Capítulo 27

2.7K 116 95
                                    

La Noche Blanca

Alexander

Termino de darle mi reporte a Oliver. Maksim se queda de brazos cruzados mirando por el ventanal como si hubiese dejado de escucharme hace tiempo.

一Así que, Sandler también es un topo...

一Ya lo has visto, es él el que ha cambiado los expedientes.

Después de comer, hemos estado revisando todo lo que he conseguido y, sin duda, hay más topos que en un campo de berenjenas.

一Me encargaré de llevarlo a las mazmorras de la base militar sin que nadie se entere y me encargaré de que hable, ¿te parece bien, Alex?

一Sí, el General traerá uno de nuestros hombres para que tome su lugar en seguridad.

一Bien.

Se toca el pelo con desesperación y golpea el cristal con cansancio.

一No tienes ni idea de lo difícil que se me hace no tener controlada a Cristina, no sé cómo decirle que no tome nada que le dé cualquiera de los agentes...

一Estará bien.

一¿Y si no? Alex, ella es mi vida, si le pasa algo, me muero.

Ver a mi amigo tan desesperado y sin poder hacer nada más por ahora me enoja.

No me importaría demasiado que se muriera, pero Maksim siempre ha estado a mi lado y no soportaría que se quedase destruido.

一Va a estar bien, estamos trabajando para que todo esté bien.

Intento calmarlo, pero no creo que lo consiga. Sigue metiéndose los dedos en el pelo y mirando afuera con resignación.

一Vete a casa con ella.

一Me dijo que esta noche estaría ocupada 一suspira con cansancio.

Le palmeo la espalda intentando parecer cariñoso, pero me salen unos golpes que lo tiran adelante.

一Vete a casa y descansa, es teniente del ejército, sabe cuidarse.

一Todo sería más sencillo si me dejaras decirle lo que ocurre.

La cara de pocos amigos que pongo le hace bufar de nuevo. Asiente rodando los ojos y se marcha de mi despacho dejándome a solas.

Necesito que Maksim esté tranquilo, es la única persona que sé daría su vida por la mía, y eso no está pagado con ninguna otra cosa.

Me siento en mi sillón de nuevo poniéndome a leer el informe del escuadrón. Reviso la hora a mitad de la lectura y pego un golpe en la mesa hastiado.

¿Dónde está?

Sigo leyendo acabando con la lectura en varios minutos. El papeleo es lo más aburrido del mundo. Meto el informe dentro de la carpeta del escuadrón y me dejo caer de nuevo en el sillón.

El sol empieza a perderse, las nubes se tornan de colores y cierro los ojos por unos segundos disfrutando de la paz y la tranquila.

Tocan a mi puerta con cuidado y doy paso dándome cuenta de que mi secretaria ha debido irse ya.

La puerta se abre y el olor que entra de fuera me hace saber de quién se trata con solo eso. Joder, por fin. Hazel asoma la cabeza con una sonrisa pintada de rojo.

Entra dentro, reparo en el vestido corto negro y las botas altas de tacón del mismo color que le quedan por encima de las rodillas. Luce como a mí me gusta. Sexy, atractiva y muy follable.

NIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora