AGUST
Llegue a mi apartamento. Tomaría un baño antes de ir por Evangelina – Di la verdad, simplemente estas retrasando tu muerte – Me dijo la voz en mi cabeza. Y para ser sincero sí. No podía morir tan joven, no queria morir tan joven, el mundo no podía perder un hombre tan magnifico como yo.
-Tomaré un baño, puedes ponerte cómoda mientras lo hago – Le dije a Millen.
Caminé hasta mi habitación. Me desvestí y me metí a la ducha. Dejé que el agua caliente recorriera mi cuerpo. Tenía todos los músculos tensos, solo de pensar en la reacción que va a tener Evangelina, se me arman nudos en la espalda.
Es el tipo de mujer que no hace reclamos, ella simplemente regresa lo que le dan, así que, si ve que yo estoy comprometido, simplemente no va a deshacer su compromiso, y no tendré como presionarla, no puedo cuando yo estoy en la misma situación. Si conoce a Millen, es posible que se vaya por ahí a buscar sexo en otro hombre – De solo pensar eso, me enveneno con mi propia saliva – No puedo permitirlo.
Odio pensar que otro maldito pueda tocarla, es como si me asfixiaran, como si me golpearan las pelotas.
Terminé de bañar y sentí voces en la sala – La vida es experta en joderme – Esa era la voz de Evangelina.
Mi hora de morir llegó.
Salí lo más rápido que pude de la habitación. Llevaba la toalla envuelta en la cintura.
-No sabía que tenías visita – Me dijo ella. Clavándome esos hermosos ojos grises.
-No es lo que piensas, estrella – Intenté acercarme, pero ella se alejó.
Giré para ver a Millen y estaba con una de mis camisas puestas – Nada de esto estaba bien – La escena daba a entender que habíamos terminado de follar y yo estaba tomando un baño para limpiarme.
-¿Quién es ella caramelo? – Me dijo Millen.
-¡Cállate! – Sisee – Estrella, déjame explicarlo.
-No tienes nada que explicar Agust, la señorita aquí presente ya me lo explico.
Me dijo ella, sus ojos se tornaron oscuros, tenía esa mirada de decepción, ya no me veía como siempre, como si fuera lo único que valía la pena en su vida, ahora me miraba como uno más del montón.
-¿Qué le dijiste? – Le hablé a Millen, con la ira recorriendo todo mi cuerpo.
-La verdad, que soy tu prometida – Me dijo ella y se encogió de hombros.
Queria matarla. Queria desaparecerla, borrarla de la maldita tierra.
-Debo irme, solo venia por unas cosas, hoy me regresaba a mi apartamento de todos modos – Me dijo Evangelina.
-De aquí no te vas sin antes escucharme – Caminé hacia ella, para retenerla.
-No hagas un espectáculo delante de tu prometida, no se lo merece – Me dio una sonrisa de come mierda – Después me envías mis cosas. Por lo visto no voy a poder llevármelas.
Se soltó de mi agarré y se fue. Yo miré a Millen lleno de odio, era mas ira que sangré lo que recorría mi cuerpo.
-Es bonita, pero no tanto como yo – Se acercó a mí – Ahora ya puedes casarte conmigo.
Perdí la poca paciencia que tenía, la tomé del cuello y la estrellé contra la pared, la puse a mi altura, en sus ojos vi el miedo, ese mismo miedo que me gustaba infundir a cada una de mis víctimas.
-¿Quieres morir? – Le dije, haciendo presión en mi agarre – ¿Eso es lo que buscas?
-Me estas lastimando Agust – Me dijo ella removiéndose.
-Ruega que Evangelina me escuche y regrese conmigo, porque no te va a gustar lo que te voy hacer si eso no sucede.
-¡Suéltame! – Me dijo con un hilo de voz – Me lastimas.
-Eso debiste pensar, antes de hacer la estupidez que acaba de hacer – Estaba cargado de ira, de rabia, de impotencia.
Sabia los alcances de Evangelina, me al iba a poner difícil, iba a ir hacer lo que sabía que jodia que hiciera.
-Yo solo queria casarme contigo – Millen temblaba.
-¿Qué parte de que no me da la puta gana de casarme contigo no entendiste? ¿No hablas mí mismo idioma? ¿Eres estúpida? – Apreté más, su rostro estaba rojo por la falta de aire – No. Me. Quiero. Casar. Contigo.
Puntualicé cada palabra, a ver si con eso entendía de una jodida vez.
-Yo te quiero – Me dijo con los ojos llenos de lágrimas.
-Yo no. Yo solo la quiero a ella, siempre ha sido ella, cuando te desfloré lo hice pensando en ella, cada mujer que me he follado, lo he hecho con la imagen de ella en mi cabeza, estoy enamorado de ella desde que tenía diez años... es ella y siempre ha sido ella, puede haber miles de mujeres a mis pies, pero yo solo la quiero a ella ¿Es difícil de entender?
-¿Qué tiene de especial? – Sus lágrimas recorrían su rostro rojo.
-Muchas cosas... no tiene que ser especial para ti, solo tiene que ser especial para mí. Y créeme, es bastante especial, por eso me voy a casar con ella y escúchame bien – La solté y la tiré al piso, me acerqué y dejé mi cara cerca a la de ella – Voy a eliminar de mi camino a todo aquel que intente detenerme para conseguir lo que quiero.
Me erguí.
-Ahora quítate mi puta camisa y lárgate de mí vista, estoy siendo considerado por la amistad que tenemos, pero ruega que Evangelina me escuche, porque si no, Millen vas a llorar sangre.
La vi correr por sus cosas. Tomé aire y me dispuse a cambiarme tambien. Debo salir a buscar a esa ninfómana desquiciada. Quien sabe que estupidez vaya a ser y no estoy de humor para matar a nadie.
BUENAS...
OTRA VEZ YO...
¿QUÉ TAL EL CAPITULO?
¿LES GUSTÓ?
-¿QUE TAL MILLEN?
¿PODRÁ AGUST CONTENTAR A EVA?
COMENTEN ME GUSTA LEERLOS...
![](https://img.wattpad.com/cover/340500900-288-k574708.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)
RomanceEvangelina, es una mujer marcada por una sed insaciable, se adentra en un juego peligroso de encuentros y desencuentros. Cuando cree haber encontrado a su alma gemela en un hombre tan oscuro y apasionado como ella, se sumerge en una relación intensa...