DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)

CAPITULO 65 ¿NUEVO ALIADO?

EVANGELINA

Me encontraba amarrada a las barandas de la cama, sudada, excitada, húmeda y adolorida. Agust se encontraba entre mis piernas embistiéndome duro, salvaje y fuerte, como todo lo él. Este hombre, no sabía lo que era la delicadeza a la hora de follarte, era salvaje como su esencia.

Han pasado dos semanas desde que me pidió que fuera su novia, después de haberme dicho que no lo haría. Han sido dos semanas maravillosas, me despierto entre sus brazos cada mañana, o él encima mío, o yo encima de él o con unos buenos orales.

Han sido dos semanas llenas de mucho sexo, si yo soy insaciable, Agust es el doble, estoy por creer que él tambien tiene el mismo problema que mi hermano, ya que nunca se cansa.

A Agust si le dices que te folle 20 veces en el día, él lo hará, se valdrá de cualquier medio para darte los mejores orgasmos de tu vida. Y que puedo decir, yo me siento en el cielo, aunque sé que estoy en un infierno, consumiéndome en las llamas de un verdadero demonio, uno que no me piensa soltar nunca y que para ser sincera no quiero que me suelte. Es ilógico, porque te enseñan toda la vida, que debes huir del mal, que si ves un demonio lo mejor es correr, pero yo... he encontrado a un demonio, con cara de ángel y me siento completamente segura en sus brazos.

Estos días he aprendido mucho de Agust, sé que le gusta, que no le gusta. Aunque es bastante reservado en sus cosas, poco a poco voy conociendo mucho de él.

-Que rico coño tienes Eva – Me susurra, cuando se acerca a mi oído, jadeo y su respiración es agitada – Que bien se siente estar dentro de él. saber que es mío y que nadie más va a estar ahí.

Sus dedos se clavan en mi cintura y embiste mas duro. Yo jadeo su nombre, presa del placer. Después de unos minutos se vacía dentro de mí y yo lo empapo con mis jugos. Me da un largo beso y sale.

-Maravilloso. El mejor puto desayuno de la vida – Lo veo levantarse de la cama y caminar hacia el baño – Es hora de bañarse, tenemos que desayunar, para llevarte a la compañía.

Ya regresé a la compañía de mi padre, debo decir que me he sentido ansiosa. Con todo lo que ha pasado, todo lo que sé, los nervios los tengo de punta. Una noche le conté a Agust lo que vi aquella vez en la bodega y él me explico que, hacia ahí, a que se dedica mi padre y el de él. Tambien me contó lo que ha estado haciendo todos estos años para destruir ese imperio y yo le dije que lo haríamos juntos. Debo decir que al principio de negó, pero lo pude convencer.

Quiero ver en el suelo a mi padre, dejarlo sin nada, destruido y muerto. Quiero hacerlo pagar por todo.

-No quiero ir – Le digo en un tono consentido y le hago un puchero – Prefiero quedarme todo el día contigo aquí en la cama, haciendo lo que más nos gusta.

Lo veo caminar hacia mí y darme una nalgada. Me deja ardiendo el culo.

-No seas floja Evangelina – Me toma del tobillo y me arrastra por la cama, hasta llevarme hacia él – Hay que ir a trabajar. Yo tambien quiero seguir follándote por todos los agujeros que tienes, hasta dejarte llena de mi – Me da un casto beso – Pero tengo otras cosas de que preocuparme, si queremos acabar con esto rápido.

-Que romántico eres y que poeta – Le digo blanqueando los ojos – Romeo te dicen ahora.

-Te quiero demostrar que las palabras no van conmigo, a mi lengua le doy otro uso –Lo veo encogerse de hombros – Lastima que ahora no pueda...

Lleva una de sus manos a mi cuello y une nuestras bocas en un beso diestro, nuestras lenguas se encuentran y comienzan una danza entre ellas, con la contra mano me toma de la cintura y me pega a su cuerpo, su polla vuelve a levantarse. Después de unos minutos me suelta.