CAPITULO 32

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NARRA LUCY(alter ego de Fanny)

Terminamos de celebrar el gran acontecimiento cuando Antonio nos pidió que subiéramos a descansar, que Él tenía que hacer algo, salió para irse, pero no uso la camioneta como regularmente lo hace, se fue en un auto negro, al disimulo salí para ver qué rumbo tomaba y vi que no iba hacia la ciudad, sino que se internó por una senda polvosa, me grabe el sitio para ir después a revisar en un tiempo libre. Entre de nuevo y subí la escalera hasta que llegue a mi habitación, cerré la puerta con seguro, fui a darme una ducha porque mi ropa estaba con sangre, la sangre de Albert

Me quedé debajo del agua que caía mientras tenía mis ojos cerrados recordando esa amarga experiencia, verlo como recibía mis golpes, con las rodillas lo golpee muy fuerte, estoy segura de que le rompí unas costillas y su semblante cuando me reconoció, mi Dios, ya no quiero hacer más esto, ya quiero que termine, mientras este hombre goza con la desgracia de mi esposo, yo sufro y sin poder reflejarlo, tengo que esconder mis sentimientos, pensaba que ojalá lo estén cuidando y curando de la golpiza. Tome mi celular y le escribí a Luis

«Luis, por favor, averigua como está mi esposo, mantenme informada»

Me respondió que lo haría, que estaba afuera por las caballerizas guardando el pienso de los caballos, que no había nadie allí, deje el celular a un lado, no sin antes borrar los mensajes, me acosté en la cama y encendí la televisión. Cuando comenzaban las noticias, anunciaron brevemente que el comandante Guzmán había sido herido en un atentado, la periodista decía que no tenían mucha información al respecto, que les impedían decirles más al respecto. Cuando las cámaras recorrían la clínica alcancé a reconocer a Erick que estaba sentad en la sala de espera

Parece que nadie lo reconoció y eso le di gracias a Dios, no me gusto ver su semblante, estaba rígido, lleno de preocupación. Hubiese sido mejor no haber visto a Erick de esa manera, mi alma sufre porque ignoro de la situación clínica de mi esposo, yo sé bien como lo golpee. Preferí apagar la televisión, me acosté para descansar cuando escuche que Sarmiento hablaba y se reía en la parte de abajo. Salte de la cama y salí de mi habitación, al llegar a las escaleras lo vi que comenzaba a subir, regresaba junto a Julián, por mi mente cruzo que si está aquí su mano derecha es porque no lo arrestaron

Ambos me vieron parada en la parte de arriba y me saludaron, Antonio me abrazo eufórico y feliz, se reía a carcajadas y decía

—Jajajaja, que bueno regresar y que te reciba tu amor, jajajaja

El semblante de Julián era de alegría, estaba observándonos risueño, el narco me bajo para decir

—Mi amor, aquí está Julián, todo nos salió como lo planee, no encontraron nada ilegal, sin pruebas lo soltaron y ya regreso, oh, oye Julián, cuéntale lo que escuchaste en la carretera

Julián se recostó en la pared para decir

—Todo estaba resultando bien, ese Guzmán estaba furioso, jajaajaja, no encontraban nada, decía que no era posible, se llevó los informes de todos, solo vi que estaba con una laptop. Después hubo un desmadre, corrieron todos hasta donde estaba el policía, vi que se metían en la maleza, no se veía nada por lo oscuro que estaba, hasta que algunos regresaban diciendo que lo habían golpeado y que nadie se había dado cuenta. Se imagina como tuve que contenerme para no reírme cuando lo vi que lo cargaban para meterlo en una patrulla y llevárselo. Estaba todo ensangrentado. Me extraño eso, ni siquiera imagine lo que le había sucedido, cuando regrese y le informe aquí al jefe fue que me menciono que había sido usted la que le dio la paliza al cerdo, ese, jajajaja, con razón nadie se dio cuenta

Miro a Sarmiento para exclamar alegre

—Que buena idea, jajaja, doble golpe, sin pruebas y bien golpeado, jajajaja

SIEMPRE MI SUMISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora