Cristales rotos
Hazel
No soy capaz de detener el movimiento de mi pierna. Llevo una hora esperando pacientemente, entre comillas, a que el director del banco se quede libre para poder poner mis cosas en orden. Cada año debo acercarme a poner orden con mis documentos, una buena política que me hace enojar cada vez que llega el día por tener que venir.
He estado retrasando mi visita al banco una y otra vez porque he estado ocupada. Ocupada huyendo de Alexander. Llevo días negándomelo, pero es que tengo que dar mi brazo a torcer de una vez.
Me estoy ahogando. Me estoy ahogando con todo lo que no soy capaz de decir. Me estoy ahogando en mis sentimientos y no sé cómo nadar para huir. Intento no verlo como lo veo cada vez que me lo cruzo, pero no puedo.
Lo peor, que él no me lo pone sencillo. Entra en las mismas habitaciones en las que estoy, se me queda viendo en la cafetería, lo veo en el gimnasio, en el aparcamiento... Y todas las veces ocurre lo mismo.
Me mira. Intenta hablarme y huyo. Pero me mira, y siento que algo me envuelve el cuerpo. No sé lo que es, es más fuerte que la electricidad que suelo sentir con él... Lo llamo Magia porque es inexplicable.
Siendo sincera, no entiendo por qué me gusta tanto. He acabado con nuestro trato y, aún así, sigue detrás de mí.
Ni que tuviera un coño de oro.
Por el contrario de otros hombres, que me persiga no causa el mismo efecto en mí. No me causa rechazo ni nada parecido, si no que se me cae la baba o me gusta cada vez más.
一Quién te entiende... 一musito con pesar.
No desaparece el enganche y estoy temiendo que me haya quedado tonta para siempre. No me puedo enamorar de quién no me quiere, no es sano para mi salud mental.
Alguien ahí fuera tiene que haber que me quiera y yo sea capaz de enamorarme de él o de ella, pero parece que aún no lo he conocido.
Detallo el lugar intentando dejar mis cavilaciones a un lado. Los trabajadores tienen bastante gente esperando. A mi lado hay una mujer de unos treinta años con una niña pequeña que no para de bailar.
La niña me sonríe cuando ve que la miro y se acerca a mí, bajo la mirada confusa de su madre.
一Tienes unos ojos bonitos.
一Gracias, los tuyos también lo son.
La niña sonríe y salta a los brazos de su madre que me mira con una sonrisa de disculpa, pero no me molestan los niños.
一Le he dicho muchas veces que no hable a desconocidos, pero es tan extrovertida...
Si yo tuviese hijos, también haría lo mismo. Llevaría muy mal que hablaran a todo el mundo.
一Siempre que estés cerca, no creo que haya ningún problema...
一Eso dice mi marido 一sonríe一. Que la niña necesita interactuar y hacer amigos.
一Son niños, es normal.
一Al menos dicen que los niños no suelen acercarse a malas personas...
Eso no lo he oído nunca, solo que los niños no suelen mentir.
一Señorita King 一me llaman一. El señor Norton ya está libre.
Me levanto tomando mi mochila y me despido de ambas, haciéndole unas monerías a la niña que me sonríe de nuevo. Camino a paso rápido hacia su despacho, toco a la puerta antes de entrar y pongo una sonrisa amigable.
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NIX
ActionCuando la ley descansa, la corrupción avanza. Hazel King, teniente del escuadrón diamante, debe volver a su puesto de trabajo junto a su hermano mayor. Las semanas alejada de la CAIF han hecho que nada sea igual. La corrupción baila a sus anchas. ...