SIEMPRE MI SUMISO

CAPITULO 48

NARRA LUCY (ALTER EGO DE FANNY)

Amaneció con el sol entrando por la ventana iluminando la habitación, me estiré, todavía tenía sueño, al ver la hora me di cuenta de que todavía era muy temprano, entonces abracé la almohada para dormir dos horas más, esta vez puse el despertador, soñé con mi esposo que estábamos en casa, jugueteando con nuestros hijos, veía a todos, sin embargo, faltaba alguien muy importante, miré a mi amado y le indagué

—Mi amor, ¿dónde está Erick?

Me miró muy triste y menciono

—Ya no está aquí, se fue

Y que me despierto en conjunto con el sonido estridente de esa alarma del despertador, apague ese sonido, solamente me quede con esos recuerdos de mi sueño, aunque ya debía levantarme para desayunar y acompañar al narco a las instalaciones bajo tierra donde llegarían los tráileres con la mercancía para desde ahí, irnos a la entrega. Estaba lista vestida con mi atuendo de camuflaje, preparada para la misión encomendada por Antonio. Toqué en la puerta de su habitación preguntando

—¿Ya estás despierto? ¿puedo pasar?

Su voz oí que me decía

—Pasa, amor, estoy en la ducha

Entre, cerré la puerta y fui a sentarme en la cama, se escuchaba la regadera, demoro varios minutos hasta que ya no se oía nada adentro, la puerta del baño se abrió dejándome ver al narco solamente con la toalla enrollada en su cintura y secándose el cabello con otra. Sus ojos se iluminaron cuando me vio y soltó alegre

—Dichosos los ojos que ven a esta belleza sentada en mi cama

Le sonreí y le inquirí

—Yo no vine acá para ver tus miserias, así que te dejo solo para que te vistas y bajes a desayunar, bueno, adiós

Hablo rápidamente como ráfaga de viento

—Espera, espera, esperaaaa, no te vayas, por favor, Lucy

Le respondí sarcásticamente y burlona

—Si crees que te voy a estar espiando, te equivocas, mejor me voy para que te vistas a gusto

El desgraciado se puso frente a mí sonriendo en forma malévola y zaz que se saca la toalla dejando que vea sus cosas, ¿miré?, claro que mire, los ojos se han hecho para ver, sin embargo, no creí que se atrevería a tanto, así que yo, con toda dignidad me levante de la cama tapándome mis ojos diciendo con voz enojada

—Esto no quería ver, eres un pervertido, te espero abajo

Sus carcajadas se escuchaban hasta la escalera, sentí unos pasos detrás de mí, volteé a ver y era Amín, Cortazar con su mirada inquisidora, Julián que me miraba burlón, con una risilla ahogada, lo mire para recalcar

—Deja de reírte, yo no quise ver nada, Él fue el atrevido

Amín no se aguantó

—Me asombra que no lo golpeara, jajajaja

Contesté airada

—Ganas, no me faltaron, solamente que hoy debe trabajar y no sería nada respetuoso que lo vieran con un ojo morado, ¿verdad?

Las risas de Amín se escucharon estruendosas, esta vez el grasoso de Cortázar también se carcajeó, todos bajamos hasta ir al comedor, donde estaba Luis ayudando a servir el desayuno. Me metí a la cocina para tomar unas frutas para comerlas primero antes de lo demás. Estaba por sentarme cuando Sarmiento llegaba al final de la escalera diciendo alegre