NIX

Capítulo 5

Misión secreta

Hazel

El despertador hace que me levante corriendo de la cama. Al contrario que en la central, no hay trompetas que te despierten y que se repitan para hacerte llegar a tiempo. Eso es lo que odio de vivir en la ciudad y, por eso, muchas noches duermo en la fortaleza.

No soy una mujer a la que le guste madrugar, y mucho menos, una hora antes para llegar a la hora estipulada.

Me ducho deprisa y me coloco un top y unos vaqueros, haciéndome una cola con el pelo que me estira la cara. Mi apartamento está en silencio y no sé si es porque Cris no está o porque sigue durmiendo.

No me paro en saberlo y me tomo una taza de café caliente que me sabe a gloria junto con una palmerita de chocolate más grande que mi cabeza.

一Buenos días 一Cris sale con una camisa y en braguitas por el pasillo, bostezando, como si estuviese muerta de sueño.

一Buenos días, ¿dormiste bien?

一He dormido tres horas, ¿te vas ya?

一Sí, hay que estar a las siete en el patio, delante del capitán Hunter.

一Tenemos al capitán con peor humor del ejército.

一No me digas 一bromeo一. ¿Te espero?

一No, luego correré para llegar a tiempo, no te preocupes.

一Vale, me voy entonces, te quiero.

一Y yo, guapa.

Me apresuro por las calles de la ciudad y salgo a la periferia tomando uno de los desvíos menos transitados de toda Francia. La carretera está desierta y acelero cuando veo la hora que es.

Al llegar a las puertas saludo a los guardias, paso mi tarjeta de identificación por el escáner que hay en la pared, pongo mi pupila delante de la cámara para el reconocimiento y hago lo mismo con la huella de mi dedo índice en el escáner. Todos los días que vengo de la ciudad tengo que hacer la misma rutina.

Salto del vehículo y me apresuro hacia mi habitación para colocarme el uniforme de camuflaje entero, hasta las botas. No hay nadie en los pasillos cuando cruzo y llego en tiempo al patio dónde el escuadrón diamante entrena todos los días por la mañana.

一Buenos días, capitán.

一Buenos días, teniente.

Inspecciono el lugar, están los dos tenientes y la mitad de la tropa. Reviso la hora y veo que quedan diez minutos para la hora, no creo que Cris llegue...

一Dos días seguidos llegando en hora, nuevo récord teniente 一dice el Teniente Morrone y se ríe el Teniente Graham.

一No se acostumbren, mañana llego diez minutos tarde.

一Ya nos parecía 一el teniente Graham me choca el puño y nos colocamos en nuestras posiciones.

Tenemos una bonita hermandad en el escuadrón diamante. Dustin y Jude son muy divertidos cuando se lo proponen, aunque Dustin es algo más tranquilo.

Saludo a los agentes que forman delante de mí y gritan al unísono <<Gloria, sangre y paz, mi teniente>> haciéndome hervir por dentro. Amo demasiado la milicia. Es divertido porque soy la única a la que le dedican un saludo así.

Reparo en los reclutas de primer año que entrené el día anterior, están bien colocados, erguidos y parecen muy despiertos. El cabo Salazar me mira directamente y asiento complacida. Me cae bien.

一¿Dónde está la teniente Bergkamp? 一el capitán Hunter susurra a mi espalda y me pongo firme para darme la vuelta.

Sus ojos color miel me aprisionan y trago duro rezando porque llegue a tiempo, no quisiera estar en la piel de mi amiga.