CAPITULO 43 TE CUIDARÉ

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AGUST

Me encuentro en uno de los tantos clubes que tengo en la ciudad, con tan solo 22 años ya tengo la fortuna que cualquier estúpido de 40 años quisiera tener. Me he forjado mi propio camino, aun cuando sigo trabajando para el viejo decrepito de Li, aun cuando le hago creer a mi padre que sigo bajo sus órdenes, en silencio, comencé a labrar mi propia reputación y mi propia fortuna. Esperando el momento en que pueda aplastarlos y dejarlos sin nada, me ha tocado ser paciente, no dejarme llevar por los impulsos asesinos de rebanarles la garganta, a mi padre por tomar a la mujer que me gustó desde los 10 años y por ser tan hijo de puta y lastimar a mi madre, y al maldito del viejo Li, por creerse mucho y no ser nada, y ahora por ser el hombre que dañó a mi estrella – Me saboreo su apodo – Llevo días evitándola, metido en bares intentando borrar su maldita imagen de mi iris.

Me he sumido en el alcohol, intentando borrar todo lo que causa en mí, y es que me niego aceptarlo. Intenté estar con Millen y fue un total fracaso, porque cada vez que cerraba los ojos allí estaba ella, su sonrisa, sus jadeos, su cuerpo. La he ignorado, pero se me hacía difícil bajar la erección que se me formaba cada vez que la veía por la oficina, por eso llegaba temprano y salía tarde, evitando verla, porque me conozco y si la veo voy a querer partirla en dos y no le voy a dar ese premio. Últimamente ando como si tuviera un maldito tronco entre las piernas.

No se lo merece – Maldita ninfómana de mierda – Me tiene jodido, realmente jodido, no he podido estar con nadie más, es como si me hubiera hechizado, o lanzado algún maldito conjuro, para que mi polla solo quiera enterrarse en ella.

Me siento como un animal enjaulado, a lo largo de los años me ha tocado ponerme un disfraz, ocultar lo que soy, una bestia sedienta de sangre, un animal salvaje, y es que el color de la sangre es tan precioso como una rosa con espinas. Por eso siempre he estado obsesionado de ella. Por eso siempre la asedié en la oscuridad, queria esperar al momento adecuado para mostrarme, tener una edad donde no pudiera rechazarme, pero mi padre jodió todo como siempre, tomándola para él primero, lo que él y muchos no saben, es que ella siempre fue, es y será mía. Está marcada, desde que la vi, porque su mirada para mí, es como un fusil de largo alcance, pero mis cadenas son una condena para toda la eternidad.

Solo le estoy dando una lección, aquí ella no tiene el poder, el poder siempre lo he tenido yo. Dejo que el licor baje por mi garganta, siempre después del cuarto trago deja de arder y me hace entrar en calor, llevo días manteniéndome solo con licor y nicotina, nada más entra en mi organismo. Siempre es la misma rutina, vengo al club, me embriago, voy a las jaulas, mato a unos cuantos para desaforar toda la ira que hay en mí, ya que siento que ahora es como un órgano más de mi cuerpo, regreso a mi apartamento, tomo una ducha, la evoco a ella mis pensamientos, me doy un pajazo y me echo a dormir. Pero siento que ya los pajazos no están siendo suficientes, necesito follarmela a ella – Calma, Agust, pronto la tendrás a tus pies – Sé que así será.

-Aquí estas – Una voz me hace regresar a la tierra - ¿Dónde diablos has estado?

Blanqueo los ojos. Este maldito como que no tiene una vida que anda detrás de mí todo el tiempo.

-¿Hiciste lo que te ordene? – Le digo sin mirarlo.

-Primero: No soy ninguno de tus lacayos, segundo: si lo hice y tercero: necesito hablar contigo – Toma el vaso que tenía en mis manos y se lo bebe.

Maldito, aun no sé por qué no lo mato y ya está.

-¿Qué necesitas? – Con una seña le indico al mesero que me traiga otro trago – Estoy ocupado.

Toma asiento a mi lado.

-Necesito hablarte de Evangelina.

Me pongo de pie, con solo nombrarla me amarga la noche, el día y la vida. No quiero escuchar por ahora su nombre, me tiene cabreado, hastiado y cachondo, quiero matarla, pero tambien quiero follarla. Ya no sé ni que quiero, la deseo, seria mentirme si digo que no, pero no le perdono sus asquerosas palabras - ¿Yo uno más? ¡Ja! – Eso no se lo cree ni ella misma.

DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora