Capítulo 28

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Solo son tonterías

Hazel

El ajetreo de la comisaría a esta hora de la mañana me ha hecho abrir los ojos y no volver a cerrarlos. Tengo un poco de sueño, pero estoy bien. Reviso mi teléfono para ver si Cris me ha respondido.

Cris: ¿Cómo que en la cárcel? ¿Qué has hecho? ¿A dónde tengo que ir a sacarte?

Me escribió hace un rato, pero estaba dormida. Creo que solo he dormido un par de horas, pero no estoy segura.

Hazel: No te preocupes, solo le salté encima a un policía por llamarme puta.

Mi teléfono vibra al segundo con un mensaje en respuesta, debería estar entrenando al escuadrón.

Cris: ¿Que hiciste qué? ¿En qué problema te has metido? Sabía que cuando nos dijiste que no ibas a venir ibas a meterte en un lío...

Hazel: No te preocupes, no me han multado.

Cris: No me importa la multa, ¿necesitas que alguien vaya a por tí?

Hazel: Claro que no, me sacan en una hora, quédate tranquila.

Cris: ¿Cómo me estás hablando si estás en la cárcel?

Hazel: Porque son idiotas, no te preocupes, te veo en un rato.

Dejo el teléfono a un lado y me estiro sintiendo como mi cuerpo cruje. Me recuesto de nuevo contra Alexander, tiene los ojos cerrados, pero creo que está despierto.

一Tu teléfono lleva dos horas vibrando 一comento.

No ha parado desde que debió salir el sol. Espero que no haya nada urgente en el comando o nos vamos a meter en un gran lío por no estar ahí.

一Déjalo, estamos en la cárcel.

Acaricia mi vientre con calma. Cierro los ojos metiendo la cara en el hueco de su cuello y dejo un beso en él. He dormido o aparentado dormir sobre su regazo toda la noche y abrazada a él. No me ha dicho que me aparte ni nada parecido, así que supongo que no le he incomodado o me hubiese alejado.

一¿Alguna vez has tenido curiosidad por...?

Acaricia mis muslos con lentitud, paseando sus dedos por la cara interna de mis muslos. Llega hasta el borde de mi pistola y sigue subiendo lentamente hasta llegar al vértice de mis piernas.

一¿Tener sexo en una celda? 一pregunto divertida.

一Vi que no hay cámaras, la única está fuera y apuntando al pasillo.

一¡Qué observador!

一¿Me quieres convencer de que tú no las has mirado?

No lo tengo que convencer porque yo también he mirado. Solo hay dos cámaras, una en el pasillo y otra en la puerta de entrada de la comisaría.

一¿Qué propones?

Mete sus dedos entre mis pliegues con lentitud. Paso saliva cerrando los ojos intentando controlar mi respiración, se torna difícil cuando mete su dedo dentro de mí. Me arqueo cuando acaricia mi clítoris y me besa.

一Si no quieres, dime que no y paro.

Sus ojos azules están oscurecidos, pero noto unas pequeñas motas de color dorado que hacen más atrayente aún su mirada. Le aparto el pelo de la frente y rozo mis labios con los suyos cerrando los ojos.

一Eso no ha salido de mi boca...

Lo beso con vehemencia dejando mordiscos en su mandíbula. Le abro la camisa de nuevo saltándole los botones y me lanzo a lamer su pecho. Beso su pezón, paso mi lengua por el tatuaje del hombro y muerdo su clavícula.

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