EVANGELINA
-¿Qué haces aquí Millen? – Tomé asiento y usé todo mi autocontrol para no enterrarle en el ojo un lapicero.
-¡Disculpa si interrumpí algo! – Me dice tomando asiento donde hace unos minutos estaba Richard – Es muy guapo tu prometido, pero no tanto como el mío.
La veo sonreír, y juro que quiero borrarle la sonrisa de un solo golpe, quiero decirle que su "prometido" me folla cada noche y me pidió ser su novia.
-No has respondido a mi pregunta – Le respondo tosca.
-¿Siempre eres así de mal educada?
-Soy educada con las personas que me place serlo – Pongo mis ojos en los papeles que estaba revisando – Tengo cosas que hacer ¿Para qué viniste?
Soy calmada, de hecho, no me gusta discutir, siento que eso es un desgaste de energía, pero es que esta chica logra sacar lo peor de mí.
-Vine por dos cosas – Dice – La primera es para pedirte que dejes de follarte a mi prometido, debes entender que él ya me tiene a mí, no necesita a nadie ma.
-¿Disculpa? – Pregunto incrédula.
-Como escuchaste... sé que él ha pasado todos estos días contigo, follándote como la perra en celo que eres, al principio pensé que si lo dejaba ser se cansaría de ti rápido y te mandaría a la mierda, pero no lo ha hecho y ya me cansé, así que, vine a exigirte que lo dejes en paz... tienes un prometido y le debes respeto, deja de meterte en la cama de Agust, entiende que él solo te ve como una perra a la cual se puede follar cuando quiera, pero la que va a ser su mujer y su esposa soy yo... así que... ten un poco de amor propio y aléjate.
La sangre me hierve, como si fuera lava caliente. No puedo creer lo que estoy escuchando, sé que no es así, que Agust me quiere, pero no deja de afectarme las palabras de esta estúpida. No quiero que él se case con ella, no quiero que la toque, que la bese, que haga por ella lo que hace por mí. Nunca he sido toxica, ni celosa, he hecho no soy posesiva con las personas, porque por mi condición sé que en algún momento yo le iba a fallar, pero con Agust es diferente.
Él logra sacar esa parte de mí que nunca creer tener, no quiero que ninguna mujer se le acerque, que le hable, ni que lo mire, quiero ser el centro de su mundo, así como él es el centro del mío. Quiero ser su tormenta, que se quiera fundir en las llamas de mi infierno, así que como yo ardo en las llamas de suyo.
-Eso deberías decírselo a él, no a mí – Le respondo tranquila, aunque por dentro esté muriendo de ira.
-El merece a una persona normal, no una maldita enferma como tu...
-Obviamente no soy normal, de serlo sería como tú, común y corriente – Le digo con una media sonrisa – Por eso será que él prefiere follarme a mí y no a ti, seguramente debes ser aburrida en la cama y no lo llenas, como yo lo hago.
-Eres una perra – Me ladra.
-Lo sé, nunca he negado lo que soy – Me encojo de hombros – Si eso es todo puedes largarte, tengo cosas que hacer y me quitas tiempo.
-Todavía no he terminado.
Arqueo una ceja. Ojalá matar fuera legal. Muero por sacarle los ojos y la lengua.
-Dentro de tres días, exactamente el 31 de octubre, es el cumpleaños de Agust y voy hacerle una fiesta y vamos aprovechar para hacer público nuestro compromiso, como sé que no puedo evitar el invitar a tu familia, vine a traer la tarjeta – Veo como rebusca en su bolso Prada y me tira una tarjeta – La fiesta es de disfraces, no faltes por favor, muero por ver tu cara cuando anunciemos que voy a ser su esposa y la madre de sus hijos... hijos que tú nunca vas a poder darle.
ESTÁS LEYENDO
DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)
Roman d'amourEvangelina, es una mujer marcada por una sed insaciable, se adentra en un juego peligroso de encuentros y desencuentros. Cuando cree haber encontrado a su alma gemela en un hombre tan oscuro y apasionado como ella, se sumerge en una relación intensa...