar tiempo antes de decidir qué hacer con él.

-¿Qué me vas hacer? – Preguntó ya cansado.

Su cuerpo estaba todo sudado, su piel roja en cada lugar donde había puesto el taser.

-Ya no eres tan rudo.

-Todos hemos visto la manera tan turbia y asquerosa con la que te gusta...

-Me divierto – Le completé.

-¿Qué me vas hacer maldita sea? acaba con esto – Gritó. Estaba agotando las ultimas fuerzas que le quedaban.

-Te voy a cortar – Miré a la montaña de hombre que tenía al lado ¡Dios ese hombre era más músculos que persona! - ¡Ey! Mole ¿Dime como se llama la reina esa de cabeza grande y cabello rojo que decía ¨¡Que le corten la cabeza! – El tipo me miró sin decirme nada ¿No sabía hablar o qué? Nunca me contestaba cuando le hablaba.