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• hay faltas de ortografía (puedes hacérmelo saber en los comentarios...
Karl estaba muy emocionado de ver a Sapnap, no pudo acompañar a su amigo en Francia debido a que perdió su vuelo. Lo esperaba en su casa, pero se le ocurrió una broma, antes de que este llegue se bañó para después ejecutar su broma, tomo una manguera para crear chupetones en su piel, empezando por su cuello, luego sus hombros, su pecho, su abdomen e incluso sus muslos para que tenga más realismo la broma.
Minutos antes de que Sapnap llame a la puerta, desacomodo lugares donde sería sospechoso como el sofá, una mesa que tiene decoraciones y su cama, tenía un perfume nuevo, el cual Sapnap no sabía que usaría, así que roció un poco de ese aroma por la casa, dando a entender que alguien estuvo en la casa.
Se escuchó el timbre de su casa, se acomodó la ropa con un intento de ocultar, de querer ocultar los chupetones ¨falsos¨, corrió hasta la puerta para saludar al ojiverde, lo besó como si nada.
- ¿Por qué tan agitado kitten? -Pregunto Sapnap algo preocupado al verlo, este le respondió diciendo que corrió desde su habitación, cosa que era verdad, en cuanto paso a la casa se percató de un perfume diferente, a lo cual le pregunto al mayor.
- ¿Qué perfume? Aquí solo huele al tuyo y el mío -Respondió Karl nervioso, sabía que el bajo lo notaría sí o sí, lo intento distraer hablando de otras cosas, pero Sapnap creía que tal vez había otra persona y le iba a asustar o algo por el estilo, al ver a su alrededor investigando el aroma vio escenas un tanto sospechosas.
Karl actuaba como si no hubiera pasado nada, cocinaba por qué era hora de la comida y ambos tenían hambre, cuando una pregunta lo hizo tensarse ¨¿Por qué está algo desordenado?¨ sacó la excusa de haber tenido flojera, pero vio que Sapnap subió rápido a su habitación, dejó lo que estaba haciendo para seguirlo, este se encontraba algo alterado buscando.
- ¿Dónde está el desgraciado? -Pregunto el ojiverde para tumbar a Karl sobre la cama y ponerse encima de él evitando que se escape, el mayor ya no pudo más y se rio ante los celos del contrario mientras Sapnap le quitaba la playera sin dificultad alguna, observado otros chupetones entre ellos había unos que hacían un camino a sus partes íntimas, bajo los pantalones mirando los muslos de Karl.
El mayor le dijo que era una broma y le dijo todo lo que él había hecho, desde crearse esos chupetones hasta rociar su perfume nuevo por la casa, cosa que no le hizo gracia al menor y su expresión facial igual que la voz se notaba una molestia.
- Con que era una broma, pues te salió mal -dijo Sapnap para luego ahorcarlo levemente, lo jalo del cuello para besarlo lento, cosa que desespero a Karl, se separó para pararse al pie de la cama, bajo sus pantalones exponiendo su miembro, volvió a tomar al mayor por el cuello para jalarlo, pidiéndole que despierte a su amigo, lo cual accedió estaba arrodillado enfrente para tomarlo empezado a masturbarlo, había poco efecto así que procedió a meterlo a su boca con la ayuda de sus manos.
Sapnap azotó las manos que se posicionaban en su miembro haciendo que las quite, agarro a Karl por el pelo con ambas manos para después embestir su boca lo más duro posible, arrebatando su respiración decente, tan profundo llegaba que los ruidos ante dicha acción los ahogaba en el pene del bajo, fue inevitable que de sus ojos escaparan lágrimas y de su boca saliva, cuando saco dicho trozo de carne para jalar su cabeza hacia atrás, abofetearlo y después besarlo, dándole apenas la oportunidad de respirar.
Su cuello y boca ardía, pero eso no fue motivo para detenerse cuando se separaron del beso y seguir chupando el miembro erecto del texano, recibiendo esa descarga de su semilla, le pidió que lo trague y lo hizo. Sapnap le dio un beso en la frente para dirigirse a un cajón y sacar un par de esposas, que después le coloco cada una en cada muñeca juntando sus tobillos, su movilidad ya era reducida.
Con ayuda de Sapnap, lo puso en cuatro con su espalda arqueada levantando su trasero, la mano del bajo azotaba las nalgas e incluso la entrada dejándole rojo por las repetitivas acciones, Karl solo respondía con gemidos y quejidos, cerro sus ojos para disfrutar de dicho dolor que le gustaba, sintió como una mano se encontraba en su cuello ahorcándolo una vez más.
- Eres una maldita puta cariño -Insulto el ojiverde mientras lo seguía azotando, insultándolo y humillándolo, cosa que también le agradaba a Karl a tal punto que se corrió manchando las telas que cubrían su cama evidentemente, suspiraba pesadamente, Sapnap se acercó susurrándole al oído que no se atreviera a engañarlo con otro y de paso recodarle que era su castigo por haber sido rebelde antes, en antártica, en el podcast donde se acurruca con George.
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