Capítulo 56

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Limonada

Alexander

Me quedo embobado mirando su trasero con cada paso que da. Para situaciones desesperadas, acciones desesperadas.

Llamo a la camarera y le pido que me traiga el datáfono para pagar la comida de mi supuesta mujer y la de Iván.

En cuanto Hazel pasa por su lado, él se levanta y la sigue, tal y como le he ordenado. Me asombra que no se haya encarado conmigo por la escolta porque noto que no le hace ninguna gracia.

一¿Quiere tomar algo? 一me pregunta la camarera en cuanto termino de pagar.

La chica bate sus pestañas y me sonríe con coquetería, pero no me interesa. Me levanto tomando la botella de vino rosado y me marcho guiñándole un ojo.

Veo el Lexus que se ha comprado, salir derrapando las ruedas. Confío en que no se estrelle, si no lo ha hecho con una moto, no lo va a hacer con un coche. Iván pasa con el Jeep detrás de ella, siguiéndola de cerca.

Tomo mi teléfono y hago una llamada rápida mientras voy hacia mi Ferrari.

一Investiga a Luca Nulmar 一ordeno.

Guardo mi teléfono y me meto en mi coche iniciando la marcha. Miro la botella de vino rosado en mi asiento de copiloto y sonrío con diversión.

一Esta bestia se va de caza.

Acelero recortando las distancias hasta llegar a mi destino. Miro al edificio que tengo delante, aún no hay ni rastro de mi presa.

Agarro la botella de vino y salgo del coche caminando hacia el vestíbulo. El baboso me mira enarcando una ceja y paso de largo hasta llegar al ascensor. Aprieto el botón del tercer piso y el ascensor empieza a moverse.

Le quito el corcho a la botella y me la empino. Sigue estando frío y delicioso, sin duda, Hazel tiene buen gusto para la bebida.

Las puertas del ascensor se abren y camino por el pasillo hasta la puerta de la casa. Agarro la navaja que llevo y voy abriendo los pliegues hasta que tengo lo que quiero.

Meto la punta en la cerradura y la muevo unas cuantas veces, hasta que escucho la puerta a mi espalda abrirse.

一¿¡Quién eres tú!?

Una mujer mayor me mira de arriba abajo, palidece cuando ve la navaja que llevo en la mano y se echa la mano a la boca con gesto mortificado.

一¡Un ladrón!

一No 一respondo terminando de abrir la puerta一. Vengo a darle una sorpresa a mi reciente mujer.

一¿¡Cómo!?

一Hazel King, seguro la conoce 一me río como si estuviera borracho一. Mujer divertida, atrevida, con muy mal temperamento, es capaz de cruzarme la cara si se enfada.

Dejo la botella de vino encima de la consola que hay junto a la puerta y sonrío a la mujer con diversión.

一¡Llamaré a la policía!

一No se preocupe, llame a Cristina Bergkamp si lo desea y verá como no miento, mi nombre es Alexander Barone 一me río de nuevo一. Lord Perceval o Percy para Hazel, esta mujer no tiene filtro en la boca.

Cierro la puerta a mi espalda y me recuesto en el sofá con la botella de vino en la mano. La casa no es gran cosa, se nota que los padres de Cristina eran gente corriente. Hay algunas fotos de ellas junto a Cass Rousseff y la teniente Marinelli.

Voy a la cocina, bastante pequeña por cierto. Abro la nevera para meter la botella de vino, pero me detengo cuando veo las seis botellas de vino rosado.

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