SIGUE NARRANDO EL COMANDANTE GUZMÁN
No pasaron ni tres minutos que recibí un mensaje al revisar vi que era de Luis, lo abrí y palidecí al leer lo que estaba escrito allí
«Comandante, uno de los socios de Sarmiento le dijo que sospechaba de la señora, hasta le enseño unas fotos, pero alcance a verlas, eran del año pasado cuando ustedes fueron a una fiesta de gala, se nota un pequeño parecido, sin embargo, don Antonio le aseguro a ese hombre que no era ella, porque menciono que su esposa tenía clase y su novia no, que ella provenía de personas pobres y trabajadoras»
Cerré mis ojos por unos momentos para tratar de tranquilizarme porque los nervios estaban a flote, abrí mis ojos de nuevo para seguir leyendo el mensaje
«Quería informarle que el hombre que le enseño las fotos es un hijo bastardo de Zaragoza, ¿recuerda a ese narco que casi lo mata?, pues tenía un hijo que nadie sabía que existía, lo bueno es que Sarmiento le aseguro que ella no es, porque Lucy o Beibilú es una peleadora clandestina y que su esposa es una persona muy delicada muy elegante, entonces escuche a ese hombre que dijo que tenía razón. No se preocupe, yo estaré vigilando. Ah y más tarde le informo algo que menciono la señora, ahora no puedo, me están llamando y no puedo dejar que sospeche, adiós»
Guarde mi celular, no quede muy tranquilo con esa noticia, pues ya estaban sospechando, respire profundo para calmar mi ansiedad y salir para ir a tratar de atrapar la mercancía de Sarmiento. Aunque yo sabía que era una farsa, debía actuar como si fuese verdadera, porque tenía al soplón a mi lado y no podía dejar que jamás sospechase que yo sabía quien era Él. Salimos juntos hacia el punto de encuentro, Francis iba manejando y yo hablaba con los demás oficiales, cuando terminé me recosté para descansar hasta llegar a donde íbamos
Sentía las miradas de Francis, al disimulo veía que apretaba el volante con sus manos, me atreví a indagar
—¿Pasa algo Francis?, te noto muy nervioso
Me observo de soslayo para replicar
—No me pasa nada, solo que... esta misión es muy peligrosa, debe de haber muchos hombres de Sarmiento resguardando esa mercancía
Le respondí muy seguro
—Eso lo preveía Francis, por eso allá están ya diez patrullas escondidas más los que vamos acá
NARRADOR
UNAS HORAS ANTES
El narco ya había revisado el itinerario de los tráileres y su mercancía, antes de entrar en la carretera, la verdadera mercancía ilegal sí iba a ir por la carretera dos y los tráileres con mercancía legítima iban a pasar por la carretera cuatro, llevaban todos los papeles en regla, eso era una burla para su enemigo que sabía con antelación que pensaba hacerle una emboscada y capturar todo
Se acercaba la hora, entonces se le metió una idea malévola a Sarmiento, llamo a Lucy para hablar con ella invitándola para salir a pasear en la camioneta, ellos dos solos, que iban a caminar por el campo y por eso le dijo que se vista con ropa holgada, le sugirió que se vistiera con pantalón y camiseta, que eso le recuerda cuando la vio en la arena clandestina a lo que ella se carcajeó diciéndole que estaba loco, pero que le iba a tomar la palabra
Amanda y Gerardo se quedaron en la hacienda, mientras los novios se iban de la hacienda con rumbo incierto para ella, pero no para el narco, que iba ansioso por ver un espectáculo que le haría reírse mucho. En la guantera llevaba las mancuernas que le había regalado, estaba esperando ya estar cerca de su destino para entregárselas. A lo lejos se distinguían unas luces intermitentes. Sarmiento estaba ansioso por llegar ya, en cambio, Lucy al notarlo entrecerró sus ojos e indago al narco

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SIEMPRE MI SUMISO
Romance2da Parte de MI ESPOSO MI SUMISO. Ella infiltrada en las filas de un narco para engañarlo y lograr su captura, su esposo la espera con ansias y deseos de volver a ser sometido por ella, a pesar de ser un hombre dominante con las mujeres, solo su esp...