EXTRA CORTICO

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EVA

Comencé a moverme en la cama, el llanto de un niño inundaba mis oídos.

No, no puede ser.

-Has que se calle – Gruño Agust.

Tomé una bocanada de aire, froté las palmas de mis manos en mis ojos y me dispuse a levantarme.

-Has que se calle, no se puede ser tan fastidioso – Volvió a gruñir.

Lo fulminé con la mirada, sabía que no podía verme, ya que las luces estaban apagadas. Hice una de mis manos en puño y lo golpeé en el pecho. Agust gruñó y se puso se levantó enseguida.

-¿Por qué diablos fue eso? – Ladro.

-Es tu hija también, imbécil – Lo regaño.

Sé que no es un hombre cariño, vamos, no es nada cariñoso. Agust es la persona más fría que he podido conocer, puedo decir que el único momento donde se prende es mientras me tiene de espalda, con mi cabello enredado en su mano y follándome por detrás.

-Deberíamos abortarla – Su tono plano solo hace que me furia se encienda en un dos por tres.

Vuelvo a pegarle y se queja.

-No seas animal, no podemos abortarla – Me indigno.

Se estira y con su mano prende la lampara que tenemos en una de nuestras mesitas de noche.

-Entonces simplemente debemos regalarla – Se encoje de hombros.

Pido a los cielos que me llenen de paciencia, él me mira como si no acabara de decir que regalemos a nuestra hija.

-¿Cuánto te pagan por ser un imbécil? – Ironizo.

Chasquea la lengua.

-Eso lo hago gratis – Contesta como si le estuviera diciendo un cumplido y no como si lo estuviera insultado.

-Agust Darrend, deja de decir que abortemos a nuestra hija o que la regalemos, eso es inhumano – Chillo.

-Solo estoy dando una solución – Vuelve a encogerse de hombros.

-Animal – Me quejo.

-Pero te gusta este animal, nena – El tono coqueto que pone solo hace que mis picos y mi coño se despierten.

-Voy a ir a ver a mi hija – Me levanto, no quiero que vea que sus estupideces me prenden.

-Dale algún somnífero – Dice – Así duerme ella y puedes venir a que folle.

-No voy a follar – Me indigno.

-No pregunté – Contra ataca.

Salgo de la habitación echando humo.

Hijo de puta sin corazón.

-Te voy a zurrar el culo – Grita.

Sacudo la cabeza, no ha cambiado nada, sigue siendo el mismo egocéntrico, narcisista e hijo de puta de siempre, pero es mío. 

 

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DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora