Italiano
Andrea Donosi
Los Águilas Reales se encargan de limpiar la sangre del suelo y las paredes. La matanza se ha realizado en un abrir y cerrar de ojos. Cuando tienes poder no es como si te pudiesen detener o persuadir.
Limpio las gotas de sangre de mis zapatos con un pañuelo de seda y lo doblo volviendo a colocarlo en mi chaqueta. El olor de la sangre y la lejía me produce satisfacción.
一¿Qué hacemos con las sirvientas, mi señor?
Reparo en Barnabás Bore, mi fiel escudero, lleva conmigo desde hace un par de meses, es el que más me ha durado. Normalmente me harto de ellos a la semana, pero este me ha caído bien.
Me protege las espaldas, está pendiente de mí como un perro fiel y no tiene ningún reparo en matar. Le doy el botecito con el último de los inventos de nuestra familia y le palmeo los hombros con familiaridad.
一Divertíos, la carnaza puede ser deliciosa.
Se lo da a los antonegra y ellos se encargan de las mujeres. Penetran las agujas en sus cuellos y dejan caer las gotas de líquido hasta sus venas.
Se retuercen de dolor gritando y sollozando en segundos. Esos gritos son como la mejor de las sinfonías, Mozart sería feliz de oír algo así.
一¿Acaso eres gay, Barnabás?
一¿Por qué lo pregunta, mi señor?
一Son mujeres jóvenes 一oigo sus gritos mientras mis hombres las penetran con crudeza一. Están a tu disposición.
一Mi trabajo es protegerle, mi señor 一responde sin moverse de mi lado一. Mientras ellos se divierten, los enemigos pueden confabular en su contra.
Asiento complacido con lo que oigo. Es alguien bastante leal.
一Si no las hubiesen tocado ya mis hombres, me estaría dando un festín 一sonrío.
Bajo sus ropas anchas se encuentran unos cuerpos agraciados, pero mis hombres las están despedazando. Una pena por ellas.
一¿Qué se hace después con ellas?
一Al laboratorio, serán mis conejillas de india 一respondo viendo todo lo que hacen一. El temor se debe propagar, Barnabás…
Dejo la casa en la que Onur Bolat ha desaparecido de la faz de la tierra, deleitándome por unos segundos con el aire fresco que se respira en la tasca, y entro en el Jeep que me llevará de vuelta a casa.
Reviso mi teléfono, mi desespero va en aumento con cada segundo, minuto, hora que pasa.
¿Dónde estás, Verónica Ferri?
No puedo decir que oír su voz no me causó un terremoto de magnitudes estratosféricas. Esa mujer se convirtió en mia moglie nada más la vi agarrada al brazo de mi hermano con un vestido color marfil que se ceñía a su cuerpo como si fuera una estatua de Ghiberti.
El tacto de su piel, su cara de ángel, su humor lascivo e inteligente… La mujer de mi vida sin lugar a dudas.
一¿A la Villa, señor?
一Sí, Raffaello…
El coche se mueve y reveo las fotos que nos sacamos en los últimos días que pasamos juntos. Su piel blanca, su pelo dorado, sus ojos verdes… Todo en ella grita perfección. Una mujer única e irrepetible.
Que esté viva después de aquello y que haya contestado al teléfono de Benedetto solo puede significar una cosa, pero no pasa nada, no hay nada que no tenga solución. Que me mintiera no significa nada. No soy un santo, no me puedo enfadar por ello.
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NIX
AcciónCuando la ley descansa, la corrupción avanza. Hazel King, teniente del escuadrón diamante, debe volver a su puesto de trabajo junto a su hermano mayor. Las semanas alejada de la CAIF han hecho que nada sea igual. La corrupción baila a sus anchas. ...