Capítulo 33

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Por los aires

Hazel

No existe nada mejor en el mundo. El sabor de las empanadas recién hechas es simplemente delirante. Soplo una varias veces y la echo a mi boca. Abro la boca al momento quemándome la lengua y el paladar, pero no tengo espera. La trago de golpe y bebo agua con prisa para aliviar mi garganta.

一¿Cómo eres tan bruta? 一se queja Cris一 Te va a dar cáncer en el esófago.

Esbozo una sonrisa volviendo a tomar otra empanada más. Me achicharro los labios en el proceso y vuelvo a beber del agua fría.

一Por cierto, tu hermano vino en la tarde, te estaba buscando.

一Ya lo sé 一espeto amargada.

Me muevo a un lado para no obstaculizar el paso de los peatones. Estamos dando un paseo por el parque que hay cerca de casa.

Después de todo lo que ha pasado en el día me va a venir bien calmarme, pasar un rato charlando con Cris y haciendo que mi cerebro trabaje sin los problemas habituales.

一¿Lo sabes? 一pregunta enarcando una ceja.

一Sí, estuvo buscándome en el gimnasio de la central.

一¿Cómo sabes eso?

一Porque me escondí de él.

Lanzo la bolsa de papel a la basura y hago lo mismo con la botella de agua cuando la acabo.

一¿Y cómo hiciste para esconderte?

一Alexander me cubrió.

Me jala del brazo y me detiene en medio de la calle. Estamos formando un tapón en la acera y la insto a seguir caminando sacándola del shock.

一¿Estabas con el Comandante en el gimnasio?

一Sí.

Mis mejillas vuelven a encenderse, pero espero y deseo que no se me noten por la oscuridad.

一¿Y os estabais ejercitando juntos?

一Supongo que se ajusta bien a lo que estábamos haciendo.

一¿¡Te has acostado con el Comandante en el gimnasio!? 一pregunta alarmada, pero en voz baja.

Me muerdo los labios insegura, pero de perdidos al río. Kayla está estudiando sin parar y no quiero molestarla, así que necesito una manita para arreglar lo que tengo en mi cabeza.

一Contra el suelo en la sala de los discos.

Su mandíbula se descuelga y me mira como si no me reconociera. Creo que me voy a ahorrar lo de la cafetería, no vaya a ser que le dé un cortocircuito en el cerebro.

一¿Te has tirado al Comandante contra el suelo?

一Realmente fue al revés, yo era la que estaba...

Me callo cuando veo que pasa saliva tocándose el pelo. La he dejado en shock.

一Pero tú... Él... No estáis juntos...

一No, no lo estamos.

一Dios, Haz, tú y el Comandante...

一Mi hermano estaba en el gimnasio buscándome 一confieso haciendo que abra bien los ojos一. Estábamos detrás de los discos de mancuernas, no nos veía desde la puerta y simplemente...

一No quiero detalles 一se queja tapándose los oídos.

Me río levemente viéndola. Si fuese Kayla, me pediría saber en qué posición fue.

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